Miles de simpatizantes del Frente de Resistencia de Honduras
conmemoraron con una manifestación el sexto aniversario del golpe de
Estado que expulsó del gobierno al presidente constitucional Manuel
Zelaya, mientras el actual mandatario Juan
Orlando Hernández llamaba a otra marcha para contraponerse a la de la
principal fuerza de oposición, pero convocada en repudio a la
corrupción que aqueja, precisamente, a su administración.
El 28 de junio de 2009 miembros del Ejército sacaban de su
residencia a Zelaya en pijama y lo trasladaban, primero a la base aérea
estadounidense de Palmerola, a menos de 100 kilómetros de Tegucigalpa y
luego lo expulsaban a Costa Rica.
El motivo aducido para el golpe, avalado por la Corte Suprema de
Justicia y el grueso del Parlamento, fue la convocatoria que hizo
Zelaya a una consulta popular para reformar la Constitución y permitir,
entre otras modificaciones, la reelección presidencial, algo que ahora
aprobó el Congreso hondureño a pedido del mandatario Hernández.
Los manifestantes de ayer llamados por el izquierdista Frente
Nacional de Resistencia Popular (FNRP), marcharon desde la Universidad
Pedagógica hacia el parque central.
Otra movilización convocada por el derechista y gobernante Partido
Nacional (PN) recorrió el bulevar Suyapa. Ambas marchas se encontraron
en el trayecto y se generó un enfrentamiento a empujones y piedras que
dejó algunos lesionados leves.
“La crisis en Honduras es histórica, el golpe de Estado lo que hizo
fue agravarla”, afirmó durante la manifestación el ex presidente
Zelaya, mientras que uno de sus principales asesores, Rasel Tomé,
sostuvo que esa asonada significó “el despertar de la conciencia del
pueblo” frente a problemas como la pobreza y la violencia, y citó como
ejemplo las movilizaciones masivas de los llamados “indignados”.
“Fuera JOH”, gritaban los manifestantes, refiriéndose al presidente
Juan Orlando Hernández. “Queremos la Cicih”, gritaban también, en
alusión a su reclamo de que se cree una Comisión Internacional contra
la Impunidad de Honduras de la ONU, a imagen y semejanza de la que
destapó escándalos de corrupción en Guatemala.
Los manifestantes de la Resistencia se detuvieron en las cercanías
de Casa Presidencial, donde cuatro jóvenes indignados llevan a cabo una
huelga de hambre desde el martes exigiendo esa comisión internacional.
Desde hace cinco viernes los hondureños han participado en
movilizaciones de los llamados “indignados”, quienes exigen la renuncia
del presidente por supuestamente haber aceptado que el equipo de
campaña que lo llevó al poder en las elecciones de 2009 recibiera parte
de los 300 millones de dólares saqueados al Instituto Hondureño de
Seguridad Social (IHSS).
Telam
No hay comentarios:
Publicar un comentario