No se sabe exactamente
si lo hizo para distraer a la opinión pública de los problemas
económicos que enfrenta el país, del errático inicio de la Guardia
Nacional sirviendo a los intereses de la campaña por la relección de
Trump o, debido a la inesperada protesta de la Policía Federal, pero
AMLO decidió acudir a una clínica inaugurada por Carlos Salinas de
Gortari en Chiapas y, desde ahí, hacer un llamado a la unidad con los
neozapatistas.
Fue justo Guadalupe Tepeyac, la comunidad en la que
milicianos del EZLN hicieron su última aparición en enero de 2019 para
conmemorar el primer cuarto de siglo de su aparición pública. También
fue el escenario del primer encuentro de los rebeldes con la sociedad
civil a fines del aquel lejano 1994. Meses después el primer
“Aguascalientes” sería destruido por el Ejercito Mexicano en lo que se
recuerda como la traición de febrero. El ahora secretario de educación,
Esteban Moctezuma Barragán, en aquel entonces secretario de gobernación,
encabezaba las negociaciones. Cómo éste, varios funcionarios del
gabinete de la 4T, militaban en lo que desde la oposición de izquierda
se denominaba: el partido de Estado.
El mensaje no pudo
resultar más contradictorio porque fue precedido por una serie de
agresiones y asesinatos en contra de integrantes del Congreso Nacional
Indígena, mismas que se han intensificado en los últimos meses en
particular contra las comunidades nahuas de Guerrero, organizadas en
torno del CIPO-EZ. Por estos días el EZLN y el CNI habían convocado a
una Campaña de solidaridad ( http://enlacezapatista.ezln. org.mx/2019/06/12/ convocatoria-del-cni-cig-y-el- ezln-a-la-campana-por-la-vida- la-paz-y-la-justicia-en-la- montana-de-guerrero/ ) que tuvo que ser cancelada por los más recientes asesinatos de mujeres ocurridos el fin de semana en la montaña de Guerrero.
Hace menos de un mes en una carta dirigida al gobierno mexicano
artistas, intelectuales y creadores nacionales e internacionales como
Noam Chomsky, Boaventura de Sousa Santos o entre otros (https://www.jornada.com.mx/ ultimas/2019/01/16/ intelectuales-apoyan-al-ezln- y-rechazan-calumnias-6598.html ),
advertían sobre la militarización y posibles agresiones hacia los
pueblos ante la imposición de los polémicos megaproyectos como el
Corredor Transístmico, Tren Maya, el programa sembrando vida o el
Proyecto Integral Morelos. A la misiva se calificó como una exageración.
Ahora sabemos que no lo era. En entrevista AMLO afirmó que el tema esta
muy ideologizado y descalificó a los organismos de derechos humanos que
monitorean la militarización o el tema de los desplazados en Chiapas, a
quienes tampoco mencionó en su última visita.
Ante la
insistencia de los reporteros sobre su llamado al EZLN, el presidente
remató afirmando que una imagen dice más que mil palabras, y mostró una
foto de 1995 en donde aparece con la dirigencia zapatista.
Desafortunadamente existen demasiadas imágenes de su persona con
antiguos miembros de, lo que él mismo denominaba, la mafia del poder,
por lo que su llamado a la unidad con el neozapatismo, no puede sino
despertar algo menos que suspicacia.
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