Adital
Pobreza, inseguridad, falta de
acceso la trabajo, discriminación, violencia, altos índices de criminalidad y
conflictos armados internos o internacionales son algunas de las causas más
comunes de la migración forzada en América Central. Reciente informe de la
Fundación Avina, organización que actúa por el desarrollo sustentable de
América Latina, señala que estas son las condiciones que generan la
vulnerabilidad y que llevan miles de personas la tentaren cruzar fronteras
diariamente. La necesidad de reunificar la familia y la vulnerabilidad
climática también integran la lista de motivaciones para que centroamericanos
saian del su país de origen en busca de un lugar mejor para vivir.
Migrantes deslocam-se, muchas veces, en trens de carga en las estradas de América Central. Foto: Reproducción. |
Ese fenómeno se intensifica por una
combinación de factores económicos, sociales y ambientales, que hacen con que
el tránsito en dirección la los Estados Unidos tenha el mayor flujo migratorio
del mundo. "Sin embargo, ese flujo ha disminuido producto del recrudecimiento
de las políticas y prácticas de expulsión y control en la frontera
estadounidense, lo que ha aumentado el riesgo para los migrantes y ha aumentado
la separación familiar”, resalvó la Avina.
En el caso de los migrantes
centroamericanos, especialmente en Guatemala, Honduras, El Salvador y
Nicaragua, las condiciones socioeconómicas en sus países de origen son una de
las principales razones para migrar. Otra motivación es la inseguridad urbana, en
parte provocada por gangues de jóvenes, por el narcotráfico y por el crimen
organizado, afectando, principalmente, esa región del globo. En menor escala,
están las migraciones provocadas por fenómenos naturales, como erupciones de
vulcões, terremotos, furacões y tormentas tropicales, además de los efectos del
cambio climático, como el El niño (que provoca secas prolongadas) y La
niña (que genera un mayor nivel de precipitaciones).
De acuerdo con el informe, el flujo
migratorio ten dirección Sur-Norte, o sea, la población deja países con niveles
de desarrollo económico más bajos para ingresaren en naciones industrialmente
más fores. En la mayoría de los casos, la ruta es iniciada en El Salvador,
Honduras, Nicaragua y Guatemala, cruza México y atinge varios puntos del
territorio de 1.800 kilómetros que compreende la frontera entre este país y
Estados Unidos. El corredor migratorio entre las dos naciones de América del
Norte es considerado el mayor del mundo — solamente en 2010, hubo registro de
que 11,6 millones de personas transitando por esa zona.
Entretanto, en la región, ni toda
migración ten como destino Estados Unidos; existe también el fenómeno
intrarregional. "Por ejemplo, mientras Estados Unidos es el principal destino
para los salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, para el caso de los
nicaragüenses son Costa Rica, Panamá y El Salvador”, destaca la Fundación
Aniva. "Por lo tanto, la región mesoamericana, en el marco de las migraciones,
es una región expulsora, de tránsito, de destino y retorno al mismo tiempo, lo
cual hace más complejo el análisis y la forma de cómo abordarlo”, conclui la
organización.
Mapa de la Corriente Migratoria Centroamericana. Fuente: Fundación Avina. |
Cuando la migración ocurre de manera
forzada, el contexto de vulnerabilidad es revelado en la precariedad de los
transportes y medios para enfrentar la viaje, además de la ausencia de apoyo
social y de protección de los derechos y libertades. Las consecuencias son la
muerte de muchos migrantes o su reducción a la esclavitud y la condiciones de
trabajo esclavo, sometidos por agentes u organizaciones criminosas, durante el
trayecto o ya en el destino fin de los migrantes.
En el caso específico de las mujeres
migrantes, la situación se agrava ainda más. Muitas de aquellas que transitan
en territorio mexicano no denuncian que sufren abusos, debido al
desconocimiento de los sus derechos o por temeren seren detenidas. Según la
Avina, en la estrada, ellas sufren agresiones físicas, abusos sexuales,
secuestros, extorsiones y maltratos, por parte de civiles que se encuentran en
el medio del trayecto o hasta por autoridades. Las mujeres son también
recrutadas por el crimen organizado, que actúan en el tráfico de personas.
"Se hace por lo tanto imperativo que
entre todos trabajemos para lograr que las migraciones sean una fuente de
integración y prosperidad para América Latina, enlazando el trabajo
colaborativo entre diferentes sectores de la sociedad a nivel local y global y
canalizando sus esfuerzos hacia un marco regulatorio, institucional y ético de
movilidad humana digna, formal, democrática, solidaria, sustentable y de bien
común”, conclui la Fundación Avina.
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