Que pena me da lo que sucede con Rigoberta Menchú, quién como indígena víctima del genocidio en su país pensamos era incorruptible, que tristeza porque con su conducta ofende no sólo a este pueblo que le ha abierto siempre los brazos, sino a sus propios familiares asesinados por un genocida, que pena me da que hable sin escuchar primero a los verdaderos involucrados, que pena me da que se preste para la foto sin conocer lo que hay de fondo, que pena me da porque cada dia se aleja más del deseo de Paz para los pueblos, que pena me da la sonrisa acartonada alejada de la empatía, solidaridad y apoyo, que pena me da que estreche las manos de quienes lastiman al pueblo, así como han lastimado a los suyos, que pena Sra Menchú que se diga embajadora de la Paz enjuiciando a quien le tendió la mano, el abrazo, la sonrisa, que pena por sus muertos.
Dónde quedo la joven que recordamos relatando su historia pidiendo Justicia ? como la historia de muchos indígenas en el mundo, la persecución, la criminalización, el despojo, el desplazamiento forzado, la tortura, el racismo, la indiferencia que tanto le dolía ? Dónde quedo la dignidad de no sentarse con los poderosos que reprimen, roban, se burlan, ofenden al pueblo, en qué momento cambió de bandera?
En qué momento se perdió Sra Menchú ? acaso cuando ganó el Premio de la Paz ? acaso dió por sentado que su figura era un pronunciamiento de NO IMPUNIDAD, acaso no continúan en su propio país motivos para rebelarse ? Cree usted que lo expresado no hiere, no ofende ? no tiene justificación todo lo que estos últimos días hemos escuchado y visto en su persona, no fué acaso que sus hermanos fueron acribillados por rebelarse a un gobierno infame ? estoy segura Señora que si sus familiares vivieran se sentirían decepcionados de su persona. Lo siento mucho pero Usted, para mi, como creo que para muchos, no es bienvenida a esta mi bella tierra México.
Hilda Venegas
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