Buenos Aires. En momentos en que Argentina atraviesa la
peor crisis económica y social desde 2001, con el gobierno del
derechista Mauricio Macri, el juez Claudio Bonadío volvió a procesar a
la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y pidió su desafuero
como senadora, por encabezar una presunta asociación ilicíta, sin
ninguna prueba concreta, en una acusación basada sobre la fotocopia de
un cuaderno escrito por el chofer de un ex funcionario, cuyo original
nunca apareció.
Se sabía que Bonadío, un juez con varios procesos por abusos y
estrechamente ligado al gobierno macrista, iba a volver a sacar el tema
de Fernández de Kirchner, cuando esta administración estuviera al borde
del abismo por la crisis sin salida, la caída del peso, la inflación, la
candente situación social y a días de un paro general en todo el país,
como señalaban este lunes analistas de distintos sectores políticos de
oposición.
Bonadío, a quien se compara con el juez Sergio Moro, de Brasil, quien
condenó sin pruebas al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso
sólo por
presunciones, mantiene relaciones directas con Washington, como se comprobó en el caso de Moro, mientras Bonadío es un invitado
muy especialde la Fundación Libertad, que depende de la Heritage de Estados Unidos y en cuya sede central en Rosario, provincia de Santa Fe, dictó varias
conferencias. En esa sede hacen reuniones funcionarios de Estados Unidos ligados a la CIA, como Roger Noriega, con representantes de las derechas de América Latina y Europa.
Hasta ahora desvió todos los posibles juicios contra Fernández de
Kirchner a su juzgado, y ha cometido severos abusos de poder como los
allanamientos al departamento de la ex mandataria en esta capital, sin
permitir la presencia de su abogado, y la literal toma de su
casa en El Calafate, provincia de Santa Cruz, donde las fuerzas de
seguridad enviadas por Bonadío estuvieron tres días seguidos, el
allanamiento más largo en la historia del país.
En ese tiempo rompieron y agujerearon paredes supuestamente en busca
de cajas de dinero ocultas, robándose las bandas y bastones
presidenciales tanto de ella como de su fallecido esposo. Incluso el
bastón de mando que usó en 1973 el presidente Héctor Cámpora, cuya
familia se lo regaló al matrimonio Kirchner. Así lo denunció en un video
Fernández de Kirchner, quien este fin de semana mostró a cámara todos
los daños a su propiedad.
Revolvieron toda la casa y se llevaron objetos personales, entre
ellos un rosario, las réplicas de la espada de Simón Bolívar regaladas
por el ex presidente Hugo Chávez. Abogados cercanos a la ex mandataria
calificaron de abuso de poder todo lo hecho por Bonadío y las reacciones
de diversos sectores del peronismo eran muy fuertes.
En el Congreso, en general ante el anterior pedido de desafuero, el
peronismo en todos sus bloques advirtió que no se permitirá hasta que no
sea cosa juzgada, lo que se ve imposible a corto plazo.
Stella Calloni, Corresponsal
Periódico La Jornada
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