▲ Centroamericanos que viajaron en caravana son custodiados por agentes de la Patrulla Fronteriza en San Diego, California.
La política migratoria de esta administración incluye
un gran cambio de tonopara dejar atrás los retenes policiales y otras formas similares de control hacia el flujo de personas en el país, señaló Tonatiuh Guillén, comisionado nacional de Migración, al referirse al plan nacional en la materia que presentará hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se establecerá claramente el respeto estricto a los derechos humanos, así como el cumplimiento del pacto mundial sobre migración, en el cual México se compromete a una movilidad ordenada, segura y regular, indicó el funcionario en entrevista realizada en la Secretaría Gobernación, entidad responsable del diseño y puesta en marcha de esa política del país.
El miércoles pasado, la titular de la dependencia, Olga Sánchez
Cordero, dijo que no se negará el ingreso a ningún extranjero en
situación irregular, siempre y cuando se registre.
En la frontera sur, indicó entonces, sólo habrá una puerta; “a
cualquiera que quiera entrar sin documentos le vamos a decir: ‘fórmate
en la cola y vas a ingresar al país. Vamos a poner módulos para
identificarlos y hacer un registro ordenado de todos los migrantes”.
En momentos en que ocurre un flujo alto de extranjeros –incluida la
movilidad en caravanas que han ingresado a México desde el pasado 19 de
octubre– y un cúmulo de peticiones de refugio, los funcionarios del
sector apuestan a la apertura en favor de los migrantes, especialmente
los procedentes del Triángulo Norte de Centroamérica.
Hay un gran cambio de tono en el escenario. Los derechos humanos son una regla fundamental, señaló Guillén.
El gobierno mexicano firmó un acuerdo con Honduras, El Salvador y
Guatemala para impulsar el desarrollo en la región, otra de las bases de
atención estructural del problema, añadió el comisionado.
Hay dos grandes principios que han planteado el Presidente y la secretaria de Gobernación: derechos humanos y desarrollo, precisó.
De enero a septiembre de 2018 fueron presentadas ante la autoridad
migratoria 118 mil 266 personas, la mayoría (106 mil 60) procedentes de
Centroamérica. Y de ese grupo, la mitad son hondureños.
El pico se dio en octubre, al registrarse 17 mil 995 extranjeros en presunta situación irregular.
El promedio de repatriación es de 85 por ciento para el caso de los centroamericanos.
En tanto, de enero a agosto, la Comisión Mexicana de Ayuda a
Refugiados recibió 14 mil 544 solicitudes de asiloi, el cúmulo mayor
desde 2013, cuando se inició la estadística de peticiones de este tipo
de protección del Estado mexicano. La mayoría son de Honduras y
Venezuela.
Foto Afp
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
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