Washington, 24 mar (PL) Arturo Hernández, el abogado defensor del terrorista confeso Luis Posada Carriles, perdió la última oportunidad de restar validez a las declaraciones de la más importante testigo contra el connotado terrorista.
En el juicio seguido a Posada, en El Paso, Texas, la periodista del diario The New York Times Ann Louise Bardach ratificó la autenticidad de la grabación de la entrevista realizada al acusado en junio de 1998 en la isla caribeña de Aruba.
También fue mostrado al jurado el fax redactado y firmado por Posada bajo el seudónimo de Solo.
En declaraciones telefónicas a Prensa Latina, el abogado José Pertierra, representante de Venezuela en la demanda de extradición de Posada Carriles, destacó que Hernández casi perdió los estribos en su última oportunidad de interrogar a Bardach.
Fue a través de esa entrevista, acotó Pertierra, que el jurado de 12 miembros escuchó en voz del propio Posada confesar ser el autor intelectual de los ataques con bombas en la Habana, en 1997.
También pudieron conocer, a través del fax, de un dinero enviado desde Nueva Jersey directamente a Posada, durante su estancia en Guatemala y en El Salvador.
Pertierra describió el malestar de Hernández al perder su última posibilidad de hacer añicos las declaraciones de la periodista.
El representante venezolano para la extradición, experto en estos temas, se percató de que Hernández inició el contra interrogatorio con una declaración, en lugar de una pregunta.
"Sra. Bardach, cada vez que le pregunto sobre la conversación que usted sostuvo â�ödespués de haber apagado la grabadoraâ�ö con el Señor Posada, usted se aprovecha y añade o elimina cualquier cosa que se le ocurre".
La respuesta de la testigo, según Pertierra, fue desafiante, "Usted está haciéndome unas acusaciones salvajes. Es lamentable que lo haga".
El jurista en sus declaraciones a esta agencia evaluó cómo Arturo Hernández buscó en todo momento tergiversar el sentido de las palabras comprometedoras de Posada Carriles a la periodista y trató de descontextualizarlas.
En tal caso y ante tanta agresividad del abogado la testigo solicitó al jurado leer toda la entrevista, incluyendo las partes censuradas.
Sugirió que sería mucho mejor que leyeran los tres artículos del New York Times y sus libros Cuba Confidential y Without Fidel.
"¿Cómo puede usted, ante Dios como testigo, decir que mi cliente estaba orgulloso?", fue la pregunta de Hernández a la periodista, quien tras pedirle que no le gritara, le contestó, "Usted no quiere escuchar la verdad".
"Posada estaba orgulloso de lo que había hecho. Logró hasta salir en la primera página de la edición dominical del New York Times", señaló la periodista.
Thatâ�Ös as good as it gets!", fue lo último que dijo la periodista en el interrogatorio de Hernández, que más menos quiso decir, lo bueno que tiene esto es lo malo que se está poniendo.
Luis Posada Carriles enfrenta cargos por fraude, obstrucción de procesos y falsas declaraciones por mentir a funcionarios de inmigración de Estados Unidos, luego de entrar a ese país como indocumentado.
Su historial criminal que incluye la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana en 1976 y los ataques con bombas contra hoteles en La Habana, no son tenidos en cuenta para nada en este juicio.
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