Para atraer la atención sobre él tienen que hacerlo
parecer loco
La función del magnate, proteger a las corporaciones estadunidenses, dice
El lingüista, sociólogo e intelectual estadunidense, Noam Chomsky,
durante la entrevista con Telesur, desde su cubículo en la Universidad
de Tucson, adonde acaba de mudarse
Desde su cubículo en la Universidad de Tucson, a
la que acaba de mudarse, el lingüista, sociólogo e intelectual Noam
Chomsky concedió una entrevista a Telesur en la que habló de la historia
reciente de Estados Unidos, la estrategia hegemónica de esta nación y
la función que tiene el gobierno de Donald Trump para conservar las
corporaciones estadunidenses como dueñas del mundo, a costa del
calentamiento global y el riesgo de un conflicto nuclear.
Desde el punto de vista del poder, Donald Trump está haciendo daño, pero desde el punto de vista de las élites, les está dando todo lo que quieren. De hecho, lo que sucede en Estados Unidos, si lo piensan, es como una bola demoledora a dos niveles. Trump está consciente de que su papel es que la atención internacional esté enfocada en él en todo momento, cada vez que uno enciende la televisión, o abre un periódico, ahí está. Para mantener la atención pública sobre él, tienen que hacerlo parecer loco. Subraya el intelectual que
todos los días hay una locura tras otra. Después inventa alguna mentira loca, como la de que a su inauguración asistió la mayor multitud de la historia, como si fuera algo importante.
Chomsky sostiene que las corporaciones estadunidenses están
conscientes de que el mundo puede ser destruido por el cambio climático y
una guerra nuclear, simplemente no les importa, pues su único interés
es la ganancia monetaria:
“Si vemos a Donald Trump o al secretario de Estado, Rex Tillerson,
ello saben perfectamente que los seres humanos causamos el calentamiento
global. Trump está construyendo muros alrededor de todos sus campos de
golf para asegurarse que el mar no los destruya cuando éste suba de
nivel, si bien aún no ha construido un muro en la frontera con México.
Asevera que “la CIA no actúa por su cuenta. Es una agencia del Poder
Ejecutivo. Ellos hacen lo que se les ordena. Una de sus tareas es
permitir que el Ejecutivo diga que no sabe lo que está ocurriendo. Si
algo sale mal, si se comete alguna atrocidad, se puede culpar de ello a
la CIA, y el brazo ejecutivo, que es el que da las órdenes, tiene la
posibilidad de deslindarse de toda responsabilidad. Así que cuando
hablamos de la CIA, en realidad hablamos del centro ejecutivo del
gobierno.
Asimismo, Chomsky explica el reciente patrón de invasiones
estadunidenses a diversos países, y asegura que después de la guerra de
los Balcanes, el tema de la
intervención humanitariase volvió parte de la agenda internacional de Estados Unidos.
“El concepto de ‘ayuda humanitaria’ es muy interesante. Casi todo
acto agresivo cometido por cualquier potencia está justificado por
‘motivos humanitarios’, desde el punto de vista del agresor, pero no
desde el punto de vista de las víctimas. Está como ejemplo el bombardeo a
Serbia de 1999. Sabíamos a detalle lo que pasaba ahí. Fuerzas con base
en Albania entraban a Serbia y perpetraban ataques terroristas para
provocar una reacción agresiva de los serbios, mismos que sirvieron como
una justificación de la OTAN a la intervención de Estados Unidos.
Dicen que las pérdidas estimadas fueron altas en los dos bandos, como 2 mil. Cuando la invasión ocurrió, el general a cargo, Wesley Clark, informó a Washington que el ataque estadunidense empeoraría gravemente las atrocidades en el terreno porque Serbia no iba a responder atacando a Estados Unidos, sino atacando en el terreno. Serbia comenzó a expulsar de Kosovo a los albaneses y cometió atrocidades. Eso sí, recibió enorme cobertura de la prensa y Milosevic fue llevado al tribunal de La Haya acusado por sus crímenes masivos. Pero todos ellos, salvo una excepción mínima, ocurrieron tras los bombardeos estadunidenses.
De la Redacción
Periódico La Jornada
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