Miles
de brasileños volvieron el miércoles a salir a las calles para
protestar contra los recortes a los subsidios laborales y las nuevas
medidas económicas anunciadas por la presidenta de Brasil, Dilma
Rousseff, como parte de su nuevo programa de gobierno.
Decenas de ciudades brasileñas fueron escenario de marchas convocadas por seis grandes sindicatos brasileños, en protesta contra la "pérdida de derechos" y en "defensa del empleo".
La mayor concentración se reportó en Sao Paulo (sureste), pues en ella participaron unos 10.000 manifestantes, según los organizadores.
Los indignados exigieron que la presidenta retire su decisión de ahorrar por año unos 7000 millones de dólares, al cambiar las reglas para el pago de subsidios por desempleo, enfermedad y pensiones por fallecimiento.
Entre las nuevas medidas impulsadas por Rousseff, se amplió de seis a 18 meses el tiempo mínimo que un trabajador tiene que permanecer empleado para recibir el subsidio por desempleo.
"La agenda de las elecciones es opuesta a las medidas actuales, que van a empujar el país a la recesión", precisó Sergio Nobre, el secretario general de la Central Única de Trabajadores (CUT), la mayor del país, que está vinculada al Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff.
Consideró, asimismo, ineficientes las nuevas medidas, tras equiparar los recortes anunciados con las medidas de austeridad adoptadas en Europa desde 2008 a fin de enfrentar la desaceleración de la economía. "Si esa agenda funcionara, la crisis ya habría terminado hace tiempo", sostuvo.
El martes, la mandataria brasileña destacó la necesidad de reducir estos subsidios y pensiones, y al mismo tiempo, negó que la medida recortara los derechos, para después señalar que "los derechos laborales son intocables".
Brasil volverá a ser escenario de protestas convocadas por los sindicatos el 26 de febrero.
mjs/anz
No hay comentarios:
Publicar un comentario