Se fortalece argumento para acusar a Trump de obstruir la justicia
En Davos, el presidente estadunidense niega la información y la tilda de fake news
Estadunidenses se manifestaron ayer frente a una librería donde el fiscal general, Jeff Sessions, pronunciaba un discurso sobre seguridad y migración en Norfolk, Virginia
Donald Trump intentó despedir al fiscal especial Robert Mueller, quien encabeza la investigación sobre posible colusión entre la campaña electoral del ahora presidente y el Kremlin a mediados del año pasado, lo cual nutre los argumentos para una posible acusación de obstrucción de la justicia.
La noche del jueves el New York Times y el Washington Post reportaron que Trump ordenó al abogado de la Casa Blanca, Donald McGahn, que cesara a Mueller en junio de 2017, pero el abogado se negó y amenazó con renunciar si el presidente procedía. Trump, confrontado con eso, abandonó la idea. Hoy, en Davos, Suiza, Trump desmintió eso y, como siempre con noticias negativas en su contra, calificó la información de fake news.
Trump ya ha negado una y otra vez –en las mismas fechas, el año pasado, cuando estaba por correr a Muller, reiterando que no lo he considerado– que deseara deshacerse del fiscal especial poco después de haber despedido al anterior encargado de esa investigación, el jefe de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) James Comey. Pero esta revelación podría convertirse en una prueba más de que el presidente estaba intentando frenar la pesquisa. El equipo de Mueller, se supone, se ha enfocando cada vez más en la posible obstrucción de la justicia –delito federal– por Trump y su familia.
Expertos legales y ex fiscales opinan que, con la revelación, Trump ahora ha complicado su situación legal, pues será más difícil argumentar que nunca ha intentando influir ni obstaculizar esa pesquisa –y eso mientras se está negociando su primera entrevista con el equipo de Mueller en las semanas próximas.
Si Mueller también tiene pruebas de que la campaña de Trump se coordinó con los rusos, el intento del presidente de despedir a Mueller invita a un cargo por obstrucción. Y si hay evidencia de un crimen de colusión, creo que podríamos ver a Mueller moverse rápidamente contra Trump, comentó el ex jefe de la división criminal de la FBI Ron Hosko a USA Today.
El supuesto intento para despedir a Mueller ocurrió sólo un mes después de que Trump cesó a Comey, algo que ya es parte, según fuentes, de la investigación sobre posible obstrucción que realiza el equipo de Mueller. Vale recordar que Trump comentó en una entrevista por televisión que el despido de Comey estaba vinculado con la manera en que había manejado la investigación sobre la mano rusa en las elecciones estadunidenses.
Además, es secreto abierto que Trump se quiere deshacer de su procurador general, Jeff Sessions, uno de sus ex aliados más cercanos, quien considera que lo traicionó al excusarse de la investigación sobre la mano rusa (Sessions fue interrogado recientemente, durante horas, por el equipo de Mueller, ya que él trabajó en la campaña y fue parte de la decisión de correr a Comey). Más aún: se reveló que Trump estaba considerando hasta echar al subprocurador general, Rod Rosenstein, quien nombró a Mueller después de que Sessions se vio obligado a apartarse del asunto.
Para un hombre que insiste en que no ha hecho nada mal, Trump verdaderamente se comporta como si tuviera algo grande que ocultar. El intento del presidente de despedir al fiscal especial es sólo lo más reciente de una larga lista de ceses y mentiras que establecen un patrón innegable: el presidente de Estados Unidos ha intentado repetidamente clausurar una investigación sobre si su campaña coordinó con oficiales rusos para ayudarlo a ganar la elección de 2016, escribió hoy en su editorial principal el New York Times. Concluye: Si el señor Trump y sus socios son verdaderamente inocentes de haber hecho algo malo, ¿de qué tienen tanto miedo?
Peor aún para el presidente y sus aliados: con la revelación, Mueller y su gente ahora estarán más protegidos del presidente que nunca, con legisladores de ambos partidos reconociendo que las consecuencias políticas de algún intento para frenar la investigación ahora serían aún más considerables que antes.
Batallas migratorias
Unas 24 horas después de que el gobierno de Trump presentó repentinamente una propuesta al Congreso para ofrecer la legalización de 1.8 millones de migrantes indocumentados que llegaron como menores de edad –los llamados dreamers– a cambio de un magno proyecto de defensa fronteriza que incluye el famoso muro y mayor militarización de las fronteras y el fin del actual sistema de migración basado en la reunificación de familias, demócratas y defensores de migrantes condenaron la iniciativa.
El senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, declaró que Trump estaba usando a los dreamers como instrumento para deshacer nuestro sistema de migración y adoptar la lista de deseos por los que han abogado los antimigrantes de línea dura durante años.
Greisa Martínez Rosas, directora de política de United We Dream, la mayor organización de dreamers en el país, declaró que la propuesta es nada menos que una nota de rescate de rehenes de supremacistas blancos, de un hombre inmoral y horrible, cuyo objetivo es borrar a las familias migrantes de este país.
Esos mismos grupos de línea dura también criticaron la propuesta, afirmando que otorgar legalización a casi 2 millones de dreamers era una amnistía masivapara gente que había violado las leyes migratorias. Los ilegales no tienen ningún derecho de estar aquí y todos han violado nuestras leyes. Este acuerdo de amnistiar negocia para afuera la soberanía estadunidense, tuiteó el representante federal republicano Steve King.
Pero para muchos conservadores la pieza más importante no es lo de los dreamers, sino lo que sería un cambio que algunos califican de sísmico al acabar con el corazón de la política migratoria actual, al poner fin a gran parte de la migración legal a través de dar prioridad a familiares y el sistema de lotería de visas.
La negociación procederá con diferentes sectores de migrantes usados como pieza en el tablero de los políticos.
Sexo y mentiras
Otro día, otros que caen en la ola incesante de denuncia y condena de abuso y hostigamiento sexual por hombres (y ahora una mujer) en puestos de poder. Ahora fue el multimillonario y empresario de casinos –y jefe de finanzas del Partido Republicano– Steve Wynn el acusado por decenas de mujeres que trabajan para él de décadas de comportamiento sexual inaceptable. Mientras tanto, hoy se anunció la renuncia de toda la junta de gimnasia del comité olímpico de Estados Unidos por el escándalo del doctor del equipo, Larry Nassar, quien abusó sexualmente de decenas de las atletas durante décadas y que acaba de ser condenado por hasta 175 años de prisión. Finalmente, se reveló que la supuesta feminista Hillary Clinton optó por no despedir a Burns Strider, alto asesor sobre asuntos religiosos de su campaña presidencial de 2008, a pesar de acusaciones de hostigamiento sexual contra una joven en su equipo.
A pesar de la imagen de una era loca e impredecible en Washington, algunas cosas permanecen constantes: mentiras, sexo y escándalos.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
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