www.reproduccionsocial.edusanluis.com.ar
En
esta publicación trascribo los aportes de Moacir Gadotti frente al
problema planteado por la globalización neoliberal en el frente
educativo ¿Qué podemos hacer frente al aluvión?
Ya muchos
especialistas se han encargado de analizar el impacto de la
globalización en la educación, entre ellos, Martin Carnoy, de la
Universidad de Stanford (EE.UU), gran amigo de Paulo Freire. Él utiliza
el término “mundialización” (como los franceses) para designar el
fenómeno de la “globalización”. De acuerdo con Martin Carnoy, “dos
de los fundamentos esenciales de la mundialización son la información y
la innovación (…). La circulación masiva de capitales operativos, en la
actualidad, se basa en la información, comunicación y saber con
respecto a los mercados mundiales, y dado que el saber es altamente
transferible se presta fácilmente a la mundialización (…). La
mundialización ejerce un profundo impacto sobre la educación en planos
bastante diferentes y, en el futuro, ese fenómeno se hará mucho más
perceptible a medida que las naciones, regiones y localidades aprendan
cuál es el papel fundamental de las instituciones educativas, no sólo
para transmitir los conocimientos necesarios para la economía mundial,
sino también para reincorporar a los individuos en nuevas sociedades
construidas sobre la base de la información y el saber”.
La globalización como proceso es algo que data de la antigüedad. Lo que
nosotros observamos hoy es la globalización de un modelo de sociedad,
el capitalista. Ya hemos pasado por otros procesos de globalización: la
helenización, la romanización, la evangelización, la misión
civilizadora de la colonización y, hoy en día, el mercado global.
Walter Mignolo (2003) distingue en los últimos 500 años, cuatro
movimientos de este proceso reciente: Cristiandad, Misión civilizadora,
desarrollo y mercado global. Según él, “cada momento corresponde a
un proyecto global específico y, ciertamente, inaugura diferentes
historias locales que responden a los mismos proyectos globales.
Carnoy se refiere sobre todo a la globalización como fenómeno provocado
por la expansión de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías
de información. Sin lugar a dudas, hay muchas consecuencias positivas
del avance tecnológico, pero la tecnología, por si sola, no es
libertadora. La globalización capitalista neoliberal (globalismo)
trabaja con la noción de “gobierno” (aparatos administrativos) separada
de la noción de “estado”. El estado, además del gobierno, tiene una
dimensión simbólica que incluye la noción de ciudadanía. El estado no
sólo financia la educación, también construye valores, sentidos
(derechos, ciudadanía…). Para el “globalismo”, el ciudadano se reconoce
sólo como cliente, como consumidor, que tiene una “libertad de escoger”
entre diferentes productos. El ciudadano necesita estar bien informado
para “escoger”. Era por esto que él necesita saber del “ranking” de las
principales escuelas, las “mejores”. Ese ciudadano no necesita ser
emancipado. Sólo necesita “saber escoger” (Friedman).
El
argumento básico del modelo neoliberal está en la justificación de que
es el único modelo eficaz frente al fracaso de las economías
socialistas y del “estado de bienestar”. Esto impone la necesidad de
adaptar la educación a las exigencias de la “sociedad de mercado”
(sostienen que el sistema educativo está en crisis porque no está
adaptado para la globalización capitalista que considera la escuela
como una empresa que necesita someterse a la lógica de la rentabilidad
y la eficiencia), principalmente los contenidos, la evaluación, la
gestión de la educación, puesto que ellos están “atrasados”, al no
responder a las nuevas exigencias del mercado.
Contra esa
ofensiva neoliberal en el campo de la educación el Foro Mundial de
Educación aprobó, en su quinta edición, realizada en Nairobi (Kenia) a
finales de enero de 2007, una Plataforma Mundial en defensa del derecho
a la educación pública y contra la mercantilización de la educación. En
ese sentido, el Foro Mundial de Educación representa una fuerza real de
resistencia contra las amenazas de las políticas neoliberales y, al
mismo tiempo, una esperanza de construir la educación necesaria para
ese “otro mundo posible”. Plataforma del Foro Mundial de Educación.
1. Luchar por la universalización del derecho a la educación pública
con todas y todos los habitantes del planeta, como derecho social y
humano de aprender, indisociable de otros derechos, y como deber de
estado, incorporando la lucha por la educación a la agenda de lucha de
todos los movimientos y organismos involucrados en la construcción del
proceso del FME y del FSM;
2. Difundir una concepción
emancipadora de la educación, que respeta y convive con la diferencia y
la semejanza, popular y democrática, centrada en la vida, asociada a la
cultura de la justicia, la paz y la sostenibilidad en el mundo;
3.
Garantizar el acceso a la educación y el uso de la riqueza socialmente
producida, dándole prioridad a los oprimidos, silenciados, explotados y
marginados del mundo;
4. Promover el control social del financiamiento de la educación y la desmercantilización de la educación;
5.
Exigir que los gobiernos y organismos internacionales cumplan con la
prioridad que dan a la educación en sus declaraciones, pero no en la
práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario