El presidente Evo Morales anunció este jueves que “por cuestión de dignidad y soberanía” de Bolivia no permitirá el retorno de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), a la que expulsó en 2008 por injerencia en política.
Morales denunció al mismo tiempo “a Estados Unidos y otras naciones” de utilizar la lucha contra el narcotráfico” para ejercer control político y hegemónico en las naciones”.
“Haré respetar las leyes, dijo, y no permitiré que ningún extranjero o uniformado no nacional camine por nuestro territorio armado pretendiendo ejercer autoridad”.
Morales habló del tema en un acto de entrega de sables a oficiales de ejército recién egresados del colegio militar a raíz del apresamiento, el viernes en Panamá, del general de la policía boliviana René Sanabria, por cargos de narcotráfico.
Sanabria, que fue comandante de la fuerza especial de lucha contra el narcotráfico (2007-2008) y dirigió una unidad de inteligencia del ministerio de gobierno, es acusado de encabezar un grupo de policías que llevó 144 kilos de cocaína a Estados Unidos.
El presidente reveló que en Bolivia hay 38 oficiales de policía en prisión procesados por delitos de narcotráfico como testimonio de que su Gobierno “no tolerará que sean enlodadas las instituciones”.
Aclaró sin embargo, que “no se puede desprestigiar a toda una institución” por el hecho de que “algunos oficiales hayan caído en este delito”.
Según el gobernante, los resultados de los organismos nacionales en la lucha contra el narcotráfico “fueron mejores” que los de la DEA.
ABI
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