El diario/The Guardian
- Pese a los
numerosos estudios que muestran que el clorpirifós causa daños
cerebrales en los más pequeños, EEUU sigue permitiendo su uso agrícola
- El Gobierno niega los informes que ha hecho la propia Agencia de
Protección Medioambiental (EPA) durante la Administración Obama
- California desafió a la Casa Blanca prohibiendo el uso de este
pesticida en el estado, aunque tardará meses en hacerse efectivo
Pese a los numerosos estudios que prueban los efectos dañiños del clorpirifós, Estados Unidos sigue sin prohibirlo. EFE
El Gobierno de Estados Unidos ha rechazado la propuesta hecha por
grupos ambientales de prohibir un pesticida tóxico relacionado daños
cerebrales en niños y cuyo uso está muy extendido en la agricultura. Con
esta decisión, la Administración Trump contradice informes de sus
propios científicos llevados a cabo durante la época de Obama.
La Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés)
ha anunciado la decisión de apoyar el uso continuado del clorpirifós, un
pesticida que desde hace mucho tiempo se rocía sobre almendrales,
cítricos, uvas, nueces y otros cultivos importantes Estados Unidos. El fallo , resumido en una respuesta a una petición de grupos medioambientales y de lucha por la salud pública ,
afirmaba que "todavía quedan interrogantes respecto de la importancia
de los datos aportados" sobre el impacto neurológico en niños.
El respaldo de la Administración de Trump a este pesticida llega años
después de que la EPA, durante el Gobierno de Obama, limitara el uso de
este producto químico por las advertencias de los científicos. Así, la
EPA de Trump ha negado las conclusiones de los propios expertos de la agencia. A principios de este año, California desafió a la Casa Blanca
al prohibir este producto químico a nivel estatal. Este es el estado
que cultiva la mayoría de las frutas y nueces del país, y la nueva
normativa podría tardar dos años en implementarse.
"Al seguir
permitiendo el clorpirifós en nuestras frutas y vegetales, la EPA de
Trump está violando la ley y haciendo caso omiso de las contundentes
pruebas científicas que han demostrado que este pesticida daña el
cerebro de los niños", ha asegurado en un comunicado Patti Goldman,
abogada de Earthjustice, añadiendo que es "una tragedia que este
Gobierno se ponga del lado de las corporaciones en lugar de proteger la
salud de los niños".
A través de los años, diferentes estudios
científicos han aumentado la preocupación por los efectos del
clorpirifós, que ya en el año 2000 fue clasificado como peligroso para
los seres humanos. El Gobierno estadounidense entonces prohibió su uso
doméstico. Sin embargo, siguió estando permitido su uso por industria
agrícola incluso después de que los investigadores concluyeran que las
mujeres embarazadas que viven cerca de los cultivos rociados con este
pesticida corrían un importante riesgo de tener un niño con autismo u
otros daños neuronales.
Las investigaciones también afirmaron
que la exposición moderada a este producto químico está relacionada con
problemas de memoria y menor coeficiente intelectual , además de que el clorpirifós ha sido relacionado una menor capacidad respiratoria .
Los organismos de control de California citaron un estudio reciente
realizado por un grupo de investigación estatal sobre contaminantes
aéreos tóxicos, que descubrió que el umbral en los niños para sufrir
daños era menor a lo aceptado previamente.
La decisión de la EPA
de esta semana llega tras una extensa batalla en los tribunales,
liderada por grupos ecologistas. Anteriormente, un tribunal federal ya afirmó que "no hay justificación"
para que la EPA siga respaldando el clorpirifós "dada la evidencia
científica de que su residuo causa daños en el desarrollo neuronal
infantil".
Caroline Cox, una experimentada científica del Centro
por la Salud Medioambiental, ha señalado que el clorpirifós es un caso
único, porque ya hay tantas investigaciones que apuntan en la misma
dirección, que sus consecuencias no pueden considerarse ambiguas. "Hay
numerosos estudios sobre el clorpirifós que han demostrado que niños que
viven en California han sido perjudicados por este producto químico",
ha remarcado. "Es muy inusual contar con este tipo de pruebas respecto
de un producto tóxico", ha añadido.
Cox ha subrayado que los
daños en los niños, como nacer con un coeficiente intelectual menor de
lo normal, es algo que arrastrarán "por el resto de sus vidas". "Cada
día que la EPA dice que no tenemos suficientes pruebas significa que más
niños son expuestos y sufren las consecuencias", ha denunciado.
Corteva Agriscience, fabricante del clorpirifós, sigue insistiendo en
que el producto es seguro y ha celebrado la decisión de la EPA. Gregg
Schmidt, un portavoz de la empresa, ha declarado a través de un
comunicado que la compañía seguirá apoyando investigaciones sobre el
producto y que está abierta a posibles prohibiciones en el futuro.
"Estamos comprometidos a seguir trabajando con la Agencia para llegar a
una evaluación correcta y, si fuera necesario, reducir potenciales
exposiciones, pero también les aseguramos a los agricultores para
quienes el clorpirifós es una herramienta esencial que pueden seguir
utilizando el producto de forma segura", ha escrito.
Traducido por Lucía Balducci
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