Entrevista a James Petras, activista y académico estadounidense
James Petras habla
sobre la cultura de guerra imperante en Estados Unidos y sus efectos en
la población. Se refiere a la importancia de la lucha estudiantil actual
contra las armas, entre otros temas.
James Petras:
[…] Lo peor de todo, para hablar claramente, es la cultura de guerra que
está fomentando la mentalidad bélica y asesina. Cuando tienes 7 guerras
simultáneas por más de 15 años, has sembrado la mentalidad que afirma
que el problema se puede resolver con las armas. Y más allá de eso
tenemos el gatillo fácil de la policía que cada semana mata
afroamericanos y otros más. Y tenemos también a los medios de
comunicación donde todas las novelas y los policiales muestran cómo se
pueden utilizar las armas para resolver problemas. Los medios de
comunicación, la cultura de guerra han creado un tipo de psicosis que
penetra la mentalidad de personas que están inestables. Y como los
gobernantes desde la época de Reagan están cerrando los lugares que
tratan problemas de salud mental, cualquier persona con problemas
mentales no tiene lugar donde ir ahora, tiene que buscar algún familiar,
pagarle a un psicólogo y mucha gente que tiene problemas no está
dispuesta a hacer esto. Entonces, la falta de tratamientos para personas
con problemas mentales, la falta de una cultura que cultive la
resolución pacífica de problemas y las guerras constantes ha creado el
clima para estos asesinatos. Los estudiantes dieron el primer paso,
cuestionando las leyes sobre las armas y tratando por lo menos de
restringir el acceso y la circulación.
M.H.: En estos
días estuve leyendo un libro de relatos que escribiste hace 20 años, en
uno comentás cómo comenzó la lucha en Berkeley, y ahora te escucho
diciendo “las más grandes movilizaciones desde Vietnam” y estamos a las
puertas de un nuevo aniversario del comienzo del Mayo Francés, un 22 de
marzo de 1968, pero cuatro años antes comenzó la lucha en Berkeley y
fuiste un protagonista principal.
J.P.: Es cierto.
Nuestra generación estaba luchando contra las guerras y contra la
discriminación racial. Y buscando liberar al pueblo de las guerras,
eliminar el racismo institucional. Tuvimos algunos éxitos después de 6
años de lucha, terminando la guerra en Vietnam y avanzando pero no
terminamos la lucha por la liberación de las minorías. Ahora tenemos
problemas similares con los inmigrantes y la política gubernamental de
expulsar a millones de sus trabajos, de sus familias y sus estudios, eso
forma parte de esta movilización estudiantil, con mucha simpatía hacia
los estudiantes que quieren expulsar del país, hay muchos
mexicanos-americanos que han pasado su vida aquí y es muy parecido al
problema que tuvimos en los 60, con una diferencia, ahora es mucho más
grande y extendida la lucha, va mucho más allá de las Universidades y
las aulas de los secundarios, es un problema público porque todas las
masacres ocurren en los espacios públicos, atacando a los estudiantes en
escuelas públicas.
Ante esto Trump quiere armar a los
maestros, al servicio de limpieza, no quiere entrar en la profundidad
del problema. Ningún maestro quiere manejar armas en las aulas. ¿Cómo se
puede enseñar con pistolas en el cinturón? Es un país de locos y el
Presidente Trump está a la cabeza de los locos. En este sentido los
estudiantes quieren aprender, quieren profundizar el desarrollo de la
educación pública. A las elites no les molestan los asesinatos porque
tienen sus hijos en escuelas privadas, no necesariamente enfrentan
problemas, están bien protegidas sus comunidades, entonces no están
preocupados por las masacres.
M.H.: Te quiero preguntar por el nombramiento de John Bolton.
J.P.:
John Bolton es un extremista al estilo Hitler. Quiere resolver todos
los problemas con bombas. Cuando habla de Irán habla de tirar bombas,
cuando habla de Corea del Norte habla de echar bombas, cuando habla de
Palestina habla de asesinatos. Es un partidario 100 % de Israel, casi un
agente de Israel. Bolton tiene mucha influencia en el gobierno ahora
porque es el principal asesor de seguridad nacional de Trump, entonces
él con Pompeo, el nuevo canciller que es otro extremista, piensan con la
pistola, no con la cabeza. Ahora están inventando a Rusia como enemigo
con esta idea de que estuvo involucrada en envenenar a una ex doble
agente pero no tienen ninguna prueba, aunque todos los europeos están
agrupados ahora expulsando diplomáticos rusos. Sin pruebas, sin examinar
la materia sobre la mesa.
Entramos entonces en un período de
mucha volatilidad, de muchas posibilidades de guerras nucleares y es
algo que nos tiene que preocupar y espero que pronto construyamos un
gran movimiento popular anti guerra. Es una gran necesidad en este
momento. Los estudiantes empiezan a tratar el problema de la violencia
en las escuelas pero la violencia está generalizada ahora, está pasando
más allá de cualquier lugar, se ha extendido a todo el mundo.
M.H.: A
comienzo de los 2000 tu presencia a en la Argentina nos ayudó mucho. Sé
que tu estado de salud no nos permite tenerte ahora con nosotros. Pero
si pudieras venir a la Argentina, ¿qué nos dirías?
J.P.:
Lo primero es movilizaciones unificadas, cada sector ahora hace
huelgas: los mapuches, los maestros, cada sindicato tiene su propia
reivindicación... La primera cuestión es unificar las fuerzas. Segundo,
extender y profundizar las luchas, como los piqueteros en los 2000 que
paralizaron la economía, paralizaron la circulación, paralizaron el
funcionamiento del sector financiero. Recuerdo nuestra primera discusión
cuando eras un delegado sindical bancario muy activo. Recuerdo que ese
era un factor importante atacando el Banco de Boston y otros sectores
influyentes en la clase alta. Creo que algo similar debe pasar, la lucha
callejera se tiene que profundizar y empezar a afectar el
funcionamiento económico. Las denuncias son un paso, las movilizaciones
pacíficas son otro paso, pero más allá de eso hay que paralizar el
funcionamiento de los instrumentos económicos del poder.
M.H.: Te dejo el cierre.
J.P.:
Creo que lo importante es un diálogo que podría internacionalizarse.
Ahora hay ataques contra el gobierno de Venezuela, hay enfrentamientos
en Brasil, están preparando atacar al gobierno de Bolivia, lo que falta
es una Internacional, un agrupamiento de todos los afectados por la
ultra derecha que ha tomado el poder. Creo que una gran asamblea
internacional de representantes y delegados de los sectores populares
sería muy importante. Tenemos que internacionalizar la lucha y
profundizarla, afectando a los instrumentos de poder.
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