Benedito Teixeira
Adital
La trágica muerte del fiscal general argentino, Natalio
Alberto Nisman la semana pasada viene provocando conmoción y polémica,
especialmente en lo que se refiere a las acusaciones no comprobadas de los
opositores, de que gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner,
estaría involucrado en el caso Nisman, quien actuó como fiscal en el caso Amia -
Asociación Mundial Israelita Argentina, que sufrió un ataque terrorista en el
año 1994, dando como resultado 85 muertos y unos 300 heridos - y acusó [sin
pruebas] a la presidenta de tratar de encubrir a los iraníes acusados de ser
los autores.
La muerte de Nisman, cuya primera causa hipotética oficialmente
difundida fue el suicidio, ha estado siendo utilizada para desestabilizar
políticamente al actual gobierno. El caso ha llevado a miles de personas a las
calles de Buenos Aires favor y en contra del gobierno, y está movilizando a la
gran prensa en todo el mundo.
Los movimientos sociales, de derechos humanos y la propia
iglesia católica se han manifestado. La Comisión Episcopal Argentina,
representando a los obispos del país, expresó que comparte la "conmoción,
perplejidad e incertidumbre, que en estos días, afectan a los argentinos",
y declara su confianza en las instituciones de la República para "superar
la sombra de la impunidad". "Sentimos la necesidad de hacer un
llamado a las autoridades y a todos los líderes políticos para aplicar todo el
esfuerzo, en la honestidad y capacidad de investigación, para llegar a la verdad,
la única base de la justicia". Por otro lado, la organización pide
prudencia en los juicios sobre el caso.
Por su parte, la Comisión Nacional de Justicia y Paz
(CNPJ) hace un llamado a las autoridades para se empeñen en el pleno
esclarecimiento de los hechos, y a los líderes políticos, los medios de
comunicación y la sociedad civil, así como la población en general, para
mantener la serenidad.
"Este grave y
triste episodio no puede hacernos olvidar que permanece impune y sin aclarar el
ataque terrorista contra la AMIA, del que no sólo la comunidad judía, sino a
todos los argentinos fueron víctimas. La reciente denuncia del fiscal Nisman,
ha puesto en el centro del tema, el papel de altas autoridades, de quienes
esperamos explicaciones precisas", dice el CNPJ en un comunicado.
Acusaciones
Sectores de la
oposición, especialmente de los grandes medios corporativos, han acusado al
gobierno Kirchner de favorecer la impunidad de los iraníes acusados por el
atentado a cambio del petróleo persa. Sin embargo, el comercio entre los dos
países se ha mantenido estable. Nisman también había denunciado la celebración
de una reunión secreta entre un presunto miembro de la inteligencia argentina y
la comunidad iraní en el país. El objetivo sería desviar la atención de los
medios de comunicación y de la población hacia grupos de extrema derecha.
Haciendo un balance, no hay pruebas concretas de una supuesta conexión de Cristina
y altos funcionarios de su gobierno con representantes de la comunidad iraní.
Nisman había denunciado además la existencia de una
escucha telefónica en la que un líder argentino-iraní, Alejandro Khalil,
aseguraba que la Secretaría de Inteligencia [Federal] implementaría una alerta
roja. Según el fiscal muerto, esto ocurrió por órdenes expresas de la presidenta
a través de sus colaboradores. Sin embargo, el propio Nisman confirmó que no tenía
escuchas de la participación directa de la presidenta. Tanto Héctor Ramón Allan
Bogado (mencionado como contacto de Khalil) y como el ex juez Héctor Yrimia
(que habría participado en un complot local con funcionarios argentinos), ambos
mencionados por Nisman en sus acusaciones, como los empleados del Servicio de
Inteligencia, nunca fueron contratado por el gobierno, como ha demostrado Oscar
Parrili, Secretario de Inteligencia.
La propia presidenta ha declarado en su perfil de Twitter
que no cree que la causa de la muerte de Nisman fuera un suicidio. "No
tengo pruebas, pero tampoco tengo ninguna duda", dijo. Para ella, las
acusaciones del fiscal muerto habrían fracasado al tratar de revivir las
"llamas de la conspiración". Cristina destacó que las acusaciones de
Nisman nunca fueron una operación real contra el gobierno y si su muerte.
Stella Calloni, reconocida periodista argentina de
investigación, al analizar el contextode la muerte del fiscal afirma que el caso se encuadra en una nueva
ofensiva de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico
Norte) y los Estados Unidos contra los pueblos islámicos y otras naciones
"que ocupan puestos clave en este siglo XXI, como es el caso de América
Latina”. No por casualidad, la muerte del fiscal, conocido opositor del
Gobierno Kirchner, se produce en un año de elecciones presidenciales.
"Si el arco político permitió que se viajase a
diferentes destinos a entrevistar a los testigos del caso, que pronto se
demostró que sus declaraciones eran falsas, ¿por qué no se permitió viajar a
Teherán tras el acuerdo con Argentina
para interrogar a los presunto acusados, sobre los cuales no había evidencias?
En ese momento, se perdió una oportunidad histórica y no fue accidental, ya que
fue la continuación de una estrategia que se instaló poco después del ataque a
la AMIA. El objetivo fue siempre responsabilizar a Irán por los hechos",
agregó la periodista, y señaló que la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos
y el Mosad israelí, desde el primer momento, acusaron a Irán por el ataque, sin
pruebas concretas o testigos oculares.
Stella recuerda que "fue el ex presidente Néstor
Kirchner y la actual mandataria que decidieron dar rumbos serios a un juicio
escandaloso, obstaculizado por intereses extranjeros, que no tenían nada que
ver con la verdad y la justicia".
En un editorial el pasado 21 de enero, el diario
estadounidense The New York Times describió a la presidenta Cristina Fernández
como "vengativa contra los enemigos políticos", criticando su postura
ante la muerte del fiscal general de la nación Alberto Nisman. Bajo el título
"muerte sospechosa en Argentina", el texto señala que el cuerpo sin
vida de Nisman fue encontrado "antes" de presentar su
"testimonio" en contra de Cristina Fernández en el Congreso, la raíz
de su asignación en el marco de la causa AMIA.
El periódico fue tan lejos como para criticar la supuesta
falta de condolencias de la presidenta hacia la familia Nisman en una carta
difundida en las redes sociales después del evento y especula sobre el interés
del gobierno en que se confirme la hipótesis del suicidio. [A pesar que la
presidenta en su Twitter, desde el primer momento puso en duda la hipótesis del
suicidio].
Una página de Facebook "Nisman Héroe”, ahora con casi 4.000 seguidores, fue creada con el fin de difundir informaciones que
lancen nuevas sospechas sobre la supuesta participación del gobierno de
Cristina en la muerte del fiscal.
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