Sentados en trozos de concreto y bajo la sombra de un árbol en un polvoriento terreno en los alrededores de Santo Domingo, decenas de niños dominicanos comenzaron este miércoles el año escolar en espera de que las autoridades cumplan su promesa de reconstruirles su escuela.
El ministerio de Educación demolió en enero pasado la escuela “Manuel Aurelio Tavárez Justo” , en el populoso barrio Brisas del Este, debido a que su mal estado, con paredes y techos a punto de caer, ponía en peligro la vida de sus 800 alumnos.
“Nos prometieron una nueva escuela, pero no han comenzado a construir nada” , dijo Rosendo Mejía, presidente de la junta de vecinos del barrio y quien ha encabezado diversas manifestaciones callejeras en demanda de que las autoridades reconstruyan la edificación.
Tras la demolición de la escuela, los padres de familia del barrio alquilaron por 6 meses una vivienda a medio construir y la adaptaron, con láminas de zinc y madera, como salones de clases para que sus hijos concluyeran el año escolar.
Los nuevos propietarios de la vivienda se negaron a renovar el contrato y por ello “comenzamos el año escolar en la calle” , detalló Mejía, mientras una profesora explicaba a los alumnos de primaria las razones por las que debían tomar clases, sentados en el suelo o en un piedra cerca del terreno donde aún quedan escombros de la escuela original.
Los alumnos de la escuela “Manuel Aurelio Tavárez Justo” sólo representan una pequeña parte de los 363 mil niños y adolescentes que no podrán comenzar este año escolar, que se inició el miércoles, por falta de aulas e infraestructura, aseguró la activista Diana Lora, de la Coalición por una Educación Digna.
Según las cifras del organismo, basadas en estadísticas del ministerio de Educación, los niños y adolescentes que no asisten a la escuela representan el 17 por ciento de los dos millones de alumnos de las escuelas públicas.
La Coalición por una Educación Digna, compuesta por unas 200 organizaciones civiles y empresariales, ha realizado diversa manifestaciones desde el 2010 para exigir que el gobierno invierta al menos 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en educación, tal como lo prevé la ley desde 1997.
Con un presupuesto de mil 133 millones de dólares (1.9 por ciento del PIB) destinado este año a educación, República Dominicana está entre los cinco países de América Latina que menos invierten en ese sector y sus primarias ocupan el lugar 137 de 139 en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial.
El presidente Leonel Fernández, que ha insistido que los problemas de las primarias no se solucionan sólo con más presupuesto, aseguró el miércoles que durante los 7 años de sus dos gobiernos consecutivos ha incrementado las partidas a la educación de 15 mil millones (396 mil dólares) a 43 mil millones de pesos (1.1 millones de dólares) .
Ante los reclamos de las organizaciones civiles y los alumnos que carecen de escuelas, la ministra de Educación, Josefina Pimentel, anunció el miércoles que durante este año escolar su institución construirá 9.987 aulas y rehabilitará otras siete mil 390.
Según un estudio de Naciones Unidas del 2010, sólo 61 por ciento de las 12 mil escuelas cuenta con agua potable.
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