Por Victor M. Carriba
Naciones Unidas, 30 mar (PL) El designado representante permanente de Libia ante Naciones Unidas, el nicaragüense Miguel D'Escoto, dijo hoy que aceptó esa responsabilidad como una obligación hacia un pueblo que está siendo masacrado.
Se trata de una masacre sin justificación alguna de un pueblo que necesita tener un vocero, alguien que hable en su nombre desde la organización mundial, dijo quien fue presidente de la Asamblea General de la ONU en el período 2008-2009.
En entrevista concedida a Prensa Latina en Nueva York, D'Escoto explicó que su acreditación fue pedida por el gobierno de Libia en una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pero que el organismo aún no ha dado respuesta a la misiva.
El vocero oficial adjunto de la ONU, Farhan Haq, declaró este miércoles a los periodistas que la organización "no ha recibido formalmente" ninguna carta sobre la designación del también excanciller nicaragüense como embajador de Libia.
Para el nuevo emisario del Estado norafricano, asumir ese cargo constituye una obligación "como sacerdote, como sandinista y como revolucionario, para asistir al pueblo de un país hermano que está siendo bombardeado".
Para mí es una cuestión ética y me siento honrado de hablar a favor de los más desprotegidos y marginados. Me preguntaron y tuve que aceptar, agregó.
El experimentado diplomático admitío que había un problema en Libia, "una guerra civil interna que no incumbe a nadie meterse" y subrayó que en ese país "la oposición está armada y cuenta con elementos de los más fundamentalistas dentro de Al Qaeda".
Sobre las acciones militares autorizadas por el Consejo de Seguridad contra el territorio libio, DÂ�Escoto apuntó que se trata de atacantes que dicen desempeñar "una responsabilidad de proteger que en la práctica es bombardear al pueblo libio".
Hay muchas muertes y es difícil lograr reportes detallados de lo que ocurre en todo el país, explicó, y vaticinó que "la gente se va a asustar cuando se de a conocer la información de manera oficial".
Acerca de las declaraciones hechas anoche por el presidente estadounidense, Barack Obama, el nuevo embajador de Libia consideró que resulta una gran hipocresía "pretender que están protegiendo a la gente que están matando".
"Quieren proyectar una imagen de compasión y misericordia y es totalmente lo contrario", aseveró.
Sin embargo, para D'Escoto el objetivo inmediato es lograr empujar al máximo para una propuesta de cese del fuego y recuerda que ese objetivo y el inicio de negociaciones fue reclamado por el papa Benedicto XVI.
Como un mensaje desde la ONU, el nuevo representante libio expresó su agradecimiento a las manifestaciones de solidaridad con el pueblo libio y afirmó que "no se puede permanecer pasivo ante las atrocidades contra Libia".
"Hay que tomar una posición justa y buscar el diálogo frente a la confrontación armada para solucionar el conflicto", precisó.
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