Por qué la corrupción fue un detonante de la crisis que atraviesa el estado guatemalteco, si ésta es vista como algo normal en el comportamiento de los politiqueros que se han alternado en el poder a partir de la vuelta a la etapa democrática. Incluso, a nivel social, estamos imbuidos en ese círculo maldito, y, por muy pequeñas que sean esas infracciones, son el pan diario. Esa normalidad, aupada por la carencia de satisfactores van paliando las escaseces de las mayorías para degenerar en querer poseer lo que el otro posee o aún más, sea como sea. Esto último entronizado en el espíritu humano en los sistemas clasistas donde los que ejercen poder poseen y por tanto, dominan, acentuándose con mayor exceso en el capitalismo donde los seres humanos se cosifican igual que cualquier bien y son ellos mismos quienes se compran y se venden.
Por tanto, el deber de lograr lo que no se puede por medios naturales, resulta ser usual. Salir de la pobreza es el objetivo como aquel o este otro lo hicieron no importando si para ello tengo que robar, corromper o corromperme. Total, pasado el tiempo, a pesar de esa condición deleznable que muchos tachan pero admiran en el fondo, querrán estrechar mi mano y sentarse a mi lado. Además, si los grandes se despachan con la cuchara grande y no hay sanción ni castigo terrenal ni divino, porque no habrían de hacerlo los pequeños que tienen la misión sagrada de alimentar a sus proles.
No obstante esa normalidad, que pasó para que la ciudadanía no aceptara hoy esas raterías y corruptelas de parte de los gobernantes, como lo ha hecho siempre. Tal vez, si éstas no hubieran sido tan burdas y descaradas; tan vulgares y cínicas, hubieran pasado desapercibidas. Pero no, hubo engolosinamiento, empezando con la vicemandataria que no solo abusó de los fondos públicos sino además actuó con prepotencia, lo cual colmó el vaso de la ciudadanía.
No obstante esa normalidad, que pasó para que la ciudadanía no aceptara hoy esas raterías y corruptelas de parte de los gobernantes, como lo ha hecho siempre. Tal vez, si éstas no hubieran sido tan burdas y descaradas; tan vulgares y cínicas, hubieran pasado desapercibidas. Pero no, hubo engolosinamiento, empezando con la vicemandataria que no solo abusó de los fondos públicos sino además actuó con prepotencia, lo cual colmó el vaso de la ciudadanía.
Y es que esos hueveos que fueron monumentales se destinaron a pagar gastos estrambóticos, estrafalarios y ostentosos por parte de los funcionarios provocando crisis en los servicios básicos esenciales de la población, tanto de la clase baja como de las capas medias: salud, educación y seguridad. Además, por si eso fuera poco, los gobernantes y sus amigos fueron también por los bienes de los pobres en una forma vil y directa. Se expulsaron e invadieron las tierras de los que aún poseen bienes y se decidieron sobre ellas con el falaz argumento de que son del Estado, provocando furor en aquellos a quienes siempre se ha atropellado. Bastó la chispa que prendiera el fuego la cual llegó con la insolente y desfachatada zumba de querer engañar a la opinión pública con que la fórmula mágica vertida en el lago de Amatitlán era la solución a su impudicia, para provocar un estallido en la paciencia de la ciudadanía quien al unísono hizo saltar en añicos el gobierno que encabezaba un personaje que no solo se las debía a las comunidades indígenas por la represión y la humillación que en el marco de la guerra les infringió, sino que las seguía insultando a diario con sus ostentaciones de nuevo rico junto a su ordinaria amante a costa de nuestros dineros que servían para más o menos educar a nuestros hijos, lograr un tanto de salud y otro tanto de seguridad.
Que pasará ahora luego de la caída de su procaz amante y algunos de sus corruptos ministros. Habrá un repunte en la protesta social o cual la espuma, se irá disipando. Al contrario de lo que ha sucedido en el pasado, la protesta sigue y se extiende pues, las organizaciones partidistas en su meta de posicionarse en la mente de los electores cual mercancías, han echado más leña al fuego al mantener el encono ciudadano con sus campañas opulentas y eslóganes provocadores. Por ejemplo, ese LE TOCA es equiparado por la ciudadanía a que el presidenciable dueño del eslogan LE TOCA ahora le llegó su turno de saquear el botín del Estado, de allí que su campaña en vez de elevarlo provoque repulsa en algunos sectores con quienes se ha enfrentado en algunos de sus mítines. Esa repulsa se ha propagado hacia los demás partidos convirtiéndose en un lema generalizado para el mismo sistema que en su forma negativa se resume en: NO LES TOCA A NINGUNO.
Así es como gran parte de la sociedad expresa su deseo, su exigencia a que no se celebren las elecciones sino existe antes una reforma a la Ley de Partidos Políticos que ponga coto a los desenfrenos de los políticos en la forma de aspirar al poder y su manejo. Así como que abra las posibilidades a la ciudadanía para poder participar activa y directamente en el poder y no solo en las votaciones. Y, como es una reforma que atañe al Estado, tiene que ver la reforma a la Constitución por lo que necesita una Asamblea Nacional Constituyente. En esa correlación de fuerzas, es necesario que las organizaciones populares mantengan su presión sobre los demás actores para sacar el mayor beneficio para todos y no solo para las élites de siempre.
Esa es la tendencia y sería un avance significativo en la explosión que protagonizó la ciudadanía la cual se empoderó de su propio destino. La población se ha ido politizando y aprehendiendo que es por sí misma la que debe realizar esos cambios convenientes, desenmascarando a la casta política la cual no quiere entender que las reformas son necesarias e incluso, propicias para toda la sociedad, incluyéndola a ella misma.
Estas protestas de tinte reformista son importantes en la participación popular para hacer avanzar la agenda de la formación de ciudadanía y no caer en situaciones caóticas como las que sufren otros países. Por ello, retardar las elecciones como una estrategia para avanzar en la reforma del Estado es fundamental. De lo contrario, tendremos una sociedad inconforme que se manifestará a través del conflicto pre electoral como está sucediendo ya; en el propio día de las elecciones, o; en lo post electoral, cuando se griten fraude entre sí las diferentes agrupaciones políticas. Ello, aunado al incremento significativo de la abstención y el voto nulo que darán un marco de ilegitimidad al próximo gobierno lo cual será un acicate para la violencia organizada de las mafias peleándose por el control del Estado, encerrados sus miembros en fortalezas al estilo feudal, mientras el pueblo común y llano muere en sus guerras de clanes, entretenido en la sobrevivencia cotidiana y aterrado por esas bandas paramilitares que recorrerán campos y ciudades, inscribiéndonos en el capitalismo del desastre, expresión exegética de los últimos tiempos del sistema-mundo en que vivimos. Pero que puede tardar muchos años aún para que se extinga.
El pueblo lo que espera es paz, trabajo y seguridad. Eso se podría lograr si no se deja escapar esta oportunidad de oro. Aún para el sector más visionario de la burguesía es lo más conveniente, sin embargo, si logra imponerse el sector más conservador y retrógrado, el plantacionista y extractivista, veremos escenarios como el descrito. Nuestras sociedades son los últimos pulmones que le quedan al capitalismo desde donde trata de retomar el oxigeno que se le acaba a nivel planetario para imponerse, de primero en sus espacios naturales perdidos para luego lanzarse a la retoma del control planetario.
Nuestra tarea es ubicarnos en el lado donde como pueblo ganemos en ciudadanía y en futuro promisorio. Esas son la tares más urgentes. Una visión pragmática donde lo que se impone es la preservación de la vida por sobre todo. Y eso conlleva hacer fracasar los planes imperialistas y oligarcas a fuerza de calle que es donde como pueblo hemos ido politizándonos. Lo que viene es organizarnos y emprender el camino a la segunda independencia. Pero primero lo primero: aplazamiento de elecciones y Asamblea Nacional Constituyente.
COLECTIVO “LA GOTERA”
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