La mayoría de las personas centroamericanas que
ingresaron a México con las caravanas y han solicitado la condición de
refugio, manifiestan huir de la violencia y persecución, de acuerdo con
la representación en nuestro país del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (Acnur).
Con base en estadística de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados
(Comar) se tiene registro de más de 3 mil 200 personas que han
solicitado la protección como asilado a la República Mexicana. La
mayoría, provienen de Honduras y El Salvador.
El Acnur explica que las personas refugiadas son aquellas que se han
visto forzadas a huir de su país porque su vida, seguridad y libertad
están en riesgo.
Añade que en los flujos migratorios que ingresaron a nuestro país existen personas en alta condición de vulnerabilidad.
Cada uno con una historia distinta, pero con una misma esperanza poder reconstruir sus vidas en México.
De acuerdo con la información difundida por Acnur, esta agencia de
las Naciones Unidas, en coordinación con organizaciones de la sociedad
civil e instituciones mexicanas, apoya en el registro de la población
solicitante de asilo.
Asimismo, colabora con los albergues, ofrece información, asesoría
legal y apoyo sicológico a las personas solicitantes de la condición de
refugiado.
El organismo de Naciones Unidas destacó el papel que ha desempeñado
el ayuntamiento de Tapachula, Chiapas, al facilitar el uso del Centro de
Convivencias como albergue temporal durante un mes. En este espacio,
detalló, pudieron hospedarse un total de 197 hombres solos, brindándoles
comidas y un espacio seguro para dormir.
Por otro lado, Acnur mencionó la labor de la organización sin fines
de lucro FM4 Paso Libre, la cual ejerció funciones de administración y
manejo del albergue temporal.
El tipo de trabajo ha sido desplegado sobre dos niveles: de asistencia humanitaria básica y el acercamiento interpersonal y de escucha. Los valores institucionales son de dignificarlas experiencias de estos hombres refugiados, explicó un integrante de este organismo internacional.
Ana Langner
Periódico La Jornada
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