Durante esta acción, de un día de duración, los argentinos tienen previsto exigir a las autoridades cesar los despidos y el deterioro de los salarios frente a la amenaza inflacionaria.
El paro, convocado este jueves por los sindicatos opositores de Argentina, será sin movilización alguna y los sindicatos prometieron paralizar el sistema de servicios de transporte.
En cuanto a la solicitud de los trabajadores, la Confederación General de Trabajo (CGT), opositora al Gobierno de Cristina Fernández, la huelga se efectuará una vez más en noviembre por 48 horas, si el Gobierno central no se acepta las demandas de los obreros.
Tras referirse a la alta inflación en Argentina, el titular de la CGT, Hugo Moyano ha criticado la indiferencia del gobierno ante el aumento de los precios de los productos de primera necesidad.
El pasado 10 de abril, los sindicatos opositores convocaron una huelga general que fue la primera gran demostración de fuerza de los trabajadores contra el Gobierno argentino.
La economía sufrió un golpe brutal en enero cuando el gobierno indujo una devaluación del peso de 18% y profundizó una caída en la actividad económica que afectó sectores claves para el sostenimiento del empleo.
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