FFAA en América Latina
CELAG
En las últimas
décadas, han avanzado medidas de seguridad en algunos países
latinoamericanos (México, Centroamérica, Colombia, Perú y,
recientemente, Argentina) para combatir el narcotráfico, la lucha contra
organizaciones criminales internacionales y la defensa de recursos
estratégicos. Al menos desde la década de los ochenta, los Estados
Unidos han intentado involucrar a las Fuerzas Armadas (FFAA)
latinoamericanas en tareas de seguridad pública contra el narcotráfico y
organizaciones criminales internacionales, en calidad de fuerzas
complementarias.[1]
En lo que va del gobierno de Donald Trump, se perciben importantes
avances en acuerdos y convenios en materia de seguridad con el complejo
militar-industrial estadounidense: el Comando Sur, ha fijado la
estrategia para el 2018 en América Latina y el Caribe centrada en el
combate a la corrupción, pobreza, terrorismo, crimen, tráfico de drogas y
desastres naturales; se propiciaron la relación militar a militar,
acuerdos para compartir información y la asistencia en conjunto con la
Guardia Nacional de varios estados de EEUU, sumada a la asistencia
militar del Departamento de Estado y Defensa.
Once años de guerra contra el narcotráfico en México han dejado
secuelas imborrables en la sociedad: más de 300 mil desplazados, más de
30 mil desaparecidos y más de 230 mil asesinatos durante los últimos dos
gobiernos. [2] En el
marco de los convenios entre FFAA e instituciones policiales mexicanas
con sus pares estadounidenses, la guerra contra el narcotráfico ha
resultado un negocio sumamente rentable para las empresas
armamentísticas. En lo que va del año, México compró misiles a EEUU por
casi 100 millones de dólares, los cuales serían utilizados para
“combatir al narcotráfico”, además de entrenamiento por dos años a
marinos mexicanos. [3]
México es el país que más armas importó en 2017 de todos los países
latinoamericanos, superando a Brasil, Colombia y Argentina. Las FFAA
mexicanas han crecido en los últimos 17 años 61.7%: pasaron de 207 mil
800 efectivos a 336 mil.
[4] El gasto militar también tiene un incremento considerable: en 10
años creció 47.5% (seis mil millones de dólares) lo que representa poco
más del 2.5% del PIB. Este incremento se da en paralelo a sustantivos
recortes en ciencia y tecnología, salud y educación.
Movimientos en Centroamérica
A principios de enero de 2018 trascendió la llegada de personal militar
estadunidense a territorio panameño como parte de un ejercicio militar
denominado “Nuevos Horizontes” (del Comando Sur). Este tipo de
operativos forman parte de escenarios que (aparentemente) requieren una
intervención humanitaria, en países con “desorden interno” o debido a
conflicto entre dos países. En el caso concreto de Panamá, estos
ejercicios se han justificado bajo el argumento de la “protección del
canal”: 415 miembros de la fuerza aérea estadounidense ocuparán parte
del territorio panameño hasta mediados de 2018, [5] periodo que abarca las elecciones presidenciales venezolanas establecidas para abril.
A finales de enero se reunieron el jefe del ejército nicaragüense,
Julio César Avilés y el jefe de la Fuerza de Tarea Integral Conjunta Sur
del Comando Sur (JIATF-S) Cristopher J. Tomney. La reunión tuvo como
objetivo la revisión de las acciones que realiza Nicaragua de la
estrategia denominada “Muro de Contención”. Dicha estrategia es el
primer anillo estratégico de seguridad de Nicaragua y tiene como
objetivo “contener, desviar y capturar la mayor cantidad de droga en
territorio nicaragüense. Por otro lado, se valoraron las relaciones de
coordinación e intercambio de información y la disposición del gobierno
nicaragüense de continuar con dicha estrategia. [6]
El 8 y 9 de febrero en Guatemala se llevó a cabo la “Conferencia final
de Planificación”. El Comando Sur es el encargado de pagar los viáticos
de los asistentes. En su página web no hay información disponible de
este evento. Sin embargo, el Ministerio de Defensa Peruano, publicó una
resolución ministerial en la que informó que del 16 al 27 de abril se
llevará a cabo el “Ejercicio Fuerzas Aliadas Humanitarias” [7] y participará de este ejercicio. [8] La realización del ejercicio también coincide con el periodo en el que se llevarán a cabo las elecciones en Venezuela.
Colombia: la “amenaza” de Venezuela y la compra de armamento
A la reciente visita del almirante Kurt W. Tidd, jefe del Comando Sur a Colombia,
[9] y los movimientos militares en Tumaco contra organizaciones
criminales debido el ingreso de venezolanos a territorio colombiano, se
suma la Reunión Multinacional de Seguridad Marítima en Miami. El 19 de
enero se reunieron representantes de Colombia, México y Estados Unidos.
En esta segunda reunión (la primera fue en diciembre de 2017) se firmó
una carta de intención entre los países para “proteger la soberanía de
las aguas territoriales y las zonas económicas exclusivas de cada
nación” y EEUU cubrirá las aguas internacionales. La carta de intención
está enfocada a la protección de aguas interamericanas para
contrarrestar el crimen organizado para lo cual evaluaron la
disponibilidad de recursos militares de la Marina mexicana, colombiana,
el Comando Sur y el Comando Norte.
[10] Esta “seguridad marítima” cubriría el golfo de México, parte de
Centroamérica y el Caribe colombiano. Por otro lado, continúa la
asesoría de la Guardia Nacional de Carolina de Sur con la organización
militar en Colombia. [11]
Las compras militares hechas por Colombia entre 2015 y 2016 alcanzaron
los 19 millones de dólares para aeronaves, 18 millones en vehículos
blindados, 40 millones en misiles, 54 millones en sensores y 105
millones de dólares en barcos.
[12] Los principales proveedores de Colombia son EEUU (82 millones),
Corea del Sur (50 millones), Israel (24 millones), Alemania (76
millones) y Francia (4 millones). [13]
Perú: el rearme permanente y silencioso
En los últimos años, Perú se convirtió en pieza clave del despliegue
militar estadounidense en la región con la instalación de bases en la
selva peruana, los Centros de Operaciones de Emergencia Regional (COER).
[14] Además, para el presupuesto de asistencia para el desarrollo y
militar propuesto para el 2018, Perú tendrá poco más de 49 millones de
dólares, de los cuales, 48 son para el programa “Seguridad y Paz”.
[15] Perú es parte del Programa de Asociación Estatal de la Guardia
Nacional (SSP) de Virginia del Este y comparten asesoría y entrenamiento
desde 1996. En este año, la reunión entre militares peruanos y la
Guardia Nacional de Virginia del Este estuvo concentrada en un tema
común: la ayuda humanitaria ante un desastre natural o una crisis
humanitaria. [16]
El año pasado Trump mencionó que Perú compraría vehículos militares a EEUU.
[17] Las compras del Perú entre 2015 y 2016 fueron: aeronaves (196
millones de USD), vehículos blindados (10 millones de USD), artillería
(13 millones de USD), maquinas (19 millones de USD), satélites (50
millones de USD) y barcos (96 millones de USD). Los principales
proveedores son: Corea del Sur, Rusia, Francia, Italia, Canadá, China,
Estados Unidos, Holanda, Nueva Zelanda e Israel. [18]
Argentina: bases militares y Fuerza de Despliegue Rápido
En plena visita del Almirante Kurt W. Tidd del Comando Sur a Colombia,
el Ministro de Defensa Oscar Aguad y la Ministra de Defensa Patricia
Bullrich del gobierno argentino, se reunieron en EEUU con funcionarios
del Departamento de Estado, del FBI, la DEA y con directivos del Comando
Sur. Uno de los objetivos de la visita fue que EEUU considerara a
Argentina y el Cono Sur como claves para el combate al narcotráfico.
[19] Con la DEA, Bullrich firmó un acuerdo para instalar una “fuerza de
tarea” en la provincia de Misiones en la triple frontera entre
Argentina, Paraguay y Brasil, con el objetivo de combatir el
narcotráfico y el terrorismo. En octubre pasado Bullrich firmó un
acuerdo para crear un Centro de Inteligencia Regional en Usuhaia
(Patagonia argentina), considerado como el esquema inicial para otra
base estadounidense.
Después del anuncio de la creación de las
Fuerzas de Despliegue Rápido (FDR) con las tres Fuerzas Armadas, Aguad
se reunió con Bullrich y con mandos del Comando Sur para darle
continuidad al acuerdo para la creación de “Centros de fusión de
inteligencia” entre las FFAA y de seguridad argentinas con oficiales de
la DEA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y miembros del Comando
Sur. Por otro lado, se revisó el acuerdo de Cooperación entre Argentina y
la Guardia Nacional del Estado de Georgia, que está enfocado en el
diseño de las nuevas FDR y forma parte del State Partnership Program (SSP), similar al que tiene Perú, Colombia, Uruguay, por mencionar algunos países. [20]
Los movimientos recientes en Panamá y Colombia, los nuevos acuerdos con
FFAA argentinas y los ejercicios militares que tendrán lugar en
Guatemala en abril, consisten en una “demostración de fuerza” para el
“cambio de régimen” en Venezuela.
Para la creación de
la FDR, se adquirirán helicópteros, camiones de brigada, armamento
moderno y aviones: 20 helicópteros fueron comprados a Italia y de EEUU
llegarán cuatro helicópteros más y aviones comprados a Francia. [21] La compra de material bélico fue declarada como información “secreta” por el presidente Mauricio Macri.
[22] Se establece así una tendencia hacia la militarización de la
seguridad pública, uno de los elementos clave de la lucha contra el
narcotráfico, tal como se viene experimentando en Colombia, México y el
Triángulo Norte de Centroamérica (con las conocidas consecuencias:
ruptura del tejido social, exposición de FFAA a tareas policiales y las
sistemáticas violaciones a derechos humanos) y lo hecho recientemente en
Brasil por el gobierno de Temer.
La guerra de amplio espectro
que Estados Unidos lleva a cabo contra Venezuela implica una fuerza
multilateral que intervenga no sólo en lo económico y político, también
en lo militar. Los movimientos recientes en Panamá y Colombia, sumados a
las bases militares en Colombia, Perú, Honduras y los ejercicios
militares como AmazonLog el año pasado, y los que tendrán lugar en
Guatemala en abril, los nuevos acuerdos con FFAA argentinas, consisten
en una “demostración de fuerza” para el “cambio de régimen”.
Notas:[1] http://www.jornada.unam.
[2] http://www.huffingtonpost.
[3] http://www.excelsior.com.
[4] http://www.jornada.unam.
[5] http://laestrella.com.pa/
[6] http://www.
[7] https://www.mindef.gob.pe/
[8] http://www.infodefensa.
[9] https://www.telesurtv.net/
[10] http://www.southcom.mil/
[11] http://www.jbsa.mil/News/
[12] http://armstrade.sipri.
[13] Ibid
[14] http://www.celag.org/
[15] https://
[16] http://www.southcom.mil/
[17] https://elcomercio.pe/
[18] http://armstrade.sipri.
[19] https://www.clarin.com/
[20] http://www.jornada.unam.
[21] https://www.infobae.com/
[22] http://www.jornada.unam.
Aníbal García Fernández es investigador del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG)
Fuente: http://www.celag.org/ffaa-america-latina-armas-capacitacion-cerco-venezuela/
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