"La venganza está en
camino". Fue el clamor más escuchado en las calles de Bagdad donde miles
de iraquíes, entre ellos importantes autoridades del país, marcharon
homenajeando al poderoso general iraní Qasem Soleimani, muerto en el
ataque de dron, ordenado por el presidente de los Estados Unidos, Donald
Trump.
Al igual que las autoridades iraníes, que prometieron una
"dura venganza", la multitud se pronunció contra el ataque. "Muera
América", gritaron tanto en la capital como en las ciudades santas
chiítas de Kerbala y Nayaf, donde también se rindió homenaje al jefe de
la milicia iraquí aliada de Teherán, Abu Mehdi Al Muhandis, que murió en
el mismo operativo.
El asesinato de ambos caudillos militares en
Irak representó una escalada sin precedentes en la tensa relación entre
Washington y Teherán en Oriente Medio desde hace décadas. Mientras que
Trump hace alarde de un supuesto 50% de apoyo popular y el 95% de sostén
de su partido republicano, según sus propios posteos en redes, los
líderes del mundo piden calma y no avivar una guerra de proporciones en
ciernes.
"El mundo no puede permitirse otra guerra", declaró el
viernes el secretario general de la ONU, António Guterres. China pidió
"no abusar de la fuerza" y el Vaticano demandó "reducir la tensión" en
la región. A su vez, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell,
pidió "dar muestras de máxima moderación y mostrar responsabilidad en
este momento crucial". Eso le valió la respuesta del secretario de
Estado Mike Pompeo: "Los británicos, los franceses, los alemanes
necesitan entender lo que hicimos; lo que los estadounidenses hicieron
también salva vidas en Europa", dijo. Y si bien Trump también afirmó que
la acción militar fue "para evitar una guerra" y no para provocarla,
sus declaraciones posteriores no parecen ir en el camino de la paz
mundial, en un año en que buscará revalidar su mandato presidencial ante
los ciudadanos estadounidenses en las elecciones de noviembre.
Más
allá de sus propios números, Gallup relevó apenas un 45% de apoyo
popular, un número históricamente bajo en el país, y analistas de su
país no descartan relacionar la escalada guerrerista con un intento de
reposicionarse políticamente ante el electorado. El propio Trump
adjudicaba al entonces presidente Obama el intento de recurrir a esa
estrategia cuando buscaba su reelección en 2012.
El asesinato a
Soleimani ocurrió dos días después del ataque a la embajada durante la
procesión funeraria de 25 combatientes de una facción del Hashd
asesinados en un bombardeo estadounidense en Irak el domingo, en
represalia por los ataques con cohetes contra instalaciones
estadounidenses en Irak, en los que murió un contratista.
Para
justificar la orden de matarlo, Trump afirmó que había actuado para
"detener" una guerra y aseguró que Soleimani estaba planeando ataques
"inminentes" contra diplomáticos y militares estadounidenses. Y afirmó:
"El mundo es ahora un lugar más seguro".
Irán ya dejó en claro
cuál será su posición. El embajador iraní ante Naciones Unidas, Majid
Takht Ravanchi, acusó a los EE UU de cometer un "acto de guerra" contra
su país. "Ellos empezaron un conflicto militar al asesinar en un acto de
terrorismo a uno de nuestros principales generales. Entonces, ¿qué
esperan que Irán haga? No podemos simplemente quedarnos silenciosos.
Debemos actuar y actuaremos", afirmó en declaraciones televisivas.
Irán
convocó al encargado de negocios de Suiza en Teherán, representante de
los intereses de Washington. Según el contralmirante Alí Fadavi,
comandante en jefe adjunto de la Revolución, Washington transmitió a
través de ese diplomático suizo un mensaje: "Si quieren vengarse,
vénguense proporcionalmente a lo que hemos hecho". Los estadounidenses
no están en posición de "decidir" la respuesta de Irán, replicó el
responsable militar.
Por su parte, el general de la Guardia
Revolucionaria iraní Gholamali Abuhamzeh afirmó ayer que existen al
menos 35 objetivos estadounidenses en Oriente Medio, además de la ciudad
israelí de Tel Aviv, al alcance de Irán para llevar a cabo ataques de
represalia. Ayer se había registrado una explosión en el centro de la
llamada zona verde en la capital iraquí, sin que se difundieran hay
datos sobre posibles víctimas. Los medios informaron que el cohete
podría haber caído cerca de la embajada de EE UU.
La muerte de
Soleimani generó un consenso contra EE UU en un Irak desgarrado desde
hace más de tres meses por una revuelta popular contra el poder y el
control de Irán. Hoy se reunirán los diputados iraníes y se especulaba
con que denuncien el acuerdo irako-estadounidense que enmarca la
presencia de 5200 soldados estadounidenses en suelo iraquí.
Por
temor a posibles represalias, la coalición internacional antiyihadista,
liderada por Estados Unidos, redujo sus operaciones y reforzó la
seguridad de sus bases en Irak, informó un funcionario estadounidense.
Asimismo, la OTAN anunció la suspensión de las misiones de entrenamiento
de las fuerzas de seguridad iraquíes que luchan contra el Estado
Islámico.
Soleimani era el líder de la fuerza Al Quds, el artífice
de la estrategia militar de Irán en Oriente Medio, y además un experto
en la lucha contra el yihadismo. El ataque a primera hora del viernes
cerca del aeropuerto pulverizó dos vehículos y dejó un total de diez
muertos, cinco iraquíes y cinco iraníes. Los cadáveres fueron
transportados ayer en camionetas blancas al barrio de Jadriya, que
bordea la ultrasecurizada zona verde, escoltados por la multitud bajo
una nube de banderas blancas de Hashd y amarilla de las brigadas de
Hezbolá, su facción más radical. Los ataúdes fueron trasladados luego a
Kerbala y Nayaf, dos ciudades santas chiítas, al sur de la capital, para
las últimas oraciones antes del entierro de Muhandis y el traslado
nocturno del cuerpo de Soleimani a Irán.
Allí, Qasem Soleimani
será enterrado el martes en su ciudad natal de Kerman, en el centro del
país, tras tres días de ceremonias de homenaje. El guía supremo iraní,
Alí Jamenei, y el presidente, Hasán Rohani, visitaron por separado a la
familia Soleimani el viernes para presentar sus condolencias.
Un arma letal que cuesta U$S 64,2 millones
Si
bien no hubo una confirmación oficial del modelo, se supo que el dron
con que Estados Unidos realizó el ataque que mató a Qasem Soleimani es
el MQ-9 Reaper, considerado la principal aeronave no tripulada pergeñada
para operativos de esta naturaleza. Tiene forma de un avión extraño,
sin cabina. Pesa algo más de dos toneladas, tiene 20 metros de
envergadura y mide 11 metros de largo. Es considerado un "avión armado
multimisión", con techo de vuelo medio, larga autonomía y pilotaje
remoto. Fue diseñado con el doble objetivo de "ejecutar objetivos en
movimiento", así como acciones inteligencia.
Cada unidad de las
93 con las que cuenta la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tiene un
costo aproximado de unos de U$S 64,2 millones.
Está previsto que
el aparato pueda llegar a una altitud máxima de vuelo de 15.240 metros y
a una velocidad crucero de 370 km/h. Posee una autonomía de 1850 km.
Para manejarlo se requiere de un piloto y otro para operar los sensores y
armas. Un tercer integrante de la misión se encarga de la coordinación.
Un dato clave es que, merced a un sistema denominado un Sistema de
Apuntado Multiespectral, puede descubrir y designar objetivos mediante
sensores láser e infrarrojos, con enorme precisión: esta característica
le permite disparar tanto las bombas guiadas Unit-12 Paveway II y
GBU-38, como los misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, los preferidos
por que la FA estadounidense por su "bajo porcentaje de daños
colaterales".
El MQ-9 Reaper fue diseñado por la empresa General
Atomics Aeronautical Systems a principios de este siglo, aunque recién
entró en servicio en 2007. Cada una de las unidades son trasladadas en
reducidos containers que, a su vez, son llevados con facilidad en
aviones de carga de bajo porte.
(Foto: AFP)
“¡Es la economía, estúpido!”
"Hay
un antecedente en que la intención falló: fue cuando George Bush padre
quiso hacer lo mismo (que Trump, ahora) porque venía muy mal parado para
las elecciones presidenciales de 1992 y armó la famosa "Operación
Tormenta del Desierto", con el pretexto de la invasión de Irak a Kuwait.
Se presentaron los hechos como un acto salvaje de apropiación
territorial cuando por muchos años era una provincia y el fenómeno era
mucho más complejo". El que narra esta historia es Atilio Borón,
entrevistado por el programa Marca de Radio , de La Red. El el
sociólogo, politólogo e historiador, agregó que presentaron el episodio
como "una invasión que merecía una reprimenda. Y en enero de 1991, Bush
(p) lanzó la operación, a la que el gobierno de Carlos Saúl Menem
adhirió y mandó tropas al Golfo, con la consiguiente consecuencia de los
atentados a la embajada de Israel y la Amia, que no estuvieron
desvinculados a esa estúpida decisión".
Borón luego explicó que
"Bush creía que podría ganar las elecciones de noviembre de 1992, pero
las perdió por algo que tal vez lo pueda afectar ahora a Trump: la cosa
económica no estaba tan bien como ellos decían. Si uno lee los informes
más corrientes de los EE UU parecería que es un lecho de rosas, que todo
está funcionando muy bien y que su proyecto ha triunfado. Pero si se
mira los datos más finos, dan cuenta de muchas dificultades. Y que le
puede pasar Trump, lo que le pasó a Bush con Bill Clinton, que le ganó
con cuatro palabritas: "Es la economía, estúpidos!".
Finalmente
Borón, le agregó un dato clave a la comparación: "Una cosa es meterte
con Irak en aquella época, que era un país disminuido antes de la
agresión, y otra con Irán, que es más grande, mucho más poblado y si
bien ha sufrido mucho con las agresiones económicas de EE UU y la
complicidad de los europeos, está hoy mucho más armado y no es un país
indefenso".
Las redes y la III Guerra
El temor a que la
muerte del general iraní desate una III Guerra Mundial, infundado o no,
se ha apoderado de las redes sociales, donde la etiqueta #thirdworldwar
se colocó en el trending topic mundial, muy rápidamente luego del
ataque. Incluso se ha llegado a comparar el asesinato de Soleimani con
el del heredero del Imperio austrohúngaro, el archiduque Francisco
Fernando, que dio inicio a la I Guerra Mundial. Los memes no se han
hecho esperar, especialmente en América Latina, donde los usuarios se
han valido de su sentido del humor como refugio a la incertidumbre por
un posible conflicto bélico. En México, país vecino de EE UU, los
internautas se volcaron con mucha creatividad a desahogar sus miedos a
ser víctimas de un ataque en respuesta.
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