Contraofensiva ultraconservadora
La visita del
presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a los Estados Unidos y los
acuerdos tomados con el presidente Donald Trump, marcan el inicio de una
nueva estrategia geopolítica de reconfiguración de la región
sudamericana, el fracaso del golpe de estado en Venezuela y sus
diferentes intentos de generar revueltas al interior de la República
Bolivariana, obligan al imperio estadounidense a repensar sus formas y
agilizar una serie de acciones para establecer de manera formal su
hegemonía sobre países satélites como lo es ahora el gigante
sudamericano. Trump no se conformó con la visita oficial de Bolsonaro,
sino que además, permitió como parte de la nueva estrategia que se
conociera públicamente la reunión que sostuvo en la sede de la Agencia
Central de Inteligencia (CIA) el mandatario brasileño, sabiendo que esto
generaría malestar y preocupación en diferentes sectores sociales de
Brasil y de Latinoamérica, acto que refleja una clara amenaza para los
sectores de la izquierda sudamericana, pues el presidente brasileño no
ha tenido pudor en hablar durante diferentes momentos a favor de las
pasadas dictaduras que fueran apoyadas justamente por la CIA y que
tantas vidas de latinoamericanos costaran. Bolsonaro desde su campaña
presidencial había manifestado su rechazo a ideologías de izquierda,
particularmente al socialismo, y desde sus primeros días en la
presidencia comenzó una serie de acciones para desarticular los
beneficios sociales producidos o alcanzados durante los años de gobierno
de Luis Ignacio Lula da Silva (hoy preso político).
Durante la
rueda de prensa que sostuvieron ambos mandatarios Bolsonaro dijo que
“Brasil y Estados Unidos están juntos en sus esfuerzos para asegurar las
libertades y el respeto a los estilos de vida familiares tradicionales,
el respeto a Dios, nuestro creador, contra la ideología de género o las
actitudes políticamente correctas, y contra las noticias falsas”, para
afirmar después que “Más y más gente está abriendo sus ojos frente a la
realidad del socialismo”. El discurso del mandatario brasileño se
adhiere a los deseos del imperialismo de combatir los logros alcanzados
por el socialismo del siglo XXI. En agradecimiento por la sumisión Trump
ofreció su apoyo para la entrada de Brasil a la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y habló de la posibilidad
de convertirlo en aliado militar estratégico fuera de la OTAN o incluso
al interior de dicho organismo internacional. El discurso belicista
resalta con facilidad, ambos países dejaron de nueva cuenta sobre la
mesa la posibilidad de una intervención militar contra Venezuela. Con
esta visita Trump ha logrado establecer con mayor formalidad su dominio
sobre la política exterior de Brasil y avanzar en la contraofensiva
ultraconservadora que vienen desde tiempo atrás planeando.
Latinoamérica está en constante disputa entre los intereses del
imperialismo y los proyectos progresistas, las agresiones abiertas a
Venezuela se diluyen por la fortaleza de la conciencia bolivariana al
interior de ese país, pero las otras formas de guerra continúan en
marcha. La campaña mediática sigue procurando exacerbar los ánimos,
queriendo dividir a la población y enfrentarla, las presiones económicas
aumentan para Cuba y Venezuela, en los últimos días se implementaros
más sanciones para los bancos venezolanos, medidas que buscan sofocar la
economía y generar una crisis profunda. La paulatina desintegración de
UNASUR con la salida de Colombia en el 2018 y recientemente de Ecuador,
desvanece la unidad bolivariana impulsada por Hugo Chávez. La creación
de un organismo nuevo denominado Foro para el Progreso de América del
Sur PRONASUR de carácter ultraconservador es parte de la estrategia de
avance y reconfiguración geopolítica, Chile, Colombia, Argentina,
Brasil, Ecuador, Perú y Paraguay firmaron la declaración y establecieron
las primeras medidas que encabezará Chile como primer presidente de la
organización durante doce meses, tiempo que al concluir pondrá en manos
de Paraguay dicha dirigencia.
La historia latinoamericana
suscribe diferentes organismos de integración muchos con injerencia o
presencia de los Estados Unidos como la OEA, PRONASUR congrega a los
principales aliados actuales del imperialismo en la región, todos
actores abiertos o encubiertos a favor de las agresiones efectuadas
contra Venezuela. Particularmente Brasil se convierte en punta de lanza,
la visita de Bolsonaro a Trump cierra el ciclo de reacomodo diplomático
y abre en un periodo de corto plazo el establecimiento y ejecución de
políticas impopulares y antisocialistas, como las reformas al sistema de
jubilación que mantiene en protesta a amplios sectores de la población
brasileña. El avance ultraconservador amenaza la estabilidad de la
región sumando logros para su causa en materia de diplomacia, la
adhesión de gobiernos sumisos al proyecto hegemónico del imperialismo
estadounidense. Es la hora de la necesaria conciencia y despertar de los
pueblos latinoamericanos para frenar la nueva ola de la derecha
fascista en la región.
Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas
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