Para un migrante volver a casa puede ser más difícil que
irse debido a los retos sicosociales que enfrenta al ser una persona
retornada, destaca Karen Carpio, asistente senior de Proyecto en la
Unidad de Salud y Migración de la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) para las Américas.
En un texto de análisis, la especialista en sicología y salud mental
expone que independientemente de si regresaron voluntariamente o no a
sus países de origen, experimentan discriminación a su regreso, o son
estigmatizados erróneamente como delincuentes deportados, lo que
dificulta su reintegración.
Expone que el retorno también puede verse como un fracaso,
especialmente al no volver con el dinero o ganancias que se esperaban
traer.
Lo anterior puede llevar a sentimientos de frustración, inquietud,
vergüenza y miedo, causando ansiedad y estrés en los que regresan.
Estas consecuencias sicológicas comunes afectan negativamente su capacidad para enfrentar otros desafíos importantes del proceso de reintegración, como encontrar un trabajo.
Aquellas personas en situación de migración que regresan y tienen un
soporte sicológico es más probable que tengan mayor facilidad para
sobrellevar los impactos del retorno, observa la especialista. Esto es
especialmente importante para aquellos que fueron víctimas de la
violencia.
Karen Carpio indica que los retornados a menudo necesitan reconstruir
sus redes, que son esenciales para el capital social, la información,
la seguridad y el acceso al mercado laboral.
Expone que los niños y adolescentes migrantes también enfrentan
desafíos específicos para regresar a países en los que nunca han vivido o
no recuerdan después de años de vivir en el extranjero.
En este contexto, Karen Carpio señala que
los gobiernos, las organizaciones y otros actores deben centrarse en desarrollar programas de reintegración que respondan a las necesidades de estas poblaciones, mientras apoyan a los retornados para que puedan vivir sus vidas en su máximo potencial y tengan vínculos sanos y duraderos con sus comunidades, contribuyendo así al bienestar y crecimiento individual y colectivo.
Ana Langner
Periódico La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario