Militares uruguayos se
preparan para formar un partido político. Manini Ríos y sus fieles
abroquelados a raíz de su destitución por parte del presidente Tabaré
Vazquez.
El general Guido Manini Ríos, excomandante en Jefe de las
Fuerzas Armadas (FFAA) uruguayas, destituido por el presidente Tabaré
Vázuqez, desde hace largo aliento viene allanando el terreno para
lanzarse a la palestra política partidaria. Sus dichos y afrentas para
con el oficialismo no hacen más que asegurar su actitud cuasi en
rebeldía y con un proyecto de claro corte conservador.
Dime de dónde vienes…
Manini Ríos está casado con Irene Moreira, edil del norteño
departamento de Artigas por el sector del Partido Nacional que impulsó
la candidatura de Luis Lacalle Pou. Lo unen varios lazos políticos
familiares con el otro partido tradicional de nuestro país: el Partido
Colorado. Uno de sus tíos, Carlos Manini Ríos, fue ministro del Interior
del conservador Julio María Sanguinetti en su primera presidencia
(1985) y director del diario La Mañana.
Su hermano Hugo fue el
propulsor en 1970 del grupo de derecha "Juventud Uruguaya de Pie (JUP),
un grupo fascista que con navajas dejaba esvásticas en los cuerpos de
militantes de izquierdas. Es hoy el número uno de la logia "Tenientes de
Artigas", que con la Masonería se reparten el poder en las FFAA.
Un collar de perlas negras
Desde el diario El País (diario de mayor tirada de Uruguay y asociado a
la dictadura cívico-militar de 1973-1985) se lo comparó con el caudillo
nacionalista del siglo XIX Aparicio Saravia cuando Manini Ríos se
enfrentó con el gobierno de Tabaré Vázquez. El militar recibió la
sanción más grave desde el retorno a la democracia.
Ante el
intento de reforma de la Caja de jubilación Militar (terminandoi las
jubilaciones privilegiadas de los militares) propuesta por el Frente
Amplio, Manini Ríos trató de “mentiroso” al ministro de Trabajo Ernesto
Murro, por lo que fue sancionado con 30 días de arresto a rigor, por
violar la ley y hablar de política.
En su trayectoria como
comandante en jefe se destacó por su propuesta estigmatizante y
reaccionaria para que los jóvenes que no estudian ni trabajan (los
ni-ni), sean incorporados a las fuerzas armadas, para que éstas les
brinden “educación cívica, cierta disciplina y normas de higiene”, así
como capacitación en oficios.
Asimismo planteó que a los
inundados “les importa un comino” lo que pasó en 1973 (el golpe de
Estado), mostrando a una jerarquía militar que se siente impune para
hablar e intervenir en la política nacional.
Desde filas
castrenses es el líder que lleva la bandera de confrontar al gobierno y
reúne adhesión entre muchos de sus ex subalternos. Estuvo presente en la
asunción de Jair Bolsonaro y se tomó una foto con éste, que no requiere
más presentación que su propia campaña política.
el 30 de
noviembre de 2017 ante el pedido de familiares de desaparecidos por la
dictadura para localizar donde estaban los restos de éstos, Manini Ríos
brindó información…errónea, en el mejor de los casos. Familiares de
desaparecidos lo acusan de haber mentido y burlarse de ellos ya que las
excavaciones condujeron nuevamente hacia un callejón sin salida. Tras
ello, recordó por Twitter al fallecido hermano del dictador Gregorio
Álvarez.
En la última edición de la Exposición Rural del Prado
la banda musical del Ejército interpretó “La marcha de los Tres Arboles”
asociada históricamente al Partido Nacional. Otro guiño más a los
partidos tradicionales, otro intento de desafiar al gobierno y otra
declaración que negaba cualquier intencionalidad.
Guido Manini
Ríos realizó el 28 de febrero un discurso en el departamento de Soriano,
al suroeste del país, por el acto conmemorativo del 208 aniversario del
Grito de Asencio, el primer pronunciamiento contra la corona española
en 1811.
Para que se repitan las condiciones del Grito de
Asencio dijo que "sólo es necesario, que el final de una época se torne
inexorable, sólo es necesario que las situaciones y las condiciones con
las que vive una población de un territorio se tornen insoportables y
también es necesario que exista un pueblo dispuesto a hacer el
sacrificio necesario, para lograr un nuevo amanecer, para sí mismo y
para las generaciones venideras. Ese es el significado de aquel Grito de
Asencio ocurrido un 28 de febrero hace 208 años"
De su discurso
se desprende que la situación del país no se tolera más. Además que se
precisa un sacrificio del pueblo para “un nuevo amanecer”. Interesante
metáfora que suena más a profecía de película de clase B o a una ética
religiosa donde el cielo y la recompensa será para que los sufran
primero en la tierra de los infelices.
¿Un nuevo amanecer?
Manini Ríos tenía fecha de retiro para febrero del 2020 y un grupo de
militares retirados y civiles buscan que se lance como candidato de cara
a las elecciones del 2024.
Las declaraciones del Comandante en
Jefe siempre transitaron por hielo fino, donde lo que queda es solo la
velocidad ante la fragilidad del terreno. Rozan lo inconstitucional,
otras veces excede sus límites, luego habla en términos abstractos y
generales y se desentiende de lo que ha dicho, quitándose absoluta
responsabilidad.
El gobierno solo ha actuado en una ocasión ante
los dichos de Manini Ríos. El Frente Amplio no se ha manifestado
contundentemente. Mientras tanto Manini y sus fieles siguen acumulando
fuerzas y proyectando sus aspiraciones hacia el 2024. Parece muy lejano
pero la planificación está al orden del día y las condiciones de los
países latinoamericanos no son las mejores ante el reflujo conservador.
Bolsonaro tiene un gabinete plagado de militares que reivindican la
dictadura y la tortura. Colombia sigue con el paramilitarismo uribista,
Paraguay con una represión feroz, mientras se respira la anunciada
invasión imperial a Venezuela. Las botas parece que quieren volver a
pisar las calles de nuestros países y los cuarteles empiezan a golpear
sus puertas.
Vale aclarar que las Fuerzas Armadas per se
no son golpistas. Depende de la conducción, la visión política que se
tenga y que militares se forman en cada país y que perfil se le otorga.
Allí tenemos los ejemplos de Bolivia, Cuba y Venezuela, entro otros.
Unas fuerzas armadas al servicio del pueblo y de carácter emancipador.
Allí está clara la disputa que deben poner en marcha los gobiernos que
son realmente progresistas, de izquierda, revolucionarios para sostener y
apuntalar sus procesos.
El martes 12 de marzo el presidente
Tabaré Vazquez cesó en sus funciones a Manini Ríos y a partir de esa
fecha empieza su carrera política, con aspiraciones para el 2014… o
quizá antes. Las luces de alarma se encendieron en Uruguay ante la
posibilidad de un símil de Bolsonaro en un país civilista, que lleva
tres gobierno consecutivos de gobiernos del centroizquierdista Frente
Amplio, pero que ya vivió el terror de la dictadura cívico-militar de
1973-1985. Y no olvida.
Como dijo Marx: “En alguna parte Hegel
dijo, la historia se repite como si dijéramos dos veces, pero se le
olvidó agregar, la primera como tragedia, y la segunda como farsa”.
Nicolás
Centurión. Estudiante de Licenciatura en Psicología, Universidad de la
República, Uruguay. Analista asociado al Centro Latinoamericano de
Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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