La banca vota Sí en la consulta popular
La
Consulta Popular de este 4 de febrero es mucho más que siete preguntas
puntuales con sus respectivos anexos (¡que pocos habrán visto!). También
es mucho más que un maniqueo enfrentamiento entre “morenismo” y
“correísmo”, aunque es indudable que la campaña electoral ya ha tomado
ese matiz. Es importante entender que, en la rauda y controvertida
convocatoria a la Consulta Popular reposa la
urgencia del Presidente Moreno de abrirse un mayor margen de apoyo
político después de su apretado triunfo electoral de Abril de 2017 .
El Presidente pudo ampliar su margen de maniobra recomponiendo
relaciones con sectores sociales de izquierda que se alejaron de la
Revolución Ciudadana. Y no se puede decir que no lo ha hecho. Sin
embargo, desde los primeros diálogos de su mandato, Moreno abrió más la
cancha sobre todo para dar grandes señales a aquellos actores que fueron
sus grandes opositores de la campaña presidencial y desconocieron su triunfo.
La Consulta Popular acelera esta estrategia: guiña el ojo a las
organizaciones sociales, juega con el sentido común de las grandes
mayorías con preguntas a las que es difícil decir No pero,
esencialmente, contenta a la oposición de derecha. Detrás del populismo penal y la demagogia ambiental
que apelan a los sentidos comunes de la gente (los y las votantes
dirán: ¿cómo oponerse a penalizar a los violadores, corruptos y a
defender el medio ambiente?) existen temas cuya aprobación empata con
los intereses de lo grandes grupos económicos del país. Es importante
que los electores y electoras hagan una reflexión al respecto de cara a
consignar su voto este domingo:
La pregunta 7 parecería invocar
desinteresadamente a la conciencia ambiental. Sin embargo, al limitarse a
discutir las dimensiones del área de explotación y protección del
Yasuní no critica y más bien refrenda el modelo de acumulación basado en el extractivismo.
¿Cómo defender una profundización de la trasformación productiva o
replantear la necesidad de romper con el insostenible uso de
combustibles fósiles cuando el pueblo ecuatoriano, en las urnas, se ha
pronunciado por sostener un modelo económico primario extractivo de una
manera “light” y pseudo-ambientalista?
Por su parte la Pregunta
6, sin sustanciales argumentos más allá que los cacareos de los
especuladores inmobiliarios, echa tierra encima de la Ley de Plusvalía.
Es ciertamente un instrumento susceptible de mejora, sin embargo: ¿
por qué enterrarlo y dejar al país sin una herramienta clave para
pelear contra la concentración de riqueza, para reducir históricos
abusos y desigualdades en el negocio inmobiliario ? Ante esto, el
Presidente Moreno dice que habrá que hacer una nueva Ley. Una afirmación
que nuevamente muestra que una reforma o una nueva norma es algo que
pudo haber hecho meses atrás cuando la polarización con su propia
bancada, que fue acelerada por la Consulta Popular, no era un
inconveniente. Hoy en día, a los especuladores inmobiliarios les
conviene que el SI gane en la pregunta 6, ya que derogada la ley será
difícil que la Asamblea Nacional, en su descomposición de fuerzas
actual, promulgue norma alguna, no se hable de una más progresista. En
este punto podríamos decir que bastará que Moreno sea firme y coherente,
envíe un proyecto de ley que podría promulgarse a falta de trámite o
gracias a su poder de veto. Sin embargo, las élites económicas, quienes
han dejado claro que son partícipes del eventual triunfo del SI
presionarán fuertemente por la ausencia de norma o la construcción de
una que les beneficie.
Así mismo, interesa a la élites el
proceso de evaluación y recambio de las autoridades de control que se
desencadenará en caso que el SI gane en la Pregunta 3. Desde hace meses van atrás de la cabeza del Superintendente de Bancos y no han abandonado la cacería a Patricio Rivera,
ex Ministro de Correa, ex Consejero del Presidente Moreno y ahora
Superintendente de Economía Popular y Solidaria. El punto aquí no es, de
ningún modo, oponerse a la rendición de cuentas y el control político.
Pero esto debe hacerse sin soslayar el Estado de Derecho (como lo hace
la propuesta de la Pregunta 3) y sin hacer eco de las vendettas
políticas de las tradicionales élites económicas y políticas del país.
El triunfo del SI en la Consulta Popular tendrá como consecuencia el
reposicionamiento de la oposición de derecha y de las élites económicas.
Estos sectores ya han dejado claro al Presidente que el triunfo del SI
es triunfo suyo. Lo mismo lo dicen de manera más amable algunos y lo
grita a viva voz el banquero Guillermo Lasso. Y a cambio pedirán un giro
de modelo económico. Lo demás son detalles insignificantes. De hecho,
no ha faltado que llegue la Consulta Popular para que los tradicionales
grupos económicos y sus corifeos hagan ya sus primeros reclamos. No les
bastó que ruede la cabeza de Patricio Rivera del entorno presidencial y
piden a gritos que Moreno elimine cualquier rezago del equipo económico
del régimen anterior. En la misma línea se ha formado, y con algunos
miembros de esa misma élite incluidos, el denominado Foro de Economía y Finanzas Públicas
para manifestarle al Presidente que la mejor manera de manejar la
economía del país es la contracción del Estado, la flexibilización
laboral, la desregulación de los mercados y lo que parecería ser la
privatización del sistema previsional y de pensiones jubilares. No debe
sorprendernos este conjunto de pedidos si miramos las credenciales
de este “selecto grupo”: fueron autoridades o asesores del frente
económico en los años que precedieron la crisis financiera de 1999 y
algunos son banqueros de larga data. Además, muchos de ellos no solo
impulsaron y expidieron normas para facilitar la fuga de capitales del
país sino que ellos mismo han constituido empresas en paraísos fiscales y tienen sus recursos fuera del Ecuador . ¿Con estas credenciales y calidad moral hablan de Patria y buen manejo de la economía?
Si bien no debería sorprendernos lo que estos caballeros proponen, sí debe preocuparnos su capacidad de llegada al poder. Le han dejado claro a Moreno y sus allegados que ellos son parte del equipo del SI
. Ese SI no es una proclama gratuita. La banca votará SI, llamará a
votar SI y exigirá medidas en su favor al Presidente con quien ya
lograron sus primeros triunfos sin corresponsabilidad alguna. Esta vez quizá se tardarán menos en ser recibidos en el Palacio Presidencial ( la vez anterior la respuesta favorable a recibirlos tardó solo unas horas ) para apremiar al primer mandatario por el retorno del modelo económico que, décadas atrás, llevó al país a la crisis, pobreza y profundización de las desigualdades.
Un contrapeso a las presiones de las voces que claman por el retorno de
la ortodoxia económica es urgente. Un voto reflexivo y crítico,
consciente de esta nueva matriz de poder, es fundamental.
Andrés Chiriboga T.: Foro de los Comunes/Observatorio de la Dolarización (artículo escrito antes de la consulta popular del 4 de febrero)
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