A un año de que la Justicia del Perú le dictara prisión preventiva y
ordenara su captura internacional por el caso de corrupción Odebrecht, el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) no parece estar prófugo.
Sus redes sociales están actualizadas. En Facebook, Toledo
comparte fotos de su participación en un foro académico en Nueva York
(celebrado en mayo), el video de la entrevista que le realizó en ese mismo mes el canal CNN y “pronunciamientos” sobre la coyuntura política y social del Perú.
El Cholo, que llegó al poder con la lucha anticorrupción como símbolo y ahora es acusado de supuestamente recibir 20 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht,
elude dos órdenes de prisión provisional desde Estados Unidos, donde al
parecer lo protege el hecho de ser residente en ese país.
Fue el 9 de febrero de 2017, cuando el juez Richard
Concepción dio lugar a los argumentos de la Fiscalía y dictó prisión
preventiva por 18 meses contra Toledo, al considerar que hay un “alto grado de probabilidad” de que haya estado involucrado en los delitos que se le atribuyen.
Según versiones periodísticas, al expresidente, acusado de
tráfico de influencias y lavado de activos, se la ha visto tranquilo en
bares y restaurantes de la ciudad de San Francisco junto a su esposa
Eliane Karp, también prófuga.
“Nunca en mi vida he recibido un millón, mucho menos 20 millones de
dólares en sobornos. Nunca. No voy a entrar a la cárcel sin que escuchen
mi versión”, afirmó el expresidente en la entrevista de CNN al ser consultado sobre por qué no regresa al Perú.
Toledo, de 71 años, señala que es víctima de una persecución política
y que solo retornará a su país cuando exista una “Justicia justa”. La
primera orden de prisión responde a dichos de Jorge Barata, exrepresente
en Lima de Odebrecht,
quien en un testimonio premiado aseguró que Toledo recibió el soborno
en Brasil a cambio de darle a la firma el contrato para la construcción
de dos tramos de la carretera Interoceánica.
“En febrero de 2017, sin avisarme me acusaron de haber recibido 20
millones de dólares de un señor Barata, al que le va a costar muy caro.
Si no me comunican de eso y quieren una prisión preventiva sin
escucharme, ¿dónde está el Estado de derecho?”, se defendió el ex
mandatario en la entrevista.
La segunda orden es por el caso Ecoteva, empresa desde la que
Toledo y su esposa, Eliane Karp, hicieron inversiones inmobiliarias por
unos 17 millones de dólares. El Cholo asegura que todo es legal y que esa compañía es de su amigo israelí Yosef Maiman, quien le facilitó el dinero.
Sin embargo, la investigación de la Fiscalía detectó que el dinero del expresidente hallado en Ecoteva, una offshore
costarricense, corresponde al soborno de Odebrecht. La ruta del monto
la confirmó Maiman, convertido ahora en “colaborador eficaz” de la
Justicia ante el riesgo de ir a prisión.
En vista de que las órdenes de captura no tienen efecto, la Justicia peruana prepara el pedido de extradición. Fuentes de la Cancillería peruana reconocen haber hecho contacto con personal del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Según investigaciones de la Fiscalía, Toledo recibió otro
soborno de un poco más de 3,9 millones de dólares de parte la
constructora brasileña Camargo Correa a cambio de adjudicarle un tramo
de la Interoceánica.
Toledo es hasta ahora el más comprometido entre varios líderes peruanos vinculados con el caso Odebrecht,
entre ellos los exmandatarios Ollanta Humala –preso en forma
provisional– y Alan García, así como la principal líder de la oposición,
Keiko Fujimori.
(Tomado de Página 12)
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