Estamos a menos de 30
días de la celebración de las elecciones Primarias, Abiertas,
Simultáneas y Obligatorias (PASO), la primera jornada electoral. Estas
PASO no tienen importancia si son consideradas como unas “internas
abiertas”, porque sobre los cargos más importantes no habrá votación.
Sí, adquieren mucho peso como una aproximación a las generales de
octubre. No solo por ser una gran encuesta y mucho más creíble que el
“festival de encuestas” que hoy nos inundan. En segundo lugar porque su
resultado puede tener efectos sobre la situación económica, cambiando el
futuro escenario electoral.
En una breve recorrida por
distintos temas que tienen ver con este proceso, veremos desfilar
cuestiones que van desde temas de la política internacional a los datos
de las encuestas, el riesgo de ciertas irregularidades y el juego de los
medios de comunicación.
La influencia de la política internacional
No caben dudas que el tubo de oxígeno que mantiene con vida al actual
programa económico de Mauricio Macri es Donald Trump: sin su presión y
el peso del voto estadounidense para el apoyo del FMI este programa del
macrismo ya formaría parte del basural de la historia.
Más allá
de ese aval, hasta hace algunas semanas, daba la impresión que el
macrismo estaba perdiendo el apoyo internacional. La designación de
Alberto Fernández como candidato presidencial del peronismo-kirchnerismo
les había llevado una cierta tranquilidad al sistema de poder mundial,
pero cuando vieron que Macri podía revivir y con él sus mayores
beneficios, vuelven a la carga para jugarse por su candidato.
Ahora ese poder mundial se ha vuelto a alinear con Trump. De todos modos
subsiste un punto de fricción, las relaciones con China. Es sabido que a
EEUU no lo afectan mayormente las relaciones comerciales argentinas con
China, pero son intransigentes en impedir acuerdos sobre cuestiones
vinculadas a otros temas estratégicos: las comunicaciones (el despliegue
G 5); infraestructura y manejo logístico (la base en Neuquén) y
cuestiones de energía nuclear (una nueva central).
Esos son
temas sensibles y EEUU presiona sobre el gobierno argentino para
reducir, si no puede impedir los acuerdos sobre estas cuestiones. Lo
dicho para Macri, en medio de la actual campaña, es trasladable a los
problemas que, sobre estas cuestiones, tendrá el próximo gobierno.
Los datos de las encuestas
Estamos padeciendo una avalancha de encuestas y cuesta creer en la
mayoría de ellas. Esa desconfianza tiene dos pilares: Uno, los
comprobados y gruesos errores cometidos en otras oportunidades y dos, la
duda -proveniente del sentido común- acerca de cómo es posible la
reelección de Macri en medio de la crítica situación que padece una
porción importante de nuestro pueblo.
Esta última cuestión es
la que más conmociona, sobre todo porque muchos vislumbran que puede
darse en las próximas elecciones. En ellas la mediación entre la
situación de vastos sectores y el voto no está ocupada por los intereses
de esas necesidades reales sino por los deseos, fuertemente sostenidos
por las redes sociales y la comunicación digital.
La tendencia
general de las encuestas marca una creciente polarización del voto y una
ventaja, cada vez menor y cercana a un empate técnico, a favor de “los
Fernández” (Alberto y Cristina) y todavía en detrimento de
Macri-Pichetto. Eso vale para la primera y una eventual segunda vuelta,
son excepcionales los casos de encuestadoras que den otro tipo de
resultados, para las PASO de agosto.
Es en la cuestión del uso
de las tecnologías digitales donde el macrismo tiene las mayores
ventajas. Lo tiene, según la mayoría de los especialistas, por
acumulación de conocimientos y por la mayor experiencia en la formación
de equipos para el manejo de las mismas.
Manejo de medios y riesgos de ciertas irregularidades
No obstante el señalado peso de las redes sociales, los llamados
“medios hegemónicos” siguen cumpliendo su rol. En ese sentido parece
haber terminado el “período de gracia” con el que se encontró Alberto
Fernández en las primeras semanas de su candidatura presidencial.
Exacerbados incidentes menores con periodistas marcan ese cambio.
Ahora, algunos medios que inicialmente aplaudieron su designación, están
recargando los aspectos negativos de dicho candidato.
Otro
aspecto destacable de los últimos días gira en torno a los riesgos sobre
eventuales irregularidades en el proceso electoral. Ellas tienen dos
vertientes. La, denunciada por el Partido Justicialista, modificación de
diez normas electorales y las manipulaciones en los votos y la
trasmisión de los mismos.
Esta segunda cuestión es la que más
debates genera. Ellos incluyen a la legisladora macrista Elisa “Lilita”
Carrió y a variadas y múltiples denuncias de la oposición. Carrió
sostiene, sin mayor fundamento, que los viajes de Cristina a Cuba serían
aprovechados para tener “ reuniones con los rusos en Cuba para el
hackeo electoral”.
Mucho más precisas y sólidas son las
denuncias de la oposición sobre el contrato con Smartmatic la empresa
proveedora del sistema de recuento de votos y trasmisión de datos con
una tecnología electrónica y digitalización de telegramas, cuestiones
sobre las cuales se hizo un fallido simulacro.
El apoderado del
PJ ha denunciado que no ha sido invitado a nuevos simulacros.
Recordemos que la intervención de la empresa Smartmatic en diversas
elecciones, en distintos países, ha sido duramente cuestionada.
Juan Guahán. Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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