En medio de la
embestida diplomática, económica y el cerco militar dirigido por el
gobierno de los EEUU y sus países subalternos, el pueblo bolivariano de
Venezuela conmemoró los 200 años del histórico discurso del Libertador
Simón Bolivar de Angostura (15.02.1819) con movilizaciones de masas
cívico militares de repercusiones internacionales y regionales, así como
recordatorios de la lucha entre el panamericanismo bolivariano contra
el imperialismo anglosajón expansivo del siglo XIX, y con diversos
análisis históricos y políticos referidos a la situación geo estratégica
actual, dentro de los cuales me permito recomendar este: http://misionverdad.com/ columnistas%20/tres-notas- actuales-sobre-el-discurso-de- angostura.
La
reacción del gobierno estadounidense no se hizo esperar y, por medio de
su asesor nacional para la seguridad John Bolton, anunciaba al Mundo
que la rueda de la historia había girado dos siglos hacia atrás, y hoy,
marzo de 2019, seguía vigente la doctrina Monroe de “América para los americanos”,establecida
el 02. 12. 1823 por el entonces presidente James Monroe. (No en 1904
como dice la “fake new” de CNN, confundiéndola con la doctrina de “gran garrote”
del presidente Teodoro Roosevelt establecida en 1900, y con la cual el
Imperialismo estadounidense a partir de la amputación de Panamá a
Colombia en 1903, daría inicio a una seguidilla de ominosas invasiones e
intervenciones militares y violencias en su patio trasero
latinoamericano y caribeño, ver https://es.m.wikipedia.org/ wiki/), con lo cual se agrega un nuevo nudo a la contradicción general actual que
dinamiza el conflicto del Imperialismo global con el pueblo bolivariano
de Venezuela, enmarcándolo de forma clara y taxativa dentro del Nuevo
Orden Geográfico desigual del capitalismo trasnacional que está en curso
en esta era.
¿Es verdad entonces que en Nuestramerica
hemos retrocedido 200 años en la Historia, y que el ideal
anticolonialista y panamericanista de Bolivar esté obsoleto y haya
caído, como nos lo dicen algunos izquierdistas cooptados de Colombia?
No
lo creo. Por el contrario, se avecina y se ve un renacimiento del
fervor masivo del Pueblo trabajador, no solo venezolano sino de muchos
países nuestroamericanos, e incluso internacionalistas del resto del
planeta, recogiendo la estrella que lanzó Bolivar y Hugo Chávez recogió y
resembró en su terruño.
“El capital aniquila el espacio mediante
el tiempo” solía decir Marx, y lo ha logrado en la actualidad con tres
desarrollos vertiginosos de las fuerzas productivas a nivel Global o
mundial, junto con el desarrollo concomitante del neoliberalismo a nivel
supra-estructural: Uno, las aceleradas trasformaciones e
innovaciones en las tecnologías de las telecomunicaciones y de los
trasportes (¿Quién no tiene en su mano un móvil o celular, para
mantenerse todo el día alienado jugando y no pensar en nada más?) Dos,
en la reubicación de sus actividades industriales y comerciales en
lugares más cercanos a los medios de producción (materias primas
abundantes y fuerza de trabajo barato) Y tres, derivado de
lo anterior, una división internacional del trabajo y la construcción
de un paisaje geográfico desigual, con áreas metropolitanas
desarrolladas y áreas periféricas no desarrolladas o pobres altamente
degradadas en su medio social y medio ambiental. Reservorios de materias
primas estratégicas abundantes, con obreros calificados baratos y
gigantescas crisis ecológicas y sociales.
La lógica del capital
neoliberal trasnacional de la ganancia y el despojo permanente, a causa
de la lucha de clases que le es inherente, exige que para construir este
nuevo paisaje geográfico desigual, deba estar en un casi eterno proceso
de destrucción/construcción de riqueza, como de la naturaleza; de
industrialización/ desindustrialización o reubicación en nuevas áreas de
nuevas industrias y contaminación; de aglomeraciones
socio-industriales, vaciamientos, despojos y nuevas y mayores crisis
ecológicas: Es la dialéctica entre lo nuevo y lo viejo denominada
cínicamente como “destrucción creadora”, que ahora gracias a las
tecnologías tele-comunicadoras vemos en tiempo real: El cinturón del
oxido de los EEUU reemplazado por el enriquecido silicón valley, el
viejo Ruhr reemplazado por la rica Baviera y el sur alemán, el
aparecimiento de nuevas y prosperas industrias globales competidoras en
Sur Corea, Singapur, Hong Kong, la India, China y Rusia, pero
acompañadas por la generalización de una gigantesca crisis ecológica
Global, y de las imágenes aterradores de los bombardeos sobre los
habitantes civiles de ciudades totalmente calcinadas y destruidas en
Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, etc. Panorama desolador seguido
por el desfile sobrecogedor de millones de miserables refugiados de esas
guerras, pidiendo entrar en las opulentas metrópolis que los han
bombardeado para que salieran de allí huyendo.
Ante la llamada crisis de larga duración del precio del petróleo, se puso en marcha el “reordenamiento geográfico y geoestratégico de las áreas petroleras y de sus Estados nacionales”, que ya había anunciado David Rockefeller en los 80s, y así se inicia la era
en la que nos encontramos: el reordenamiento geo estratégico del Asia
central petrolera, el cercano oriente y el golfo pérsico: Afganistán,
Irak, los emiratos del Golfo, Arabia Saudita, Yemen, Irán, Siria,
Kurdistán, Libia y más reciente el que se está abriendo hoy en Argelia
como continuación de las destrucciones de los Estados de Libia y Túnez
en la región del norte africano de la periferia europea. Todos ellos
Estados nacionales ricos en petróleo o en sus derivados, o territorios
de paso para oleoductos y gasoductos.
Sin embargo, lo novedoso y
que marca un paso más en dicho proceso de reordenamiento geográfico
global; es la inclusión de Venezuela en la región latinoamericana y
caribeña, con la justificación ultra reaccionaria y la trasnochada
resurrección de la momificada doctrina imperialista Monroe, de 1823.
Con esto podemos entender cómo los Estados nacionales basados en el concepto de soberanía popular y nacional,
promulgados por la ilustración y la revolución francesa de 1789 que
inaugura el triunfo universal del capitalismo sobre sus modos de
producción anteriores (ideas y conceptos que en su tiempo fueron
formadores del intelecto del libertador Simón Bolivar y actualmente
sustentan la práctica del Estado venezolano) sean el objetivo uno A para
destruir por parte del sistema Global del Imperialismo neoliberal y sus
Estados subordinados. Basta con leer la lista de los países ultra
desarrollados o metrópolis que están en el centro de la agresión que se
desarrolla contra el Bolivarismo venezolano:
El Imperialismo
anglosajón (EEUU + Inglaterra), Europa, Japón, Canadá, Australia,
Israel, junto con sus Estados periféricos subdesarrollados subalternos o
títeres, algunos de ellos ocupados militarmente o donde se ubican las
800 bases militares que el US Army tiene repartidas en todo el globo
terrestre, especialmente Colombia, desde donde siguiendo la vieja
experiencia de la Nicaragua de los años 80, (¡Ay de míster Elliott
Abrams!) se pretende continuar implementado una letal combinación de
estrangulamiento económico y financiero, un cerco diplomático feroz, una
infiltración de mercenarios y narco paramilitares al estilo de la
“contra nicaragüense”, todo sumado a una actividad interna violenta y
desestabilizadora de guarimberos y delincuentes lumpenizados, que buscan
destruir el Estado Bolivariano de Venezuela.
Es evidente que en un contexto y en una era,
un tiempo y un espacio así; la palabra y la obra del Libertador Simón
Bolivar recobra inusitada vigencia. Tal y como lo dijera el apóstol José
Martí en 1893, a los 70 años de promulgada la doctrina Monroe: “Bolívar
está así en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aún en la
roca de crear, con el Inca al lado y el haz de banderas a los pies; así
está él, calzadas aún las botas de campaña porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía".
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