25 de agosto de 2014, 00:32La Paz, 25 ago (PL) El XX Foro de Sao Paulo abre hoy en la capital de Bolivia con una escuela de formación política que debatirá el desarrollo de la integración en América Latina y el Caribe.
Dicho encuentro sesionará hasta mañana y sus integrantes analizarán los desafíos que enfrenta ese proceso en la zona, la situación actual de sus instrumentos e instituciones, así como los retos de representatividad y de los movimientos sociales.
La escuela también se propone examinar la crisis del capitalismo, la geopolítica internacional y las perspectivas del socialismo.
Como parte del programa del Foro, este martes 26 habrá reuniones simultáneas de las secretarías en las regiones Andino-Amazónica, del Cono Sur, de Mesoamérica y Caribe, Estados Unidos, y Europa, así como diálogos bilaterales entre algunos asistentes.
Ese día se inaugurará el VI Encuentro de Juventudes, cuyo propósito examinar las políticas nacionales dirigidas a ese sector, su participación en la defensa de los procesos progresistas en América Latina y cuál es su rol dentro de la integración regional.
El miércoles tendrá lugar un balance de los gobiernos de izquierda y de la contraofensiva imperial en la zona y varios talleres que debatirán temas como la lucha por la paz, la criminalización de las luchas sociales y la unión latinoamericana y caribeña contra la construcción de un mundo multipolar, entre otros.
La apertura oficial del Foro será el jueves 28, cuando también se realizará un encuentro mujeres, de afrodescendientes y de parlamentarios.
Su clausura será el viernes y se leerá una declaración final que incluirá la exigencia al cese inmediato del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, el apoyo a la causa de Argentina por recuperar las Islas Malvinas y a la demanda boliviana contra Chile para tener una salida soberana al mar.
El Foro de Sao Paulo reunirá por primera vez en Bolivia a representantes de 180 partidos y organizaciones sociales de tendencia progresista.
Ese encuentro se fundó en 1990 en la ciudad homónima brasileña a propuesta del Partido de los Trabajadores, entonces liderado por el después presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con el objetivo de convocar al debate sobre el escenario internacional.
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