Informe post electoral de Paraguay
El domingo 22 de abril
se celebraron las séptimas elecciones generales desde el fin de la
dictadura stronista (1954-1989). Con el 99,67 % de las mesas escrutadas,
los más de 4,2 millones de ciudadanos habilitados para votar
registraron una participación de tan sólo el 61,40 % -el porcentaje más
bajo desde el retorno a la democracia en 1989-. Mario Abdo Benítez,
candidato derechista de Asociación Nacional Republicana (ANR) o Partido
Colorado, se impuso con el 46,44 % de los votos por sobre Efraín Alegre,
candidato liberal de Alianza Ganar –Partido Liberal Radical Auténtico
(PLRA) y Frente Guasú (FG)- quién obtuvo el 42,74 % de los votos. De
este modo, el hijo del secretario privado del exdictador Alfredo
Stroessner será el presidente del Paraguay por los próximos cinco años.
Es importante señalar que la diferencia entre ambos candidatos ha
sido muy exigua –algo más de tres puntos porcentuales-, y es de hecho la
más acotada desde el retorno de la democracia. Es decir, todo lo
contrario a lo que vaticinaban varias encuestadoras, las cuales
auguraron diferencias de hasta más de 30 % a favor de Marito. Con los
grandes medios y las encuestadoras en contra, Alegre se las ha ingeniado
para crecer casi seis puntos porcentuales respecto a su performance de
2013 –en buena medida gracias a su alianza con el Frente Guasú-. Sin
embargo, no le alcanzó para dar el salto y alzarse con la Presidencia en
un país que ha sido gobernado hegemónicamente por el partido Colorado
por más de 70 años, con la única excepción del triunfo de Fernando Lugo
en 2008. Frente a un resultado tan reñido, la pregunta que queda latente
es: ¿qué porcentaje del resultado puede explicarse por la instalación
de una segura victoria de Abdo por parte de las encuestadoras?
Un nuevo ¨desacierto¨ en las encuestas
No debe sorprendernos, es ya moneda corriente observar que las
predicciones electorales no se cumplan. Pero en esta ocasión, la
maniobra ha sido por demás burda. ¿Habrá quien pueda explicar por qué
encuestadoras como First Análisis y Estudios (del cuestionado Francisco
Capli) o el Instituto de Comunicación de Arte (ICA) otorgaban en la
previa una ventaja a Mario Abdo de 26,3 % y 31,4 % respectivamente?
¿Alguien todavía cree que dichas encuestas, que erraron nada más y nada
menos que por 22,6 y 27,7 puntos porcentuales, fueron hechas con total
seriedad y transparencia? Resulta un tanto inverosímil.
Fuente: elaboración propia en base a datos de abc.com.py[i],
nanduti.com.py[ii], lanacion.com.py[iii][iv], ultimahora.com[v],
hoy.com.py[vi] y resultados.tsje.gov.py[vii]
Lo más
lógico sería pensar que las encuestas son cada vez más un instrumento de
instalación de candidaturas, a fin de hacernos creer que las tendencias
son irreversibles. Esto puede funcionar a muchos niveles en calidad de
profecía autocumplida, ya sea en su variante de ¨voto a ganador¨, u
operando como un factor de resignación y desgano por una segura derrota.
Con relación a esto último, es llamativo que el nivel de participación
haya bajado en más de siete puntos porcentuales respecto de las
elecciones generales de 2013. ¿Qué relación pudo haber habido entre la
percepción de que los comicios estaban resueltos de antemano, con una
diferencia abismal a favor de Abdo, y el bajo nivel de participación
registrado? Es una pregunta sin respuesta, pero que invita a
reflexionar.
Incertidumbre en el Congreso
Para estas elecciones se presentaron un total de 29 listas de
candidatos para el Senado, entre partidos políticos, movimientos y
concertaciones. Un dato llamativo es que por primera vez dos ex
mandatarios -Nicanor Duarte Frutos (ANR) y Fernando Lugo (FG)-, además
del actual presidente, Horacio Cartes, se presentaron en la búsqueda de
una curul en la Cámara Alta. El otro dato de color es que, del total de
las listas, tan sólo cinco estuvieron encabezadas por mujeres –situación
que se agravó aún más para las presidenciales, en las cuales no hubo
ninguna mujer como cabeza de lista-.
De acuerdo con los
pronósticos –perfectamente falibles- el PLRA y ANR podrían perder una
importante cantidad de bancas, a favor del Frente Guasú, quien
resultaría mejor posicionado, y el voto cruzado había sido alto. De este
modo, se espera que en ambas Cámaras no haya mayorías, por lo que Abdo
debería negociar con la oposición. Sin embargo, aun no hay precisiones
debido a que ¨la Justicia Electoral informó anoche que recién una vez
terminada la carga de datos preliminares correspondientes a la
presidencia de la República comenzarán a contabilizar los datos
correspondientes a la Cámara de Senadores.¨[viii]
Sin grandes cambios en las Gobernaciones
Si bien con algunos enroques, el número de Gobernaciones ganadas por
cada partido no ha variado prácticamente. El Partido Colorado continuará
teniendo en su poder más de dos tercios de las Gobernaciones, sumando
en esta ocasión una más que en 2013 (13 en lugar de 12). Por su parte,
el PLRA que había obtenido 4 Gobernaciones en 2013 no sufrirá
variaciones (si contamos Caaguazu donde triunfó Alianza Ganar como
propia) mientras que la Alianza Pasión Chaqueña (APC) perderá su única
Gobernación. Los resultados entonces son los siguientes:
El PLRA venció en Concepción, Cordillera y Amambay.
Alianza Ganar triunfó en Caaguazu.
El Partido Colorado se impuso en San Pedro, Guairá, Caazapa, Itapua,
Misiones, Paraguarí, Alto Paraná, Central, Ñeembucu, Canindeyú, Pte.
Hayes, Alto Paraguay y Boquerón.
De este modo, los cambios
se darían en Concepción (pasó del ANR al PLRA), Caaguazu (de ANR a
Alianza Ganar), Central (del PLRA al ANR), Ñeembucu (del PLRA al ANR) y
Pte. Hayes (del APC a ANR).
A modo de cierre
Paraguay ha elegido quién reemplazará a Cartes desde el 15 de agosto.
Los electores decantaron por la continuidad de un gobierno de derecha,
muy vinculado con los sectores agroexportadores, ¨sin respuesta alguna a
la situación de emergencia social que vive el país, donde más de un
cuarto de la población sigue en la miseria, mientras el PIB mantiene un
crecimiento sostenido del 4,5 %¨[ix]. Paraguay continúa siendo el país
más pobre de Sudamérica, al tiempo que el Partido Colorado sigue
comandando los destinos del país desde 1947. Por ende, nada hace suponer
que Abdo tendrá las respuestas para elevar la calidad de vida del
pueblo paraguayo.
Por último, la muy buena elección de
Alianza Ganar, reflejada en la mínima diferencia de 3,7% respecto del
Partido Colorado, abre un nuevo interrogante. Y es que, luego de un
resultado tan ajustado y con ejemplos recientes de candidatos que
perdieron en la primera vuelta para luego imponerse en el balotaje y
alzarse con la presidencia –como por ejemplo Kuczynski en Perú o Macri
en Argentina-, ¿no es momento de replantearse si el sistema electoral
paraguayo debe contemplar esta posibilidad?
Notas
[vi] http://www.hoy.com.py/politica/irreversible-victoria-de-marito-y-hugo-javier-segun-nueva-encuesta
[viii] http://www.ultimahora.com/tsje-se-tomara-su-tiempo-datos-el-senado-y-hay-incertidumbre-n1144186.html
Guillermo Javier González, investigador de CELAG
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