Washington, 30 mar (PL) La eventual decisión estadounidense de armar a los opositores al líder libio, Muamar el Gadafi, sumaría un nuevo ingrediente a la crisis en la nación árabe, opinan hoy comentaristas políticos.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, defendió esa posición la víspera en Londres. "Nuestra interpretación es que la resolución de la ONU (1973) enmendó o anuló la prohibición absoluta de armar a cualquier persona en Libia, de manera que pudiera haber una transferencia legal de armas si un país decidiera hacerlo", dijo.
Criterios parecidos expresó la embajadora estadounidense ante la Organización de Naciones Unidas, Susan Rice. En declaraciones a la televisora ABC, la diplomática aseguró que aún no hay una decisión en ese sentido, pero es una posibilidad que no está excluida a priori.
Al respecto, Fawaz Gerges, experto sobre cuestiones de Medio Oriente, en declaraciones a la británica BBC aseguró que dar armas a los rebeldes libios sería como echar gasolina al fuego.
El injerecismo en la crisis en la nación árabe, por otro lado, va de la mano de la actuación occidental.
En su intercambio con medios de prensa Clinton señaló, además, que los rebeldes libios van a necesitar fondos para seguir adelante.
Para el presidente Barack Obama la situación puede complicarse si se incrementan los gastos de la intervención militar, acción que no termina de convencer a los republicanos y a algunos demócratas.
El martes el Pentágono señaló que la acción contra Trípoli provocó gastos suplementarios de 550 millones de dólares a la que se sumarían otros 40 millones en las próximas tres semanas.
Desde que se inició la agresión el 19 hasta el 28 de marzo, las municiones, las horas de vuelo y el combustible para los aviones y barcos estadounidenses trajeron un costo extra de 550 millones de dólares, puntualizó la capitana de fragata Kathleen Kesler, portavoz del Pentágono.
No obstante, una mayor participación de Washington pudiera ser frenada por las recriminaciones contra Obama, por comenzar una guerra ilegítima y violar la Constitución, según críticos y detractores.
El congresista Dennis Kucinich exigió al presidente una explicación sobre por qué hubo tiempo para consultar a los 15 miembros del Consejo de Seguridad, a 22 integrantes de la Liga Árabe, a los 28 afiliados de la OTAN, pero no al Congreso estadounidense.
Esa actitud del presidente, añadió Kucinich, nos dejó sin la oportunidad de tener un debate completo y amplio, y expresó su intención de presentar una enmienda bipartidista para cortar los fondos de financiamiento a esa guerra.
Obama no debió llevar a los militares a la batalla sin consultar con el Congreso y explicar sus razones al pueblo estadounidense, subrayó el diario la víspera el diario The New Times.
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