“Los invito a seguir
apostando al Mercosur”, dijo en Montevideo el mandatario argentino
Mauricio Macri al asumir el martes la presidencia pro témpore del bloque
regional. Lo que no dijo es a qué Mercosur se debe apostar, ya que el
presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro, estudia transformarlo en un
área de libre comercio similar al norteamericano que integran Estados
Unidos, México y Canadá.
La iniciativa bolsonarista, difundida por la
prensa brasileña, incluiría la eliminación tanto del arancel externo
común como de la restricción para negociar de manera bilateral con
terceros países, medidas que cambiarían radicalmente el perfil del
bloque.
En su asunción en Montevideo, en la 53 Cumbre de Jefes de
Estado, los presidentes de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Uruguay
Tabaré Vázquez; de Brasil Michel Temer y de Bolivia (estado asociado al
bloque), Evo Morales escucharon sus impresiones y soportaron –sin
mayores comentarios- sus agresiones a Venezuela.
Sobre el
Mercosur, Macri sostuvo que “propusimos adaptarlo a las realidades del
siglo XXI y avanzar en una ambiciosa agenda externa de negociaciones”.
“Hoy quiero renovarles esa visión y el compromiso absoluto de la
Argentina con el Mercosur. Tenemos que redoblar los esfuerzos en nuestra
agenda externa”, indicó.
Invitó a los restantes mandatarios del
bloque regional “a dejar atrás cualquier improductivo debate
existencial (…) Todavía queda mucho trabajo por delante, que se debe
continuar avanzando sobre las cuestiones concretas de nuestra
integración, de manera franca y sin vacilaciones, para alcanzar
resultados que beneficien a la gente”, afirmó Macri.
Consideró
que “en estos años se avanzó como nunca antes con la Unión Europea, pero
no es la única negociación ya que hay muchas conversaciones en marcha y
es enorme el potencial para negociar con más países y bloques”. Lo
cierto es que desde hace 20 años se negocia un Tratado de Libre Comercio
con la UE, y pese a aceptar las exigencias europeas, Macri fracasó en
su último intento durante la cumbre del G-20 en Buenos Aires, donde el
presidente francés Emmanuel Macron, le dijo que no estaba dispuesto a
firmar el acuerdo.
En su discurso en la cumbre, el presidente
uruguayo Tabaré Vázquez, destacó el “compromiso con el Mercosur” del
presidente saliente de Brasil, el golpista Michel Temer. Sostuvo que
quiere “un Mercosur con contenido y con porvenir, con países que lo
integren fuertemente democráticos, que respeten y valoren la
democracia”.
El Mercosur “es lo mejor que quienes lo integramos
hemos sabido o podido construir en forma conjunta, en un contexto
dinámico y complejo”, manifestó Vázquez, quien comentó que el bloque
está dispuesto a “explorar posibilidades en términos y plazos
razonables, pero no a perder tiempo ni a firmar cualquier tipo de
acuerdo”.
.Temer, en su despedida. opinó que se le devolvió al
Mercosur su “verdadera dirección”. “Abrimos el Mercosur, y esta tiene
que ser la tónica, una apertura cada vez más eficiente”, expresó. Afirmó
que los actuales gobiernos del bloque comparten “identidad de
propósitos” y un mismo “empeño” para alcanzar acuerdos internacionales.
Macri
anunció que la presidencia pro témpore de Argentina apostará a un
bloque “abierto e integrado al mundo, que sea un espacio para que los
emprendedores y las pymes inviertan y desarrollen todo el potencial de
nuestra región”. Remarcó que “El Mercosur es la plataforma que elegimos
para salir juntos al mundo; los invito a dejar atrás cualquier
improductivo debate existencial”, dijo.
El debutante presidente de
Paraguay, Mario Abdo, sorprendió al afirmar que hay que pensar “en el
Mercosur de la gente” y afirmó que para su país, la integración regional
“es un imperativo”, aunque debe construirse “con respeto a las
autonomías de cada país”. Mencionó la necesidad de impulsar mecanismos
eficientes de facilitación del comercio y de superar las asimetrías.
Abdo
abogó por la entrada inmediata al Mercosur de Bolivia, que está en
proceso de adhesión al bloque como miembro pleno. El presidente
boliviano, Evo Morales, comenzó su discurso confesando que Uruguay es
para él “fuente de inspiración”, ya que es “la tierra del gran escritor
Eduardo Galeano”.
“En estos tiempos, donde se presentan problemas
económicos, el Mercosur debe estar más unido. Lamentablemente, a veces
somos víctimas de guerras comerciales, de concentrar la riqueza en pocas
manos”, afirmó Morales. Dijo que el Mercosur debe ser para
“integrarnos, no para expulsarnos ni para marginarnos”, en clara
referencia a la suspensión de Venezuela.
Morales sugirió que los
ministros de Economía y los presidentes de los bancos centrales de los
países del Mercosur se reúnan para estudiar “qué problemas podemos tener
de acá a cinco o diez años en la parte económica”. “A veces nos hemos
enfrentado por defender a nuestros pueblos, a nuestros modelos, pero
somos una gran familia”, concluyó.
Al final de la reunión, Vázquez
resumió las decisiones adoptadas en la cumbre, entre ellas, el acuerdo
que permite el reconocimiento de títulos de grado de educación superior
del Mercosur y la reestructura del Fondo de Convergencia Estructural.
El guión de EEUU
Si bien la cumbre se desarrolló en un clima cordial entre mandatarios
con visiones ideológicas en algunos casos opuestas, hubo referencias a
la situación política y social de Venezuela, que para los analistas
locales marcan la necesidad del presidente argentino de marcar su
alineamiento con los dictados de Estados Unidos.
Macri, repitió
el argumento de Washington y aseguró que la región enfrenta “una crisis
humanitaria”. Reclamó aunar esfuerzos inmediatos para resguardar “los
derechos de millones de venezolanos que escapan del hambre, la
violencia, la falta de oportunidades y de la dura represión de su propio
gobierno”. Olvidó mencionar que mantiene presa desde hace tres años a
Milagro Sala, parlamentaria del Mercosur y dirigente social, contra las
disposiciones internacionales.
El mandatario argentino sostuvo
que el gobierno de Nicolás Maduro “llevó a cabo un proceso electoral
fraudulento, destruyendo la democracia bajo banderas populistas que
tanto daño le han hecho a nuestra región”.
A su turno, el
presidente boliviano Evo Morales afirmó que “la crisis humanitaria”
actual es provocada por “el lujo” y “el consumismo”.
Luvis Pareja. Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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