Adital
En 2001 el Doctor y Antropólogo Alberto Pinzón Sánchez formó
parte de una comisión encargada de sentar las bases para unos acuerdos de paz entre
la guerrilla de las Farc [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] y el gobierno
de Andrés Pastrana. Una década después, los actuales diálogos en La Habana parecen
ofrecer la esperanza de poner término al conflicto armado más largo en Latinoamérica.
¿Qué riesgos continúan estando presentes en el proceso de resolución del conflicto?
Actualmente exiliado en Europa, Alberto Pinzón Sánchez nos ayuda a entender lo que
está en juego en La Habana a través de una mirada llena de compromiso por el futuro
de su país.
Alberto Pinzón Sánchez vive en el exílio en Europa, después de haber sido amenazado por paramilitares colombianos. |
Alex Anfruns: En
el 2001, su nombramiento para una comisión con el noble objetivo de sentar las bases
para los diálogos de paz en San Vicente del Caguán y resolver el conflicto en Colombia,
terminaron valiéndole la persecución política y el exilio. ¿Puede usted explicarnos
qué pretexto se utilizó con ese fin?
Alberto Pinzon Sanchez: Sí. Gracias por ponerme en contacto con tus lectores y permitirme informar
de primera mano sobre lo acontecido: Como es sabido la comisión de 4 miembros nombrada
por la mesa del Caguán, estuvo integrada por el magistrado Vladimiro Naranjo, la
dueña del periódico El Colombiano de Medellín, el director del diario alternativo
Voz Carlos Lozano y yo; teníamos la misión de formular recomendaciones para disminuir
la intensidad del conflicto y para terminar el fenómeno del Paramilitarismo, que
en ese momento y como parte oficial integrante del Plan Colombia venía adelantando
una ofensiva político -mediática y de terror para cooptar definitivamente la totalidad
del Estado.
Efectivamente, es lo que sucedió un año después con la llegada
de Uribe Vélez a la presidencia de Colombia. Obviamente nuestras recomendaciones,
las cuales hoy después de 14 años encuentro totalmente vigentes, no gustaron al
Bloque de Poder Contrainsurgente Dominante en Colombia que había planteado los diálogos
de paz del Caguán como una toma de aire político para adelantar el rearme militar
del ejército y la policía de Colombia, contemplado en el Plan Colombia, el cual
se había aprobado entre Clinton y Pastrana en 1997, un año antes del inicio de los
diálogos de paz. Mirando esto hoy, se puede decir que a la luz del Derecho Internacional
Humanitario, fue una violación que hizo el gobierno Pastrana llamada "perfidia”.
Entonces el máximo jefe de los Paramilitares Carlos Castaño inició una ofensiva
mediática para deslegitimar la comisión en su conjunto en especial, como lo amenazó
en la página 312 de su libro "Mi confesión”, contra mí por considerarme "un vocero
del comandante Alfonso Cano”. A las amenazas por internet siguieron intentos reales
de acabar con mi vida, y me obligaron a exiliarme en Europa en busca de refugio
en donde me encuentro desde hace 13 años sin poder regresar a mi hogar en Colombia.
Puede constatarse
que la represión de carácter político que dura desde hace décadas en Colombia no
solo sigue produciéndose, sino que ha evolucionado hacia formas de castigo preventivo,
conduciendo a un elevado número de prisioneros políticos, al caso extremo de los
"falsos positivos" y al descubrimiento de numerosas fosas comunes. Los
peligros que acechan al pueblo colombiano siguen siendo por lo tanto considerables.
¿Qué pasos considera usted que sean claves en el desmantelamiento de la impunidad
judicial?
Si, las cifras de 70 años del llamado conflicto interno colombiano,
que no es otra cosa sino una "guerra sucia contrainsurgente adelantada por el Bloque
de Poder Contrainsurgente Dominante en Colombia”(BPCI) son aterradoras: Más de un
millón de muertos la mayoría de ellos fusilados por el aparato represivo del régimen.
Más de 4 millones de desplazados internos a quienes se les han arrebatado 5 millones
de hectáreas de tierra cultivable. Una expulsión de más 5 millones de inmigrantes
económicos y exiliados políticos en diversos países del mundo y que el régimen llama
piadosamente "la diáspora colombiana”.
El exterminio de 5.000 cuadros políticos del partido de Izquierda
Unión Patriótica. Cerca de 2.000 casos de los llamados "falsos Positivos” causados por el ejército colombiano y que es la forma más inhumana
y cruel de la lucha de clases conocida en el mundo. Y de momento 90 muertos ajusticiados
del Movimiento Social y Político en especial de la Marcha Patriótica, y que conste
que no mencionamos ni a los maestros, ni los sindicalistas, ni a los líderes barriales,
ni a los mendigos, ni drogo dependientes, ni los transformistas sexuales, ect, victimas
invisibles de lo que en Colombia se llama la "limpieza social de desechables”. Agreguemos
a estas cifras macabras los 9.500 presos políticos que se están pudriendo de hacinamiento
en las mazmorras del régimen.
Obviamente todo esto ha sido posible por la impunidad judicial
que en Colombia alcanza la aberrante cifra del 97%. Este es a vuelo de pájaro el
macabro infierno del Terror del Estado, llamado eufemísticamente por el régimen
"conflicto colombiano”.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, y Barack Obama, de Estados Unidos: alianza estratégica para el gobierno estadounidense. |
Si tenemos en cuenta
la larga historia del conflicto, así como las consecuencias paradójicas pero significativas
de su propia experiencia personal, parecería precipitado sacar conclusiones esperanzadoras.
¿Cuál es la responsabilidad del gobierno acerca el fenómeno del paramilitarismo?
y ¿cuáles son los principales intereses que están en juego, cuyo peso haya influido
históricamente de manera más decisiva en el bloqueo de una solución pacífica?
El paramilitarismo es una rueda dentada más, de la grande
y terrorífica máquina represiva punitiva y de disciplinamiento social que se llama
Bloque Contrainsurgente de Poder Dominante en Colombia (BPCI) construido hace cerca
de 70 años y que tiene varias ruedas dentada más, como por ejemplo:
1 – El ejército y la policía o Fuerza Pública.
2 – Las compañías multinacionales como Chiquita, Drummond,
Coca cola, Oxy, BP, Repsol, y otras multinacionales minero energéticas.
3 – Las nueve bases militares de los EEUU en donde operan
militares y agentes de inteligencia "oficiales” estadounidenses, junto con "contratistas
privados de mercenarios” como la DynCorp.
4 – Los llamados grupos económicos de los cacaos como el grupo
Bavaria, grupo Ardila Lulle, grupo Sarmiento Angulo, Grupo Antioqueño.
5 – Las asociaciones gremiales como Fedegán, Sac, Augura,
Andi, Fedemetal, Fenalco, Asobancaria agrupados en el "concejo gremial nacional”.
6 – El llamado Estado Nacional a través de sus tres ramas:
la rama ejecutiva, la rama legislativa o parapolítica y la rama judicial encargada
de producir la impunidad y la judicialización a la que nos referimos anteriormente.
7 – El oligopolio de los medios de comunicación de la familia
Santos y los grupos españoles Prisa y Planeta.
8 – Los Narcotraficantes y lavadores de dólares a nivel nacional,
regional y local.
9 – Las clases subalternas como pequeños comerciantes, empleados,
periodistas, profesionales independientes, medianos propietarios, trasportadores,
desempleados, rebuscadores y lumpenes, que se han sometido o han sido cooptados.
10 – La casta política o parapolítica con todas sus imbricaciones
regionales y locales. Todo este Bloque dominante, es coordinado y dirigido por la
fracción hegemónica de la oligarquía que ahora mismo se encuentra en una aguda disputa
de fracciones entre Santos y Uribe por su supremacía.
En resumen, el principal obstáculo es el interés Geo-Estratégico
que tienen los EEUU sobre Colombia y el área del Caribe. Luego le siguen los intereses
concretos de cada uno de las ruedas dentadas del Bloque de Poder Contrainsurgente
(BPCI) del cual forman parte esencial los EEUU.
¿Qué condiciones
piensa que deban respetarse para que la guerrilla de las FARC, tras decidir una
tregua unilateral, tenga oportunidades para su reconversión como oposición política
en el juego democrático?
Creo que la cuestión no es armas por política, sino armas
por reformas básicas. Ahora bien, todas estos detalles parece que son los recovecos
del acuerdo que se está construyendo en la Habana.
Legenda3:
Estados Unidos detenta nueve bases militares en Colombia, a pesar de las
protestas de los activistas colombianos.
¿Qué mecanismos
considera que le permitirían tomar un mayor protagonismo al pueblo colombiano, haciendo
prevalecer los intereses de la mayoría por encima de los de la oligarquía?
Sin duda alguna la más amplia y democrática participación
popular que se concentraría en una Asamblea Nacional Constituyente.
Según su punto de
vista, ¿qué fases deberían privilegiarse de ahora en adelante en la consolidación
de un proceso de paz justo y duradero?
Primero una tregua bilateral con la creación de un clima favorable
y democrático de verdadera discusión popular sobre las reformas básicas que el pueblo
trabajador colombiano necesita y quiere, para luego, desembocar en la Asamblea Nacional
Constituyente.
Fuente: Diario de Nuestra América, Investig’Action
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