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En el Día Internacional de las Víctimas de
Desapariciones Forzadas, 30 de agosto, organizaciones de los movimientos
sociales latinoamericanos rememoran las víctimas de desaparición durante las
décadas de los sesenta, setenta y ochenta y en la época actual y exigen verdad
y justicia para sus familiares.
Además de las desapariciones, que por sí mismas
constituyen una grave violación a los derechos humanos de las víctimas y sus
familiares y un crimen de lesa humanidad, la falta de voluntad política de los
gobiernos ha derivado en la inexistencia de una política integral de búsqueda
efectiva de las víctimas e investigación y sanción de las personas
responsables, lo cual configura nuevas violaciones, como la violación al
derecho a la verdad de la sociedad en su conjunto, e impunidad persistente.
Según organizaciones mexicanas, centroamericanas e
ubicadas en el Estado de Texas, en Estados Unidos, si bien gracias a la
persistencia de los familiares de las víctimas se han registrado ciertos
avances en algunas entidades federativas y a nivel federal, las acciones
reportadas por el Estado mexicano en su conjunto contrastan con las alarmantes –
y variables - cifras oficiales de personas desaparecidas; "cifras que ni
siquiera consideran a las personas migrantes desaparecidas en su tránsito por
México, ni las desapariciones forzadas cometidas durante los años sesenta,
setenta y ochenta”.
Miles de personas siguen desaparecidas em Centroamérica, incluso migrantes
Para las organizaciones, es incomprensible que frente
a la magnitud del problema el Estado mexicano haya reportado en su informe
presentado el once de marzo de 2014 al Comité de Naciones Unidas contra las
Desapariciones Forzadas que han sido dictadas tan sólo seis sentencias por el
delito de desaparición forzada y sólo una de ellas por hechos ocurridos durante
los años setenta, por una parte, y que sólo se iniciaron 291 averiguaciones
previas por desaparición forzada entre 2006 y 2013, por otra. Además, resulta
preocupante que en la actual administración no sólo no han disminuido las
desapariciones forzadas sino que han aumentado, de tal forma que en apenas dos
años se han producido el sesenta por ciento de todas las desapariciones
ocurridas durante la administración de Felipe Calderón.
Estas organizaciones exigen: la creación de un Mecanismo
de Búsqueda Trasnacional de personas desaparecidas, que incluya la búsqueda de
personas migrantes desaparecidas, dicho mecanismo deberá partir de un registro
transparente de personas desaparecidas; la creación de un Mecanismo de
Investigación de las personas responsables de las desapariciones de los años
sesenta, setenta y ochenta y las desapariciones de la época actual, incluyendo
las de las personas migrantes; la aprobación de una Ley General contra las
Desapariciones; la aceptación de la competencia del Comité contra las
Desapariciones Forzadas para recibir peticiones individuales conforme al
artículo 31 de la Convención Internacional para la protección de todas las
personas contra las desapariciones forzadas.
Además demandan la creación de mecanismos efectivos,
adecuados y expeditos que garanticen el derecho a la ayuda, asistencia,
atención y reparación integral del daño a las víctimas y sus familiares.
Cruz Roja
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también
alerta que, en todo el mundo, cientos de miles de personas han desaparecido
como consecuencia de un conflicto armado, una catástrofe natural o la
migración. Detrás de cada persona que desaparece hay muchas otras, sobre todo
sus familias, que sufren la angustia de no saber qué ha sido de ella.
"Cuando una
persona desaparece, hay dos tipos de víctimas: la que desaparece y sus
familiares, que se debaten entre la esperanza y la desesperación, que viven
sumidos en la incertidumbre y el dolor, que esperan noticias, a veces durante
décadas”, explica Marianne Pecassou, jefa de las actividades que el CICR lleva
a cabo en favor de los desaparecidos y sus familiares. Aunque las familias
desean ante todo saber qué ha sido de sus seres queridos desaparecidos, también
necesitan un modo apropiado de honrar su memoria. "Luchan para que no
caigan en el olvido. Las ceremonias conmemorativas constituyen el
reconocimiento público de su sufrimiento, les dan voz y las ayudan a salir de
su aislamiento”, señala la señora Pecassou.
En algunos lugares, las cifras de desaparecidos son
abrumadoras. En Colombia, por ejemplo, de las más de 90.000 personas dadas por
desaparecidas inicialmente, sigue sin saberse nada de más de 68.000. En Sri
Lanka, el paradero y la suerte que corrieron más de 16.000 personas sigue
siendo una incógnita. En Perú, entre 13.000 y 16.000 personas han desaparecido
y sus familiares siguen esperando noticias. Tampoco se sabe nada de las más de
11.000 personas, de un total de casi 35.000, cuya desaparición se denunció al
CICR en relación con los conflictos de los Balcanes.
En
más de 50 años de conflicto armado, son más de 90 mil personas desaparecidas en
Colombia |
"El derecho internacional humanitario impone a los
Estados la obligación de tomar todas las medidas a su alcance para esclarecer
la suerte y el paradero de las personas desaparecidas e informar a sus
familiares al respecto”, afirmó Christine Beerli, vicepresidenta del CICR, en
un acto conmemorativo celebrado en la sede del CICR, al que asistieron
representantes de los Gobiernos y miembros de las comunidades humanitaria y
diplomática de Ginebra.
Para conmemorar el Día Internacional de los
Desaparecidos, el CICR va a presentar una nueva publicación titulada "Living with Absence:
Helping the Families of the Missing”, en la que pone de relieve el drama de las personas desaparecidas,
subraya las múltiples necesidades de los familiares y describe la respuesta
individualizada que brinda el CICR. El documento recoge, además, relatos
personales de familiares de personas desaparecidas.
Se pueden visualizar y descargar las últimas
secuencias de video para teledifusión, sobre Uganda, Nepal y Colombia, en www.icrcvideonewsroom.org.
Bolivia
Ya Amnistía Internacional, en el marco del Día
Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas une su voz a la de las
familias que todavía buscan a sus desaparecidos en Bolivia.
La última vez que Zoila Luz Hoyos vio a su esposo,
Gustavo Medina, el 10 de Octubre de 1975, seis hombres lo arrastraban
violentamente de su casa, en Salta, Argentina. La pareja había huido de Bolivia
cuando sus actividades políticas lo habían convertido en blanco del entonces
gobierno de facto del general Hugo Banzer. 40 años más tarde, nadie sabe qué
fue de él.
Miles de personas en Bolivia siguen reclamando
justicia por los abusos sufridos durante los regímenes militares en el país
(1964-82) |
Desde ese instante, con las últimas palabras de
Gustavo en su mente, Zoila Luz comenzó una larga procesión que la llevó a
recorrer decenas de oficinas en busca de cualquier información que pudiera
ayudarla a encontrar al padre de sus hijos. "Pregunté por mi esposo en la
gendarmería de Salta, Argentina. Me dijeron que allá no lo tenían. Me fui al
ejército. Nada tampoco,” explicó.
Zoila Luz eventualmente acudió a las Naciones Unidas y
al cónsul de Bolivia en Salta. Todos prometieron buscarlo, pero en las cuatro
décadas que pasaron desde aquel día macabro, no ha recibido noticias. "Hasta al
día de hoy no sabemos nada, mis hijos ya son mayores y siguen con esta
incertidumbre,” recuerda con dolor.
Al igual que en otros lugares, también en Bolivia los
familiares de las personas que fueron desaparecidas durante los gobiernos
militares reclaman que se cumpla su derecho a conocer las circunstancias de la
desaparición de sus seres queridos, encontrar y recuperar los restos de los
desparecidos y enjuiciar a los responsables.
A este reclamo se añade la perseverancia de varios
familiares para acceder a los archivos clasificados del Ejército que podrían
contener información valiosa para dar con el paradero de muchos de los
desaparecidos. Entre ellos están el líder político y fundador del Partido
Socialista de Bolivia Marcelo Quiroga Santa Cruz y el dirigente Juan Carlos
Flores Bedregal. Los dos fueron detenidos y asesinados en el asalto a las
oficinas de la Central Obrera Boliviana durante el golpe de estado de Meza
[exditctador García Meza,.en 1980]. Los familiares de los dos dirigentes siguen
buscando justicia y la recuperación de los cuerpos para poner fin a una
angustia y duelo permanente.
A mediados de julio de este año, Amnistía
Internacional hizo pública una acción en línea para recoger firmas y apoyar los
pedidos de verdad, justicia y reparación de cientos de víctimas en Bolivia. Aproximadamente
15.000 cartas de todas partes del mundo han sido enviados en las últimas
semanas al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma,
reclamando atención a estas demandas y medidas para que el derecho a la verdad,
justicia y reparación de las víctimas de violaciones de derechos humanos,
incluidas las desapariciones forzadas sea cumplido.
"Las autoridades no pueden hacer oídos sordos a estas
peticiones. Es hora de que se comprometan plenamente para así poder pasar esta
página negra de la historia de Bolivia con la garantía de que las violaciones
ocurridas en aquella época no se repetirán nunca más,” dijo Guadalupe Marengo,
Directora Adjunta del Programa para las Américas de Amnistía Internacional.
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