El gobierno de
Washington acaba de exigir a México que militarice su frontera con
Guatemala y aumente las importaciones agrícolas provenientes de Estados
Unidos, todo esto bajo amenaza de aumentar en 25% los aranceles a los
productos mexicanos que entran al mercado estadounidense.
Desde los
años 90 Está utilizando el comercio como instrumento de subyugación y
vasallaje económico con sus vecinos del Sur. Primero fue el llamado
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN- NAFTA); entre
Estados Unidos, Canadá y México, firmado en 1994, para esa negociación
se elaboró la matriz de los posteriores acuerdos de vasallaje económico
que siempre con la etiqueta de “libre comercio” Estados Unidos impuso a
sus vecinos Latinoamericanos. Luego vino un intento fallido de imponerlo
colectivamente bajo la sigla ALCA, en el rechazo de esa trampa se
distinguieron Chávez, Lula y Kirchner.
La matriz de esos
acuerdos idénticos está estudiada para destruir la soberanía e identidad
económica de los países que los firman a favor de las grandes
transnacionales. El objetivo estratégico que estos acuerdos es destruir
primer la agricultura. Los productos agrícolas que exporta Estados
Unidos suelen estar subsidiados en rangos que oscilan entre el 60-80%,
Esos acuerdos abren la puerta a la importación de productos contra los
cuales los pobres campesinos locales no pueden ni remotamente competir.
Por ese motivo en sus 3 primeros años el TLCAN produjo el desarraigo de 2
millones de campesinos mexicanos que emigraron primero del campo a las
ciudades mexicanas, eso creó graves problemas de sobrecarga de servicios
y la precarización de la vida que genera delincuencia e inseguridad.
Esta situación degeneró entonces,por el año2000, una primera ola de
emigración masiva de México hacia Estados Unidos. En el 2004 se firmó el
Acuerdo de libre comercio de Estados Unidos con América Central , Central American Free Trade Agreement -CAFTA
(Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Salvador, Rep.
Dominicana). Los países donde primero entró en vigor fueron aquellos que
a los norte-americanos han dado en llamar Triángulo Norte (Guatemala,
Honduras, Salvador) y es de esa región de donde viene el flujo
migratorio que Estados Unidos, que Trump quiere contener obligando a
militarizar la frontera con México.
La
destrucción de la agricultura de los otros países es la principal razón
estratégica por la que Estados Unidos invierte tantos millardos en
subvencionar sus exportaciones de origen agrícola. Es que hay un axioma
clave del que están muy conscientes quienes dirigen la política exterior
norteamericana: sin soberanía alimentaria no hay soberanía. Ese puede
ser el motivo por el cual Estados Unidos a veces ayuda a implantar
gobiernos socialistas. Es que con demasiada frecuencia los socialistas
latinoamericanos incluyen en su programa una visión muy anticuada de la
repartición de la riqueza, entendida como repartición de la tierra,
generalmente como expediente político, esa repartición de las tierras se
da con aquellas de donde proviene la mayor producción. Ese error
político tan corriente entre nuestros revolucionarios socialistas,
obedece a criterios mas próximos a la escuela fisiócrata (la riqueza
proviene de la tierra) de Quesnay (1758) que a las realidades económicas
modernas, porque ahora la acumulación dela riqueza ocurre en los medios
financieros. La confiscación de tierras en producción provoca
desajustes en la cadena productiva, desajustes que terminan en
desabastecimiento y eso causa dependencia alimentaria. Es así como vemos
que algunos socialistas irreflexivos terminan abriéndole espacios
comerciales a las transnacionales de la alimentación norteamericanas.
Una prueba de eso la obtenemos cuando examinamos los rubros delas
exportaciones de Estados Unidos a Cuba y Venezuela. Con Cuba las
exportaciones se envían generalmente desde Nueva Orleans, para
disimularlas. En el caso de Venezuela se disimulan usando, a veces, a
México como escala intermediaria.
La otra exigencia de Trump a
México, de aumentar la importación de productos agrícolas
norteamericanos. Es insólita y exigencia obedece a que la retaliación de
China durante la guerra comercial que Estados Unidos le ha declarado,
afecta principalmente a las ingentes exportaciones agrícolas de Estados
Unidos a China y eso tiene repercusiones políticas en estados que son la
más importante base electoral de Trump.
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