El Comité de Servicio de los Amigos Canadienses, conocido como cuáqueros canadienses, mostró el lunes su apoyo al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra el régimen de Israel.
Cuáqueros individuales ya me han dicho que no les importa lo que plantee la ley
Este ente pro-derechos humanos, además de apoyar al BDS ante las agresivas políticas israelíes, asegura que ignora la advertencia del Gobierno de Canadá en contra de las organizaciones propalestinas que promueven el boicot al régimen de Tel Aviv.
Fue el pasado 11 de mayo cuando medios de comunicación canadienses anunciaron que el Gobierno de Ottawa tiene la “intención de usar las leyes de delitos de odio contra grupos de defensa canadienses que promueven el boicot a Israel”.
“Cuáqueros individuales ya me han dicho que no les importa lo que plantee la ley”, dejó en claro el coordinador del programa del Comité de Servicio de los Amigos Canadienses, Matthew Legge, a VICE News.
Además, los grupos de libertades civiles canadienses criticaron duramente los planes del Gobierno para socavar el BDS y los partidarios de la causa, subrayando que tales medidas impugnan la Carta de Derechos y Libertades del país.
Cabe mencionar que Canadá firmó el pasado mes de febrero un memorandocon el régimen israelí para luchar contra el BDS, una campaña global que utiliza la presión económica y política sobre los israelíes para que cumplan con los objetivos del movimiento.
El movimiento BDS tiene como objetivo: el fin de la ocupación israelí y la colonización de la tierra palestina, la plena igualdad de los ciudadanos árabo-palestinos y el respeto por el derecho del retorno de los refugiados palestinos a su patria, entre otros.
De acuerdo con estimaciones, el régimen de Israel ha sufrido, desde la creación del BDS en julio de 2005 hasta el momento, una pérdida equivalente a casi 15 mil millones de dólares debido a las influencias que pudo obtener este movimiento durante estos años.
La campaña tuvo influencia, también, en las leyes adoptadas por los países miembros de la Unión Europea (UE), que actualmente están excluidos de la cooperación de los Veintiocho con las empresas israelíes que están vinculadas, de una manera u otra, con los territorios ocupados.
Las solicitudes de la comunidad internacional para que el régimen de Tel Aviv ponga fin a su ocupación en las tierras palestinas son desoídas por dicho régimen, como pone de manifiesto el hecho de que ahora más de medio millón de israelíes viven en más de 120 asentamientos ilegales en Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén).
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