Viento Sur
Se
celebra este año el [120º] aniversario del nacimiento de José Carlos
Mariategui (1894-1930), el gran marxista latino americano y un pensador
comparable, por la fuerza y la originalidad de su pensamiento, a los
grandes marxistas europeos /1.
Uno de los aspectos más
importantes -y también controvertidos- de su obra es su concepción de
la revolución peruana y latinoamericana, desarrollada sobre todo
durante sus últimos años, a menudo polemizando con Haya de la Torre y
su partido (el APRA, Alianza Popular Revolucionaria Americana). Se
trata de una visión estratégica que presenta analogías sorprendentes
con la teoría de la revolución permanente.
Mariategui conocía escritos de Trotsky (había publicado uno de ellos "sobre Lenin" en su revista Amauta,
en 1927); pero sería erróneo e históricamente falso creer que había
deducido su concepción de la revolución peruana y latinoamericana a
partir de esa fuente. En primer lugar porque el propio Trotsky no
formularía su teoría de la revolución permanente, como tesis de alcance
universal, hasta 1929 y el libro no sería publicado hasta 1930, tras la
muerte de Mariategui. En realidad, el fundador del comunismo peruano
llegará por su propio camino, mediante una reflexión autónoma y
original, a conclusiones bastante cercanas o análogas a las del creador
del Ejército Rojo.
En el momento en que Stalin formula la
doctrina de la revolución por etapas y del bloque de las cuatro clases,
y la aplica (o hace aplicar) en China -con las consecuencias que se
sabe- Mariategui reacciona de forma contradictoria. De una parte parece
aceptar, hacia 1927-28, la política china del Komintern, pero al mismo
tiempo se apresura a negarle toda validez para América latina: "La
colaboración con la burguesía, e incluso con elementos feudales, en la
lucha antiimperialista china, se explica por razones de raza, de
civilización nacional que no existen entre nosotros. El chino noble o
burgués se siente entrañablemente chino. .. En Indo-América, las
circunstancias no son las mismas. La aristocracia y la burguesía no son
las mismas. La aristocracia y la burguesía ‘criollas’ no se sienten
solidarias con el pueblo por el lazo de una historia y de una cultura
comunes".
Más tarde, en 1929, reconocerá su error en relación a China: "La
traición de la burguesía china, la ruptura del Komintang (...) han
demostrado en qué medida se podía confiar, incluso en países como
China, en el sentimiento nacionalista revolucionario de la burguesía" /2.
"¿Populista?"
Fuera
lo que fuera en relación a Oriente, está convencido de que la burguesía
local no podrá jugar un papel democrático revolucionario en Perú y en
América latina. Por ejemplo, escribe en 1927-28: "No existe en Perú, y no ha existido nunca, una burguesía progresista, con una sensibilidad nacional" /3.
Es la razón por la que se vuelve de forma activa hacia los obreros y
los campesinos como fuerza motriz de la revolución peruana, y funda en
1928, la Central General de Trabajadores Peruanos (CGTP).
Los
escritos de Mariategui sobre el campesinado indígena en Perú y en
Indo-América le valieron, por parte de los portavoces soviéticos
(estalinistas) el epíteto de "populista". Según V.M. Miroshevski, el
principal representante de esta crítica "ortodoxa", la principal
herejía de Mariategui consistía en creer en la posibilidad de una
revolución socialista en Perú, negando la necesidad de una etapa
previa, la "revolución democrático-burguesa, antifeudal y
antiimperialista (...) para fundar su afirmación del carácter
socialista de la revolución inmediata en Perú, recurría a argumentos
que parten del romanticismo nacionalista, de la idealización del
régimen social inca, de la fetichización ‘populista’ de la comunidad
campesina" /4.
Es cierto que, en varios ensayos y
artículos, planteó la idea heterodoxa de que las tradiciones
comunitarias (precolombinas) de los indígenas peruanos podrían
constituir el punto de partida para una reorganización socialista del
campo. Si esto fuera suficiente para caracterizar una teoría como
populista, el propio Marx habría sido un pensador "populista". Como se
sabe, en numerosas ocasiones había defendido exactamente esa idea -y en
particular en el prefacio a la edición rusa del Manifiesto Comunista (1882)- en relación a la comunidad campesina rusa tradicional (obschtina)...
En
realidad, las ideas de Mariategui no podrían ser asimiladas al
populismo en ningún caso. De una parte, porque para él (como para
Trotsky) el emanciparse de los campesinos no podrá realizarse más que
mediante una revolución proletaria, a la vez socialista y democrática
("antifeudal" por utilizar la terminología de la época, bastante
imprecisa): "En nuestra América española, aún semifeudal, la
burguesía no ha sabido ni querido realizar las tareas de liquidación de
la feudalidad (...). Corresponde al socialismo esta tarea. La doctrina
socialista es la única que puede dar un sentido moderno, constructivo,
a la causa indígena, que, situada en su verdadero terreno social y
económico (...) puede contar para la realización de esta tarea con la
voluntad y la disciplina de una clase que aparece hoy en nuestro
proceso histórico: el proletariado".
De otra parte, porque no
predicaba en forma alguna una vuelta al pasado: para él, reconocer el
papel de las tradiciones comunitarias indígenas "no significa en
absoluto una tendencia romántica y antihistórica de reconstrucción o
resurrección del socialismo inca, que correspondió a condiciones
históricas completamente superadas", sino sencillamente tomar en consideración "como
factores utilizables, en una técnica de producción perfectamente
científica, las costumbres de cooperación y socialismo de los
campesinos indígenas" /5.
Tentativa de recuperación
El
gran mérito y la originalidad de Mariategui fue precisamente
revalorizar el inmenso potencial revolucionario del campesinado
indígena, la riqueza de su cultura milenaria, la vitalidad de sus
tradiciones comunitarias, a la vez que mostraba, con rigor y realismo,
que la revolución socialista era la única solución auténtica a sus
sufrimientos, su miseria y su explotación por los latifundistas. Se
puede hablar de romanticismo respecto a esta sensibilidad por la
herencia cultural en Rosa Luxemburgo, cuando elogiaba el comunismo
primitivo en su Introducción a la Economía Política.
Tras
haber tratado a Mariategui de "populista", los estalinistas van a
intentar, algunos años más tarde, "recuperarle" reinterpretando sus
escritos a la luz de la doctrina kominterniana de la revolución por
etapas. Intentarán legitimar esta lectura deformadora refiriéndose a
uno o dos párrafos de su obra, extraídos de su contexto. Por ejemplo,
citan con insistencia el pasaje siguiente del Programa del Partido Socialista, redactado por Mariategui en octubre de 1928: "Sólo
la acción proletaria puede estimular primero y realizar después las
tareas de la revolución democrático-burguesa que el régimen burgués es
incompetente para desarrollar y cumplir(…). Cumplida su etapa
democrático-burguesa, la revolución deviene, en sus objetivos y su
doctrina, revolución proletaria” /6.
Sin embargo, este
texto puede ser leído e interpretado tanto en una óptica
"permanentista" como en una óptica "etapista"; para decidir qué
interpretación es adecuada, hay sin embargo una solución evidente:
confrontar este pasaje con el conjunto de los escritos de Mariategui en
esa época. Por ejemplo, en el editorial de la revista Amauta n.
17, de septiembre de 1928, Mariategui subraya de forma explícita,
radical y sin equívoco la necesaria fusión de las tareas democráticas y
socialistas en la revolución en América Latina: " La revolución
latinoamericana será nada más y nada menos que una etapa, una fase de
la revolución mundial. Será simple y puramente la revolución
socialista. A esta palabra agregad, según los casos, todos los
adjetivos que queráis: "antiimperialista", "agrarista",
"nacionalista-revolucionaria". El socialismo los supone, los antecede,
los abarca a todos. A Norteamérica capitalista, plutocrática,
imperialista, sólo es posible oponer eficazmente una América latina o
íbera, socialista. La época de la libre concurrencia en la economía
capitalista ha terminado en todos los campos y todos los aspectos.
Estamos en la época de los monopolios, vale decir de los imperios. Los
países latinoamericanos llegan con retraso a la competencia
capitalista. Los primeros puestos están ya definitivamente asignados.
El destino de estos países, dentro del orden capitalista, es de simples
colonias.” /7.
Se puede considerar algunas de estas
formulaciones como excesivas o demasiado esquemáticas: "semicolonias"
(o países dependientes) sería más preciso que "simples colonias”; y la
definición de la revolución como "pura y simplemente" socialista parece
subestimar el peso de las tareas democráticas (que son enumeradas a
continuación). Pero lo que no se puede hacer de forma alguna, so pena
de falsificación total, es presentar al autor de esas líneas como un
partidario de la revolución por etapas.
Estas ideas son
retomadas, bajo formas y acentos diversos, en varios escritos
diferentes durante esos años 1928-30. Mencionemos solo el más célebre,
el documento Punto de vista anti-imperialista presentado por Mariategui en la Conferencia Comunista Latino-Americana de junio de 1929 (Buenos Aires): “ Ni
la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una
política anti-imperialista (…) Sin prescindir del empleo de ningún
elemento de agitación anti-imperialista, ni de ningún medio de
movilización de los sectores sociales que eventualmente pueden
concurrir a esta lucha, nuestra misión es explicar y demostrar a las
masas que sólo la revolución socialista opondrá al avance del
imperialismo una valla definitiva y verdadera" /8. Una vez
más, se puede considerar que esta formulación subestima las
aspiraciones antiimperialistas de la pequeña burguesía (o al menos de
sus sectores radicalizados) pero nada sería más absurdo que hacer de su
autor un teórico del bloque de las cuatro clases y de la alianza con la
burguesía nacional contra el imperialismo.
La naturaleza de la revolución
En
cualquier caso, sus tesis fueron rechazadas por Vittorio Codovilla y
los responsables comunistas "ortodoxos" en la conferencia de Buenos
Aires. Como observa Ricardo Galindo en su notable libro La agonía de Mariategui, mientras que la Internacional quería luchar por una revolución "democrático burguesa",
Mariategui y sus camaradas rechazaban considerar el capitalismo como un
progreso y se daban como objetivo una revolución socialista /9.
En
otros términos: la idea de la dinámica socialista de la revolución
peruana y latino americana se encuentra en el corazón de la reflexión
política de José Carlos Mariategui en el curso de los años 1928-30, en
lo que tenía de más original e innovador en relación a la doctrina
tanto del APRA como del comunismo oficial. Sería artificial identificar
su concepción con la, más sistemática, de transcrecimiento de la
revolución democrática en socialista y de articulación entre tareas
nacionales, agrarias y socialistas que Trotsky está formulando
exactamente en la misma época y que publicará en su La Revolución Permanente
en 1930; pero la similitud de la intención política fundamental, la
analogía del planteamiento esencial de los dos son innegables.
¡Un "trotskysta"!
Parece que en el curso de la Conferencia de los Partidos Comunistas Latinoamericanos de 1929, la acusación de "trotskysmo"
habría sido lanzada contra Mariategui. Se trataba, por supuesto, de una
inexactitud, pero tenía su "núcleo racional": las tesis de Mariategui
sobre la revolución latino americana estaban más cercanas a las de la
Oposición Comunista de Izquierdas que a las de la dirección estalinista
del Komintern /10.
Más tarde, en su etapa de "recuperación" de Mariategui, algunos autores estalinistas le presentarán como "antitrotskysta", con el pretexto de su polémica contra el "trotskysta" Max Eastman en su libro Defensa del Marxismo
(1930). Sin embargo, no solo Max Eastman tenía poco que ver con el
trotskysmo, sino también y sobre todo, en ese libro Mariategui se
refiere a Trotsky como un ejemplo ilustre, junto con Marx, Lenín y Rosa
Luxemburg, de la unidad entre el hombre de acción y de pensamiento /11.
Internacionalista
convencido, Mariategui seguía de cerca los debates en el seno del PCUS,
sin tomar posición explícitamente por una tendencia u otra. En un
artículo de 1928, a la vez que considera la victoria de Stalin como una
etapa inevitable de la revolución rusa, y el resultado de un repliegue
nacional provisional, saluda en Trotsky al dirigente que representa “el
sentido internacional de la revolución socialista. Sus notables
escritos sobre la transitoria estabilización del capitalismo, lo
colocan entre los más alertas y sagaces críticos de la época. Pero este
mismo sentido internacional de la revolución, que le otorga tanto
prestigio en la escena mundial, le quita fuerza momentáneamente en la
práctica de la política rusa" /12.
Un año después
(febrero de 1929), cuando Stalin enviaba a Trosky al exilio
expulsándole de la URSS, Mariategui escribe un artículo en el que
aparece esta fórmula premonitoria: “ La revolución rusa debe su
valor internacional, ecuménico, su carácter de fenómeno precursor del
surgimiento de una nueva civilización, al pensamiento de Trotsky y sus
compañeros reivindican en todo su vigor y consecuencias. Sin una
crítica vigilante, que es la mejor prueba de la vitalidad del partido
bolchevique, el gobierno soviético correría probablemente el riesgo de
caer en un burocratismo formalista, mecánico" /13.
Ni "trotskysta", ni "antitrotskysta",
Mariategui era un revolucionario marxista consecuente, un
antiimperialista e internacionalista auténtico y su pensamiento
pertenece a todas las personas que luchan, como él, por la revolución
socialista en Perú, en América Latina y en el mundo entero.
Notas
1/
Diferentes coloquios sobre Mariategui tuvieron ese año [1994] en Lima,
México, La Habana, etc., así como una conferencia internacional en
París.
2/ J.C.Mariategui. Punto de vista anti-imperialista, junio de 1929, en Obra Política, ed. Era, México, 1979, p. 273-274. [https://docs.google.com/file/d/0ByP565N0sPRSZHNELWhCSXJFNW8/edit?pli=1]
3/ Mariategui, Siete ensayos de interpretacion de la realidad peruana, 1928, Ed. universitaria, Santiago de Chile, 1955, p.28 [http://www.bibliotecayacucho.info/downloads/dscript.php?fname=069.pdf]
4/ Ricardo Flores Galindo, La agonía de Mariategui. La polémica con la Komintern, Lima, Desco, 1982), pp. 29-31. [http://www.elsarbresdefahrenheit.net/documentos/obras/1550/ficheros/FloresGalindosobreMariategui.pdf]
5/ Ver
sobre esto las interesantes notas de Ruben Jiménez Ricardez en su
introducción a la edición mexicana de los escritos políticos de
Mariategui: “Certeramente, en su polémica con la IC, Mariategui
introdujo los principales argumentos esgrimidos por él contra los
apristas. El programa propuesto por la IC a los revolucionarios de
América Latina se parecía, como una gota de agua a otra, al programa
enarbolado por Haya y sus secuaces. Había ya observado la incapacidad
de las burguesías latinoamericanas para resolver las tareas
democrático-burguesas. Sostuvo, como ineludible corolario, que sólo la
clase obrera era capaz de resolverlas y, en ese proceso, transformar al
continente en socialista. Propuso así la línea de una revolución
ininterrumpida. En la Conferencia Comunista Latinoamericana, Mariategui
fue criticado duramente, entre otros por Codovilla (…) También en la
conferencia, parece que Mariategui fue acusado de trotskista”. (R.J.Ricardez, “Introducción”, en Mariategui, Obra Política, p. 42). [http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/mariategui_jc/s/mariategui_s0080.pdf]
6/ Programa del Partido Socialista Peruano [http://www.marxists.org/espanol/mariateg/1928/oct/07a.htm], Mariategui, “Principios programaticos del Partido socialista”, Obra Politica, p. 271.
7/ Mariategui, Aniversario y balance https://www.marxists.org/espanol/mariateg/1928/sep/aniv.htm
8/ Punto de vista internacionalista, http://www.panuelosenrebeldia.com.ar/content/view/168/123/
9/ V.M.
Miroshevski, “El "populismo" en el Peru. Papel de Mariategui en la
historia del pensamiento social latino-americano”, Dialectica, La
Habana, vol.I, n°1 mayo-junio 1942 en Mariategui y los origenes del marxismo latinoamercano Cuadernos de Pasado y Presente, Mexico, Siglo XXI, p.67-69. Ricardo Flores Galindo, La agonía de Mariategui. La polémica con la Komintern, Lima, Desco, 1982), pp. 29-31 [http://www.elsarbresdefahrenheit.net/documentos/obras/1550/ficheros/FloresGalindosobreMariategui.pdf]
10/ Mariategui, Prefacio a "El amauta Atuspana", 1930, Obra Poltica, p. 231, y Mariategui, “Principios programáticos del Partido socialista”, Obra Política, p. 231 y 270-271. El concepto de “socialismo inca” es muy discutible; ver sobre el particular el muy esclarecedor texto de Robert Paris, “José Carlos Mariategui y el modelo de 'comunismo inca'” en su libro La formación ideológica de José Carlos Mariategui, Cuadernos de Pasado y Presente, Mexico, Siglo XXI; 1981
11/ Mariategui, En defensa del marxismo p. 18. http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/mariategui_jc/d/mariategui0002.pdf
12/ Mariategui, “El exilio de Trotsky”, febrero 1929, Obra Política [http://www.patriaroja.org.pe/docs_adic/obras_mariategui/Figuras%20y%20aspectos%20de%20la%20vida%20III/paginas/el%20exilio.htm]
13 / Mariategui, “El exilio de Trotsky”, febrero de 1929, Obra Politica. [http://www.patriaroja.org.pe/docs_adic/obras_mariategui/Figuras%20y%20aspectos%20de%20la%20vida%20III/paginas/el%20exilio.htm], Mariategui, “Trotsky y la oposicion comunista”, 25 de febrero 1928, Obra Politica, p. 219.
Fuente: http://www.avanti4.be/debats-theorie-histoire/article/jose-carlos-mariategui-et-la-revolution
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
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