El gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto, heredó la
política de terror de Estado que instauró su antecesor, Felipe
Calderón, como parte de una metodología de persecución sistemática
contra ciudadanos con formación social y
política, como sucedió el 26 de septiembre pasado con la desaparición
de 43 estudiantes, sostuvo este lunes el profesor uruguayo-mexicano
Carlos Fazio.
Durante el foro internacional Neoliberalismo y Derechos Humanos:
Hablan las Víctimas, organizado por la Defensoría del Pueblo, que se
realiza en el Teatro Principal, en Caracas, Fazio explicó que mientras
Calderón fue jefe de Estado no hubo lucha contra el narcotráfico sino
la implementación de los falsos positivos, una replica de lo que
ocurría en la Colombia gobernada por Álvaro Uribe.
Los falsos positivos son conocidos en Colombia como la muerte de
civiles, presentándolos como miembros de grupos armados irregulares
caídos en combate. Principalmente, fueron ejecutados jóvenes y
campesinos. Por esta acción los militares colombianos recibían
compensaciones económicas, condecoraciones y otros beneficios.
Estos casos explotaron en 2008, luego de la desaparición de 19
jóvenes, que fueron encontrados asesinados, reportados como insurgentes
por militares del Ejército de Colombia.
“El régimen de Calderón es el símil del régimen de Andrés Pastrana y
de Uribe (exmandatarios de Colombia). En México decíamos que se iba a
producir la colombianización del país y eso ocurrió. Por ejemplo,
comenzaron a aparecer los falsos positivos como dos jóvenes estudiantes
de Monterrey, asesinados por el Ejército y cubiertos con ropas como
guerrillas y les sembraron armas, y como esos hay decenas de casos que
son la síntesis de este Estado terrorista”, puntualizó, en transmisión
de Telesur.
Fazio explicó lo ocurrido con Calderón y reiteró que en la
actualidad ese sistema persecutorio continúa bajo el mandato de Peña
Nieto, al cobrar vigencia con la desaparición forzada de los 43
estudiantes en momentos en los que se aprobó un paquete de 11
contrarreformas en las materias financiera, energética, educativa,
entre otras, de tipo neoliberal, con lo cual callar las voces
disidentes es necesario para el Estado mexicano.
Igualmente, el intelectual expresó que estas políticas están
relacionadas con la lógica del capitalismo salvaje y la lucha de clases
de la mano del neoliberalismo.
AVN
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