LAS FRONTERAS
Manifestación en el paso
▲ Migrantes caminan con dos amigos locales a lo largo del río Bravo,
antes de dormir en la entrada del puente que cruza a Brownsville, Texas.
Ciudad Juárez, Chih., Activistas estadunidenses a favor
de los migrantes protestaron ante las instalaciones de la Oficina de
Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por su sigla en
inglés) en Clint, Texas –ubicada en el condado de El Paso– para exigir
mejores condiciones para los niños migrantes alojados allí.
La movilización realizada el martes por la noche fue respuesta a que
horas antes el CBP informó que recibió de vuelta a más de 100 pequeños
que fueron trasladados a otras instalaciones por las malas condiciones
en que se encuentra el sitio, que se volvió a ocupar colocando carpas
para albergar a los menores de edad.
Los manifestantes eran vecinos de Clint y otros que llegaron desde Palo Alto, California.
Julie Lythcott-Haims, quien coordinó la protesta, señaló que se subió
a su auto y condujo 17 horas de California a Texas después de ver los
informes sobre niños migrantes, y consideró que debía hacer algo.
Sostuvo que en Clint
los niños no están siendo atendidos de manera higiénica, no cuentan con cepillo de dientes, ni pañales para los más pequeños. Comentó que
en el trato a los infantes, las autoridades migratorias han alcanzado un nivel de horror, y eso me angustió como madre. Adelantó que los activistas realizarán el resto de esta semana protestas en El Paso para reclamar por el retorno de los menores de edad a la zona desértica de Texas, donde las temperaturas superan los 40 grados centígrados.
Los inconformes recordaron que Clara Long, integrante de Human Rights
Watch, estuvo en el albergue y dijo que los menores ahí alojados
padecían resfriados, estaban enfermos y dijeron que no tenían acceso a jabón para lavarse las manos.
Señalaron que Long destacó que
algunos menores de edad que fueron detenidos por dos o tres semanas sólo tuvieron una o dos oportunidades para ducharse, e incluso
uno dijo que no se habían duchado en tres semanas. La higiene y las condiciones de vida crean un riesgo de propagación de enfermedades infecciosas. Me preocupa mucho que se incurra en una emergencia de salud pública.
Foto Ap
Rubén Villalpando
Corresponsal
Periódico La Jornada
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