Ciudad Juárez, Chih., Migrantes centroamericanos que se
desprendieron de las caravanas que ingresaron a México a partir de
octubre pasado comenzaron a buscar nuevas rutas para internarse en
Estados Unidos con intención de solicitar asilo.
En grupos pequeños están llegando al municipio de Janos –fronterizo
con Nuevo México–, por lo que autoridades, organizaciones no
gubernamentales y la Iglesia católica aplican medidas para brindarles
apoyo.
Algunos hondureños llegaron al municipio de Casas Grandes luego de
intentar sin éxito cruzar por otras fronteras, como la de Ojinaga, y se
trasladan a Janos y Ascensión, localidades ubicadas en el desierto por
donde migrantes mexicanos y centroamericanos se internaron en Estados
Unidos en años pasados.
Entre otros sitios donde autoridades municipales de Janos han
detectado migrantes de las caravanas figuran los poblados El Berrendo y
Puerto Palomas de Villa, aledaños al desierto de Nuevo México.
El sacerdote José David García López, responsable de la Pastoral
Social de Movilidad Humana de la diócesis de Nuevo Casas Grandes y a
nivel estatal, dijo que en el desayunador comunitario que se ubica
frente al templo María Madre, en la zona centro de Janos, se atendió a
migrantes hondureños.
En tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, de la cual
depende la Patrulla Fronteriza estadunidense, dio a conocer que en
octubre detuvo en El Paso, Texas, a 5 mil 185 personas que pretendieron
entrar sin documentos al país vecino, mientras que en el mismo mes de
2017 arrestó a 212.
Rubén Villalpando
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 13 de diciembre de 2018, p. 14
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