A 100 días del gobierno
del presidente Iván Duque, el pueblo colombiano sigue esperando por un
cambio que los conduzca a un futuro más próspero y que este sea de paz y
reconciliación, sin embargo las esperanzas que ese porvenir se haga
realidad está muy distante y todo hace indicar que lejos de prosperidad y
paz, el país se encuentra sumido en una gran depresión e incertidumbre,
no solo en los pendientes cumplimientos de los acuerdos de paz. A dos
años de firmados en el teatro Colón, solo se ha cumplido entre un 18 y
un 20 por ciento de lo acordado, y cuyas perspectiva con este gobierno
del Centro Democrático son inciertas. Mientras en el campo económico,
político y social tampoco se auguran buenas noticias.
Las razones en
el terreno económico las ha definido el ministro de Hacienda, Alberto
Carrasquilla, planteando que profundizará el modelo neoliberal imperante
que ha llevado a los pobres a ser más pobres y a los ricos a ser más
rico, mientras que una clase media se verá seriamente afectada, no solo
por la reforma tributaria que este ha planteado a la canasta familiar,
sino porque con los gravámenes y fórmulas que contienen su propuesta de
reforma, afectará seriamente a los pequeños y medios empresarios y
comerciantes. Si bien la moción de censura en el Congreso presentada por
el senador Jorge Robledo no prosperó, el ministro Carrasquilla quedo
debilitado para sacar adelante la Ley de Financiamiento y aún más con la
propuesta de aplicar un impuesto a la canasta familiar, criticada
incluso por Álvaro Uribe máximo líder del oficialista Partido Centro
Democrático, que ha dejado abierta una fisura entre él y el presidente
Duque. El impacto de un impuesto a la canasta familiar hubiera sido un
bombazo en la economía del hogar y desatado un fuerte descontento en la
población, lo que explica la inexperiencia y la falta de preparación
para dirigir el país de Duque y el alerta de Uribe.
Por cierto
el ministro Carrasquilla es el funcionario del gobierno de Duque que
tiene el puntaje más bajo de favorabilidad y el peor calificado según el
opiniometro de la W radio, con 1, 5 pero ninguno de sus ministros
logran sobrepasar los 3 puntos de favorabilidad.
Mientras que el
presidente Iván Duque con la casi nula acción en los primeros 100 días
de su Gobierno, ha descendido vertiginosamente con una desaprobación a
su gestión de un 68% en este mes y cayó de 50% a 22%, en la aprobación
de su mandato según lo dio a conocer la W radio de Colombia.
Los
votantes que eligieron al actual Presidente se sienten decepcionados y
descontentos, incluso dentro de su propio partido -el Puro Centro
Democrático- donde ya afloran discrepancias y un signo de debilidad a
tan escaso tiempo de Gobierno. Los resultados de las encuestas están
arrojando un consenso en la sociedad por la inacción de su Gobierno y
una muy poco clara perspectiva de superar los graves problemas que
enfrenta el país.
A este escenario se le suma la poca influencia
que tiene sobre los Partidos que le favorecieron para ganar la
presidencia, ahora los proyectos y leyes que presenta el oficialismo no
reciben el apoyo de las bancadas conservadoras, liberales y algunos
legisladores de su propio Partido. Lo que indica que al parecer Duque no
recurre a la ya tradicional conducta corrupta de repartir beneficios a
los congresistas, a la que durante muchos años están acostumbrados, si
bien esta acción aparece como un buen signo, la realidad de hoy lo
contradice, cuando el Presidente y el senador Uribe están buscando
fórmula para acallar el gran escándalo que tiene en jaque al fiscal
general Néstor Humberto Martínez, la fórmula es nombrar un fiscal “ad
hoc” y para ello ya presentaron una terna de tres candidatos, pero ambos
tres vienen del uribismo, con esta solución el fiscal Martínez no
tendrá que renunciar y se mantendrá en el cargo y el fiscal “ad hoc” se
encargara de investigar los vínculos del Fiscal y el Grupo Aval con la
empresa brasileña Odebrecht, y así la impunidad seguirá imponiéndose.
La
sociedad colombiana ha comenzado a despertar del largo sueño en que lo
han sumido las campañas politiqueras de los Gobiernos que antecedieron a
Duque, los problemas económicos están asociados a los graves problemas
estructurales del país, que no se resuelven con elevar, el IVA, si bien
años atrás los problemas del país se le atribuía al conflicto armado
interno, hoy no se puede usar ese recurso y mucho menos para mantener
unas Fuerza Militares que consumen el 26 por ciento del presupuesto
nacional, en detrimento de la salud, la educación, la vivienda y la
cultura, unas fuerzas militares que tiene una plantilla de más de 500
mil hombres. ¿Cuál puede ser el argumento que respalden estos gastos
militares?.
Será que su participación en la OTAN la tenga que
pagar el pueblo colombiano, esta es una de las preguntas que deben
hacerse los líderes políticos y sociales del país.
En lo político la desmoralización que se presenta en los Partidos que
sostiene el sistema neoliberal es un termómetro de la descomposición que
padece ese país, y que han sido sostén del establecimiento, como los
históricos partidos Conservador y Liberal (P.L) se han escindido en
varios partidos o corrientes internas. Las pasadas elecciones fueron
muestra de ello, el jefe del Directorio Nacional del P.L, el ex
presidente César Gaviria, indicó a su membresía votar por el candidato
del Centro Democrático, en detrimento del candidato de su partido
Humberto de La Calle, para asombro de muchos, el Partido Liberal no
llegó a 400 mil votos, un hecho sin precedente, porque históricamente el
Partido Liberal siempre promedió más de 5 millones de votos y los
conservadores se diluyeron en distintas fracciones.
En respuesta
a lo arriba expresado, tenemos que el pasado jueves 29 de noviembre se
produjo el lanzamiento de un nuevo Movimiento Liberal, teniendo entre
sus mentores a ex ministros prestigiosos como lo fueron Cecilia López,
Ramiro Bejarano y Yesid Reyes entre otros, decidieron abandonar el
Partido Liberal convocar a este Movimiento, y según trascendió su
plataforma política e ideológica será la inclusión democrática, respeto a
las minorías, desarrollo rural integral, universalidad de la educación y
apoyar la implementación de los Acuerdos de Paz, así como respeto a las
víctimas del conflicto, para lo cual se preparan para participar en las
elecciones de Gobernadores, alcaldes y concejales a fines del 2019.
Así
mismo se aprecia una toma de conciencia en el movimiento político
progresista y democrático y el movimiento social, en torno a la unidad
en contra de las políticas económicas del nuevo gobierno que encabezan
Duque y Uribe, a favor de la implementación y cumplimiento de los
Acuerdos de Paz y respeto a los acuerdos a las víctimas del conflicto;
inclusión política y social; en contra del paramilitarismo y a favor de
una política social, especialmente en salud, educación, construcción de
viviendas, cultura. Cese de la represión contra las manifestaciones
públicas de trabajadores y estudiantes. Fin de los asesinatos de los
líderes sociales y ex guerrilleros reinsertados, estos son los temas que
está tomando cuerpo y que se fortalecerá y se le puede adjudicar como
un saldo positivo a la firma de los Acuerdos de Paz.
Tony López R., Periodista, politólogo y analista internacional.
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