Se acentúa la polarización en Bolivia
Mientras los
potenciales candidatos presidenciales de oposición, los ex
Vicepresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, el ex Ministro Samuel Doria
Medina y el actual Gobernador de Santa Cruz Rubén Costas, se han
lanzado en una fuerte campaña de crítica al gobierno de Evo Morales; el
partido del actual mandatario, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y los
Movimientos Populares y Sindicales han proclamado la candidatura del
Jefe de Estado valorando las transformaciones económicas, sociales,
culturales, políticas y diplomáticas de los últimos doce años.
Morales,
en su informe anual del 22 de enero, presentó un panorama de
importantes cambios estructurales producidos durante su gestión a partir
de la nacionalización de los hidrocarburos, la recuperación de empresas
estatales, la redistribución social de la riqueza, la aprobación de una
nueva Constitución Plurinacional, la participación mayoritaria de
mujeres, indígenas y jóvenes en las instancias de gobierno, la
construcción de infraestructura caminera que integra todo el país, la
unidad nacional en la demanda de una salida al mar y la defensa de la
soberanía y dignidad de Bolivia.
Al iniciar el año 2018, previo
al de las elecciones nacionales de diciembre de 2019, se han marcado ya
las tendencias políticas, sociales y electorales que estarán disputando
la conducción democrática del país, tomando en cuenta que los
enfrentamientos y la polarización comenzaron a finales del pasado año
con dos hechos importantes: la decisión del Tribunal Constitucional de
habilitar la candidatura para la reelección de Evo Morales, por una
parte, y la fuerte movilización de sectores sociales en contra del
Sistema del Código Penal con el respaldo de las fuerzas opositoras, por
otra.
FUERZAS EN APRONTE
De esta manera, prácticamente se
han adelantado las campañas electorales bajo la consigna opositora de
desgastar y debilitar al gobierno sobre la base de la generación de
conflictos sociales, sectoriales, regionales o gremiales por demandas
específicas como fue el caso del conflicto médico en contra de un
artículo del nuevo sistema penal que consideraba el tema de la
negligencia médica y provocó la adhesión de varios sectores,
organizaciones denominadas ciudadanas y partidos conservadores que
ampliaron las observaciones a la norma legal. Esta situación obligó al
gobierno a abrogarla e iniciar un nuevo proceso de consulta.
El
factor articulador de estas acciones, tradicionalmente diferenciadas, se
ha trasladado a los medios de comunicación y a las redes sociales que
adquieren mayor impacto en la población de los sectores medios y jóvenes
más vinculados al consumo de los mismos; de esta manera con argumentos
mentirosos en unos casos, y rumores y medias verdades en otros, se
amplifican en radioemisoras, canales de televisión, agencias de noticias
y periódicos provocando un alto impacto informativo y de expectativa en
la población.
Por otra parte, la controversia en torno a la
legalidad de la nueva candidatura de Evo Morales ha sido planteada en
términos de que el referendo de consulta al respecto, realizado el 21 de
febrero de 2016, tuvo un resultado de rechazo a la misma con un
porcentaje de 51.3% en medio de una campaña de desprestigio y mentiras
en torno al Presidente, campaña conducida por funcionarios de la
Embajada de Estados Unidos, redes virtuales, medios de comunicación y
oposición que fueron denominadas el “cartel de la mentira”.
Esta
modalidad de acción ha sido aplicada en varios países de la región bajo
el mismo formato: rumores, escándalo y denuncian sin fundamento
lanzadas a pocos días de las elecciones. Al respecto, los movimientos
sociales, el MAS y el gobierno no han podido contrarrestar este aparato
mediático y de influencia en la opinión pública, quedando Evo Morales es
una situación de objetivo central de la campaña opositora.
MOVILIZACIÓN POPULAR Y DEBATE POLÍTICO
Esta
situación, al parecer, tiende a ser enfrentada por el partido de
gobierno y las autoridades con una mayor información y debate político
con los sindicatos, movimientos populares, campesinos y urbano populares
de acuerdo a la declaración realizada por el nuevo Ministro de la
Presidencia, Alfredo Rada, quien definió que las dos tareas prioritarias
serán la lucha intransigente contra la corrupción y la organización de
debates políticos, capacitación e información en el campo popular.
A
su vez el gobierno ha desarrollado una campaña de información en torno a
los logros conseguidos en estos doce años: la reducción de la pobreza y
la extrema pobreza en 20%, el crecimiento económico del PIB con tasas
promedio de 5%, la elevación anual de los salarios y del salario mínimo,
la reducción del desempleo, la reducción de las brechas entre los más
ricos y los más pobres, el control de la inflación, las millonarias
ganancias conseguidas por los sectores privados de la banca y las
finanzas, la minería, los hidrocarburos, la agroindustria y el comercio y
la recuperación de la soberanía y dignidad de Bolivia y los bolivianos.
Asimismo,
a diferencia de la oposición, ha planteado un programa estratégico
Agenda Patriótica 2025 para conseguir la eliminación de la pobreza
extrema y la conquista de soberanía en los campos económico, político,
cultural, financiero, tecnológico, ambiental, entre otros. Y, en su
último mensaje, Morales ha marcado las prioridades de este periodo:
Industrialización, empleo y calificación técnica especialmente para los
jóvenes, salud universal, educación de mayor calidad y transformación de
la justicia.
ANTECEDENTES Y PERSPECTIVAS ELECTORALES
En
términos de las perspectivas electorales se tienen los antecedentes de
los triunfos de Morales con porcentajes de votos de 53% en 2005, 64% en
2009 y 61% en 2014 que llevó a plantear que ya se había conseguido una
hegemonía social y político-cultural consolidada, sin embargo la nueva
coyuntura es más compleja debido al papel de los medios de comunicación y
las redes, por una parte, y la emergencia de algunos sectores medios
con marcada tendencia conservadora, por otra, lo que requiere de un
análisis de la dinámica de los factores que marcan las tendencias
hegemónicas.
Actualmente el panorama se presenta de la siguiente
manera: Samuel Doria Medina ha conseguido en las elecciones de 2014 el
24% de votos, tiene una bancada parlamentaria, la administración del
Municipio de El Alto y ha desarrollado un trabajo político y social en
diversos sectores sociales; Ruben Costas tiene respaldo regional en
Santa Cruz, encabeza la Gobernación de ese Departamento y cuenta con el
apoyo del Municipio de Cochabamba; Jorge Quiroga si bien ha conseguido
parlamentarios en las últimas elecciones, ha perdido la sigla partidaria
y está muy relegado; Carlos Mesa genera mucha expectativa, sin embargo
no cuenta con un partido y niega su candidatura, aunque sus asesores
realizan intensas actividades de promoción y organización.
En un
segundo plano se encuentran el Gobernador de La Paz, Felix Patzi, ex
Ministro del actual gobierno, con su propuesta del “tercer sistema” con
respaldo en la región occidental del país; y Luis Revilla, Alcalde de La
Paz, quien se encuentra en campaña para conseguir firmas que le
permitan el reconocimiento como fuerza política nacional.
Desde
la izquierda, Evo Morales cuenta con respaldo nacional a través del MAS,
los movimientos sociales agrupados en el Pacto de Unidad y la
Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM), que integran a
campesinos, mujeres campesinas e indígenas, cocaleros, colonizadores
(interculturales), indígenas del oriente y occidente del país, los
sindicatos afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB), organizaciones
vecinales y otras del campo popular.
Eduardo Paz Rada. Sociólogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publicaciones de Bolivia y América Latina.
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