Con sede en la capitalina Universidad Nacional de Ingeniería, el IV Encuentro Sindical de Nuestra América (ESNA) expresó la voluntad del sindicalismo de colocar su capacidad organizativa y de convocatoria a disposición de los cambios sociales en la región.
En ese afán, "no podemos dejar que nos dividan pequeñas cosas", indicó el coordinador del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) en Nicaragua, Gustavo Porras.
La revolución sandinista, ilustró, vive actualmente su segunda etapa y vamos a continuar haciendo las transformaciones que hagan falta a favor de las grandes mayorías, en un proyecto de unidad nacional cristiano, socialista y solidario.
Para el uruguayo Juan Castillo, coordinador general del IV ESNA, la alternativa es construir el socialismo, sin esquemas o calcos al carbón; cada pueblo debe escoger su camino, pero sabiendo que la herramienta más importante en nuestras manos es la unidad.
Dentro de América Latina, coincidieron los delegados, van en aumento las contradicciones entre los sectores más conservadores y los que promueven el cambio social.
Ramón Cardona, dirigente del Frente Sindical Mundial, puso como ejemplo las maniobras de grupos opositores en Nicaragua para tratar de obstaculizar el proceso electoral en curso, pues resultan evidentes los éxitos del gobierno sandinista, cuyos programas sociales tienen un amplio impacto social.
Por su parte, el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Salvador Valdés Mesa, agradeció el acompañamiento continental en la lucha por la liberación de cinco compatriotas presos en los Estados Unidos.
El IV ESNA exigió la inmediata excarcelación de Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, identificados mundialmente como Los Cinco, quienes cumplen injustas penas de carcen por prevenir a su patria sobre ataques terroristas fraguados en suelo estadounidense.
Destacadas personalidades como el padre Miguel dâ�Ö Escoto, excanciller de Nicaragua, y el Comandante de la Revolución Tomás Borge participaron en ese foro solidaridario, al que asistieron también la madre de René, Irma Shewerert, y el embajador cubano, Eduardo Martínez Borbonet.
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