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miércoles, 24 de julio de 2019

"El Acuerdo UE-Mercosur va a primarizar más la economía de nuestros países y a reducir nuestra industria a una expresión muy pequeña”

Entrevista a Eduardo Lucita de Economistas de Izquierda (EDI)


M.H.: Queríamos consultarte por el Acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que implicaría un comercio bilateral entre las dos regiones de más de 90.000 millones de dólares anuales y abarcaría a 800 millones de personas.
E.L.: Potencialmente a 800 millones de personas, pero a cuánto puede ascender el intercambio está por verse. Lo cierto es que después de dos largas décadas finalmente se rubricó un Acuerdo de asociación estratégica. Es cierto que apareció en un momento en el que nadie lo pensaba, pero se viene discutiendo hace rato e inclusive durante 2006 y 2014 el kirchnerismo lo discutió ampliamente y buena parte de las ofertas que se hicieron ahora se habían aprobado en el 2010. Ha sido una sorpresa pero estaba en el aire dando vueltas.
Lo que hay que tener en cuenta es que no ha sido firmado sino rubricado por los negociadores, es decir, hay todo un protocolo de más o menos 8 pasos, empieza cuando se decide negociar, luego vienen las negociaciones en sí, que es lo que culminó ahora con la rúbrica de los negociadores, es decir, los técnicos que estuvieron de un lado y el otro finalmente ponen la firma para decir que todo está bien.
Lo que viene es un período de aproximadamente 2 años de revisión, porque hay que ver si los aspectos jurídicos del acuerdo son compatibles con las normas jurídicas de cada uno de los países involucrados que son nada menos que 32, 28 europeos y 4 sudamericanos. 28 europeos siempre y cuando el Brexit no haga retirar del acuerdo a Gran Bretaña.
Después de esto viene un proceso de firma de los gobiernos, lo firman los presidentes. Después viene un proceso que tienen que firmar los Parlamentos de los 32 países y el Parlamento europeo. Se calcula que todo esto terminaría y se podría poner en práctica en el 2025.
Hay que decir también que hecha la ley, hecha la trampa y los países centrales saben muy bien cómo hacerla. Porque hay un mecanismo que una vez que fue firmado por los gobiernos, el Concejo económico europeo le puede pedir al Concejo político de la UE que apruebe este acuerdo en forma provisoria y lo ponga en funcionamiento hasta tanto los Parlamentos lo rubriquen. Eso es lo que han hecho por ejemplo en el Acuerdo de libre comercio con Canadá. Hoy funciona alegremente con la aprobación de solamente 10 países de Europa cuando son 28. Algo similar hicieron con el acuerdo de la UE con Colombia, de la UE con Centroamérica, de la UE con Perú. O sea, que si esto es así y se hace lo mismo, en dos años y medio podría entrar en vigencia.
M.H.: Este Acuerdo ha tenido críticas, por ejemplo, de un país fundamental de la UE como es Francia. ¿Cómo incide eso en la ratificación?
E.L.: Yo consulté a los compañeros de Europa y me respondieron que este es un doble juego que hace Macrón, porque está condicionado por los granjeros y ganaderos franceses, que son los que principalmente se oponen, los granjeros franceses, los húngaros y los polacos. Sobre todo los franceses. Al mismo tiempo el que destrabó todo para la firma fue el propio Macrón, que se reunió con Bolsonaro y con Macri, el español Sánchez fue el que hizo de intermediario y aprobaron el acuerdo. Por eso se rubricó el acuerdo. Macrón va a doble agua. Fijate que esto estuvo a punto de firmarse hace dos años atrás y se frenó por la posición de Brasil que pedía una cuota de carne de 300.000 toneladas y este acuerdo aprobó 90.000. O sea, que hay que ver cómo se reparte. Y habría que ver si en esas 90.000 toneladas está incluida la cuota Hilton. Eso no lo sé. Pero es mucho menos de lo que pedía el Mercosur. Habría que ver si con una exportación de 90.000 toneladas de carne, que no toda va a Francia, sino que va a otros países europeos también, deja tranquilos a los agricultores y ganaderos franceses.
Lo que imponen es que por el tipo de cultivo y de alimentación no se sostienen las condiciones medioambientales que protegen efectivamente en Europa. Una gran parte de los gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global son producidos por el excremento de las vacas que tiene una proporción de este tipo de gases muy elevada. Habría que ver si están objetando el tipo de alimentación, también habría que ver si están objetando en otros productos del campo que podríamos exportar nosotros, que no sea la soja, si eso tiene que ver con que acá se usan muchos fertilizantes químicos que ellos han descartado.
M.H.: Falta la letra chica ¿no?
E.L.: Sí. Pero el avance es muy fuerte. Yo no creo que haya que confiarse en eso que dicen algunos, que este es un proto acuerdo, y que va a tardar. El Mercosur está estancado hace años, cuando iniciaron Alfonsín y Sarney la idea era hacer un bloque político y luego comercial, Menem y Collor de Mello lo convirtieron apenas en una unión aduanera. De esa unión aduanera el 90/95% se beneficiaron solo las automotrices que tanto aquí como allá son todas multinacionales. Si no fuera por el Mercosur la industria automotriz de Argentina y de Brasil casi no existiría porque tienen una protección del 35%. Ahora van a tener entre 10 y 15 años para hacerse más competitivos, pero es una industria que va a sufrir mucho, la industria automotriz de nuestro bloque. Ya se estaba por reconvertir antes, por ejemplo, en Argentina ya casi no se hacen más autos, se hacen pick ups para el trabajo en el campo, los autos vienen todos de Brasil. Están produciendo muchos cambios. No en vano el primero que pegó el grito fue el secretario general del SMATA, porque se ve venir cambios en las condiciones laborales, más profundas de las que ya hicieron ellos en los acuerdos empresa por empresa, porque la productividad nuestra comparada con los países europeos es muy baja.
M.H.: De lo que se conoce del acuerdo ¿cuál es tu opinión?
E.L.: Este es un acuerdo que va a primarizar más la economía de nuestros países y va a reducir nuestra industria a una expresión muy pequeña de algunos nichos que puedan insertarse en el mercado mundial. Porque la verdad es que nuestra industria no es competitiva, incluso desde su nacimiento, la industria argentina principalmente vive de los fondos provenientes de la renta agraria mediada a través del Estado. Esto es así desde que se creó el IAPI. Todo el impulso se dio a través de eso y en los ´60 era el dinero que venía por esa vía el que impulsaba grandes proyectos industriales.
Hay que decir que en los doce años del kirchnerismo se recuperó la industria pero era todo lo que había cerrado en el período anterior, no hubo ningún gran proyecto industrial. Es una industria, excepto algunos lugares, bastante obsoleta tecnológicamente donde no hay grandes inversiones. Salvo en algunos lugares como la industria química. Las fábricas automotrices, que ya no son fábricas, son simplemente armadurías están equipadas para eso. Lo mismo pasa con la industria metalúrgica electrónica de Tierra del Fuego. Es una armaduría, está equipada fuertemente para competir en términos de calidad del trabajo con otros lugares del mundo en el que hacen el mismo trabajo. Sin embargo, no es competitiva, acá si sacan los aranceles nadie va a comprar un teléfono local, van a traer todo importado.
M.H.: Envalentonado por este acuerdo, el canciller Faurie anunció la intención del gobierno en avanzar en un Tratado de libre comercio con los EE UU. ¿Qué información tenés al respecto?
E.L.: Esa. La explicación que me doy es que el gobierno Macri cabalga a dos aguas porque los acuerdos políticos son con EE UU y los acuerdos económicos son con China y ahora con la UE. Y van a avanzar con Brasil, según dicen, con un acuerdo económico. Es muy diferente porque las economías de Argentina y de EE UU no son complementarias, son competitivas, las dos hacen lo mismo. En EE UU no hay muchos proyectos industriales, hay soja, granos, ese tipo de cosas igual que acá. Entonces va a ser un Tratado de libre comercio que sí va a permitir que vengan también grandes industrias constructoras norteamericanas, junto con las europeas, porque se les va a abrir por esos acuerdos el mercado de las grandes obras públicas, las contrataciones del Estado a nivel nacional, provincial y municipal. Eso generalmente acá lo proveen las empresas medianas. O sea que eso sí va a ser un problema muy serio.
Si hay balotaje hay que votar contra Macri
M.H.: Junto con tu compañero de Economistas de Izquierda, Claudio Katz, publicaron un pronunciamiento la semana pasada respecto de la política electoral que debería adoptar el FIT. Me gustaría que compartieras esa reflexión con nuestros oyentes. 
E.L.: Nosotros partimos de una idea, que la continuación de cuatro años de gobierno Macri no es solo una continuidad de política de ajuste, que esa mal o bien podría venir con otro gobierno, sino que es la línea de restructuración completa de la economía argentina y de la sociedad en función de las tendencias mundiales, una restructuración que impondría una relación de fuerzas duradera absolutamente favorable al capital y en detrimento de los trabajadores y los sectores populares y además un nuevo triunfo de Macri sería un reforzamiento de las tendencias regresivas que ya hay en la región.
Para nosotros no da lo mismo quién gane en estas elecciones, en ese sentido llamamos a apoyar al FIT, que afortunadamente logró ampliar el campo con la unidad con el MST lo cual saludo alborozado porque tanto Claudio como yo venimos hace años insistiendo con esa unidad; y fortalecer una bancada de diputados de la izquierda para que dé pelea en el Parlamento. En base de que si uno mira los últimos años, los diputados de izquierda son los únicos consecuentes en la pelea no solo en el Parlamento, en las puertas de las fábricas, en las calles, algo que uno no puede ver en otras bancadas, por eso hay muchas razones para apoyar a la izquierda.
Pero sobre todo nosotros planteamos que si hay balotaje hay que votar contra Macri, no hay espacio para una posición neutral o independiente, no hay posibilidad de neutralidad ante lo que puede venir con un próximo gobierno. No es que nosotros pensemos que un triunfo de Fernández-Fernández va a resolver la crisis argentina, en absoluto. Pero un triunfo de Macri va a profundizar la tendencia regresiva, restructuradora y la implantación de una nueva relación de fuerzas. De eso no tenemos dudas.
M.H.: Para clarificar. Yo este tema lo conversé con Claudio aproximadamente hace un mes, y cuando charlamos sobre esto yo hablé de la fórmula PSOL, en el sentido de la actitud adoptada por el PSOL brasilero previo a las elecciones, llamando a votar en una primera vuelta a sus candidatos pero anticipando el voto al candidato del PT en segunda vuelta. ¿Esto es lo que ustedes están proponiendo?
E.L.: Nosotros en esa declaración no lo decimos. Si me pedís mi opinión personal te digo que sí, que sería muy productivo para la Izquierda decir antes de las PASO o antes de la primera vuelta qué harían en caso de un balotaje. Porque eso por un lado permitiría un diálogo distinto con las bases obreras y sindicales que son kirchneristas y peronistas en general, pero además, incluso haciendo una especulación puramente electoral, favorecería al corte de boleta.
Mucha gente que a lo mejor va a votar en primera vuelta a la fórmula F-F, frente a un posicionamiento de ese tipo tal vez cortaría boleta y a diputados votaría a la izquierda, que es donde la izquierda puede avanzar.
Aunque la polarización es muy fuerte, yo no sé cómo le va a ir a la izquierda en estas elecciones. Ya por los datos que dan, que no sé si son ciertas esas encuestas, pero allí se refleja una polarización del orden del 80% ahora en las PASO. Si uno se guía por patrones normales uno tiende a pensar que un gobierno con la crisis económica que tiene no puede tener una intención de voto como la que reflejan las encuestas. Pero las encuestas dicen que la tienen. Así que sinceramente no sé de dónde sale eso.
M.H.: Yo desde hace un tiempo tengo esa postura, hay que adoptar la posición del PSOL en Brasil, decir antes qué es lo que se va a hacer y creo que eso al PSOL le dio resultados muy positivos porque logró el ingreso de una serie de diputados a nivel nacional y federal que de otra manera hubiera sido muy difícil dada esta situación que señalás de polarización.
E.L.: En esta línea que mencionás, que nosotros llamamos a votar contra Macri en un posible balotaje, justamente el acuerdo UE-Mercosur viene a empujar desde afuera para esa restructuración, porque las industrias si quieren sobrevivir tienen que restructurarse totalmente. Y como dijo Grobocopatel, algunos van a desaparecer y algunos van a crecer. El problema no es que desaparezcan los capitalistas sino que eso va a traer desocupación, empeoramiento de las condiciones laborales y de los ingresos salariales, porque la forma de mejorar la competitividad es que haya inversiones en tecnología, etc. pero, por otro lado, equiparar las condiciones de concurrencia, mejorar los niveles de competencia bajando los niveles salariales y las condiciones de trabajo. Las condiciones de trabajo de los europeos son peores que las de acá, hay pocos países que tengan condiciones más favorables que la Argentina que todavía es un resabio del viejo peronismo que no han logrado destruir del todo.
M.H.: Yo creo que tenemos que hacer un avance en esta discusión, es muy importante, que aunque no ha tomado un estado público muchos militantes de la izquierda se están planteando en la intimidad de sus casas.
E.L.: La idea nuestra cuando aceptamos hacer la entrevista fue esta. Afirmar que vale la pena esto para sacar a la luz un debate que es subterráneo. Vos tenés un medio para generar un debate.
M.H.: Sí, pero creo que es importante que quienes pensamos de la misma manera tratemos de empujar en este sentido porque te insisto en esto, conozco a muchos compañeros que inclusive ante la duda ya estaban pensando en votar en primera vuelta a la fórmula Fernández-Fernández y teniendo la oportunidad de conversar esta alternativa logré convencerlos.
E.L.: Hay una cosa cierta, la movida de Cristina Fernández, el mandar al frente a Alberto Fernández adelantó todo, hoy prácticamente las PASO son una gran encuesta nacional que opera como primera vuelta, por eso las dos fracciones, el macrismo y F-F están diciendo que ganan en primera vuelta, atrayendo votos. Se ha adelantado todo, es muy complicado.
No es un buen momento para la izquierda a pesar de la crisis profunda del capitalismo. Incluso cierta crisis interna en el PO que conforma el FIT ha hecho perder el impacto de que se ha ampliado la alianza. Muchas veces en las campañas electorales los periodistas presionan preguntando por qué se presentan divididos, acá se había logrado una unión importante con el partido más grande de izquierda de los que estaban afuera del FIT que es el MST, ahora se logró la alianza. Eso se podría haber capitalizado pero otro tipo de crisis de un partido también importante termina opacando la alianza. Es un problema más.

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