Pudo ser
un error, señala el premier de Canadá
EU acepta invitación de Teherán para unirse a la investigación
▲ Vigilia en Mel Lastman Square, en Toronto, en memoria de las víctimas
del vuelo 752 de Ukrainian Airlines que se estrelló en Irán el
miércoles. De los 176 pasajeros, 63 eran canadienses.
Ottawa. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau,
indicó ayer que varias fuentes de inteligencia, incluidos los servicios
de su país y de varios aliados, sugieren que el Boeing 737 de Ukraine
International Airlines que se estrelló en Teherán el miércoles pasado
con 176 personas a bordo, incluidos 63 canadienses, fue
derribado por un misil tierra-aire iraní.
En rueda de prensa en esta ciudad, Trudeau aclaró que el suceso
podría no haber sido intencional. Afirmó que datos de la inteligencia canadiense fundamentan esa hipótesis, pero declinó dar detalles sobre cómo se recabó la información.
Por la mañana, el premier confirmó en un comunicado la muerte de 63
canadienses en el accidente, y llamó a la cooperación internacional para
asegurar una
investigación profunda. El texto indica que encomendó al canciller François-Philippe Champagne, y al ministro de Transporte, Marc Garneau, que se comuniquen con los países socios para determinar las causas del siniestro.
El vocero de la cancillería iraní, Abas Musavi, solicitó en un
comunicado dirigido a Canadá, así como a otros países, que comparta la
información obtenida sobre las posibles causas de la tragedia.
En Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insinuó
que Irán es el responsable y descartó la versión inicial de la
república islámica de que el avión estalló debido a una falla mecánica.
Tengo la sensación de que algo terrible ha sucedido, agregó ante periodistas en la Casa Blanca.
Trudeau fue respaldado por otros líderes occidentales, incluido el
primer ministro británico, Boris Johnson, quien sostuvo que la creciente
evidencia sustenta un ataque que
bien podría haber sido involuntario.
El vuelo PS752 salió del aeropuerto internacional Imán Jomeini de
Teherán con destino a la terminal Boryspil, en Kiev, pero se estrelló a
45 kilómetros del punto de partida. A bordo iban 82 iraníes, 63
canadienses, 10 suecos, cuatro afganos, tres alemanes, tres británicos y
11 ucranios, además de los nueve miembros de la tripulación. Dos días
antes del siniestro el aparato había recibido mantenimiento.
Horas antes de esta tragedia, Irán disparó 22 cohetes contra dos
bases militares en las zonas oeste y norte de Irak utilizadas por el
ejército estadunidense, en represalia por el asesinato del general Qasem
Soleimani, jefe de la fuerza Al Qods de los Guardianes de la Revolución
Islámica.
Irán afirmó que sus ataques fueron dirigidos contra
la máquina de guerrade Washington y no buscaban matar soldados, sin embargo, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, aseguró que la intención era matar a estadunidenses. Aún no se sabe si esta escalada de tensión está relacionada con el accidente aéreo.
Un informe preliminar iraní difundido ayer asegura que los pilotos de
la aeronave no solicitaron ayuda por radio y que el avión en llamas
trató de regresar al aeropuerto. El texto sugiere que el Boeing 737
sufrió un desperfecto repentino minutos después de despegar.
Alí Abedzadé, director de la Organización de la Aviación Civil de Irán, tildó de
rumores ilógicoslas informaciones sobre la posibilidad de que el avión fue alcanzado por misiles iraníes. Un día antes advirtió que su gobierno no entregará a Estados Unidos las cajas negras del aparato y tampoco permitiría que ningún gobierno extranjero intervenga en las investigaciones del caso.
Dos funcionarios estadunidenses declararon que
es muy probableque la caída del avión se haya debido al impacto de un misil antiaéreo iraní. Con base en información de la inteligencia de su país, admitieron que no tenían conocimiento cierto de la motivación iraní, pero que bien pudo tratarse de un error al tomar al avión por una amenaza.
La agencia de seguridad de transporte estadunidense anunció que
aceptó la invitación de Irán para unirse a la pesquisa. Unos 50 expertos
ucranios llegaron a Teherán para participar en la investigación y
descifrar las cajas negras del avión.
La presidencia Ucrania pidió a sus aliados occidentales y a la Organización de Naciones Unidas que le proporcionen
pruebasque ayuden en la investigación.
Foto Afp
Afp, Ap, Europa Press y Reuters
Periódico La Jornada
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