Fernando Buen Abad Domínguez
Adital
Viene con demora de siglos un debate permanente que, en pie de
igualdad, permita repasar la agenda enorme de problemas, deudas y
proyectos que debería sostenerse con Europa sin que, los
latinoamericanos y caribeños, debamos pasar por algún besamanos, entrar
de rodillas y o ser tratados sólo como tierra prometida para el saqueo
y la impunidad. ¿Hacen falta pruebas?
Foto: TelesurTV
Ahora, la voluntad soberana de los países
que impulsan la nueva "multipolaridad” global, no sin olvidar que el
capitalismo sigue siendo la amenaza principal contra la especie humana
y contra el planeta tierra, entre contradicciones y problemas mil… han
abierto foros de discusión que no siendo por sí solos garantía de
entendimiento sí son termómetros nuevos para saber en qué etapa de su
agonía está la formula añeja del "dialoguismo” de apariencia, del
conversatorio demagógico y del asambleísmo diplomático probadamente
inútiles durante siglos. Son termómetros y algo más.
Un logro de estas plataformas nuevas es la
oportunidad de consolidar una agenda de los pueblos meta mano a fondo
en los problemas que son medulares. Esos son en primer lugar conflictos
de base económica que ascienden hasta las cumbres de no pocas
aberraciones ideológicas. La agenda económica impuesta a Latinoamérica
y al Caribe es, históricamente, asiento de barbaridades mil veces
denunciadas y mil veces ignoradas. Han explotado a la clase trabajadora
de las maneras más inhumanas, han saqueado las riquezas naturales con
absoluta irresponsabilidad e impunidad y han abusado de la confianza y
la generosidad de los pueblos donde han levantado negociados privados y
trasnacionales de todo tipo con el agua, el gas, el petróleo, la luz,
los bancos…¿Hacen falta números?
Pero la base económica burguesa impregna a sus
cumbres ideológicas que, a su vez, expresan nítidamente al capitalismo
gracias al papel de los "medios de comunicación” mercantiles que operan
como armas de guerra ideológica. Base y cumbre son, en el mapa del
capitalismo en fase imperial, un núcleo duro para el debate que se abre
en las cumbres como la II Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la UE. Entonces la agenda es más
compleja porque no supone sólo el tratamiento de convenios comerciales,
de ayer y de hoy, como si se tratase de arreglos virginales en los que
no prima un plan de ideológico con riesgos de corto, mediano y largo
plazo. Es ejemplo claro de esto el tablero de negociaciones de los
monopolios editoriales que sueñan con campear a sus anchas en toda
America Latina y el Caribe controlando incluso la producción de textos
académicos en instituciones privadas y públicas. Ellos babean por esos
contratos y por esas fórmulas de colonialismo ideológico. Pero este es
sólo un ejemplo.
Esa fórmula ya la han impuesto y disfrutado con
los monopolios mediáticos que han sabido implantar e infiltrar de mil
modos en todo el continente. Reinan a sus anchas en la semántica y en
la distribución, capacitan servidores serviles a su modelo, crean
asociaciones, fundaciones u ONG al antojo de un mercado concentrado en
ellos que ha venido convirtiéndose en amenaza y peligro concreto contra
las democracias latinoamericanas. Ya nos lo tenía advertido el informe
MacBride y no obstante hoy es uno de los problemas regionales mayores
al lado de la Guerra Económica orquestada en todas partes.
Disfrazados como noticieros, agencias de
publicidad, escuelas de comunicación, asociaciones de profesionales o
empresarios… incluso como partidos políticos, los imperios mediáticos
en Latinoamérica, infiltrados por el Grupo PRISA de España, las
agencias de publicidad francesas o italianas, las marcas de
automóviles, los bancos y la industria petrolera, sin mencionar al
negocio de las armas y del crimen organizado que se camuflan de maneras
complejas; están causando estragos peligrosos en la región no sólo
desde el punto de vista del secuestro de una actividad económica
central sino desde el punto de vista del daño a la integridad política,
mental y emocional de los pueblos. ¿Hay que recordar lo que hizo el
diario El País con la imagen de un enfermo atribuida al presidente Hugo
Chávez?
Vinimos a decir que está en marcha la tarea de
completar las independencias de nuestros pueblos y que un mosaico
diverso y profundo de soberanía está abriendo caminos a una praxis
revolucionaria nueva a pesar del capitalismo en su fase imperial
globalizada. Vinimos a decir que de no ser por mil y una intromisiones
inhumanas ya seríamos la unidad de pueblos que soñaron Hidalgo,
Bolívar, San Martín, Martí… Fidel y Chávez. Vinimos a decir que más
grande que la historia dolorosa que nos pesa es el futuro que tenemos
entre manos y que defenderemos, con Paz, con democracia verdadera, con
desarrollo justiciero y con emancipación en las cabezas y en los
corazones. Vinimos a decir que contamos con las armas de la crítica y
de ser necesario con la crítica de las armas, que nuestro amor por la
Paz no nos hace pacifistas bobos y que no vamos a dejarnos chantajear
por los lebreles de las industrias belicistas planetarias. Vinimos a
decir que queremos ser vistos con respeto y como iguales, para el bien
de todos, y no como idénticos a los poderes burgueses. Que en nada nos
parecemos y que nuestras diferencias radican en que queremos salvar,
unidos, al planeta y a la humanidad. No es mucho pedir. Apenas es lo
justo.
Otra cosa es que "escuchen” o que "coincidan”
porque sabemos que a los pueblos sólo los salvan los pueblos.
Especialmente tenemos las manos llenas de escepticismos, tenemos las
cabezas cargadas con dudas y con interrogatorios; tenemos hartazgos y
hambre de justicia y hambre de dignidad. Tenemos especialmente un mundo
que ganar para que sea nuevo porque será socialista y será científico
cargado con poesía de lucha y belleza de victorias. Tenemos, en fin,
especialmente la razón y mil razones… y principalmente nada tenemos que
perder porque nos asisten las más encumbradas causas que sustentan las
bases revolucionarias desde siempre y hasta el futuro. Y eso no es
poco. Sépanlo.
Fuente:Rebélion
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