Simón Bolívar.
En la Filosofía comunicacional de Hugo Chávez
la verdad y la libertad juegan un papel central y más lo juega el trabajo
minucioso de producir información inteligente e inteligible. Es un desafío
enorme, aunque a algunos no lo vean a simple vista. TeleSur, por eso, ha sabido
ganar posiciones incuestionables en la experiencia comunicacional emancipadora
de América Latina. Nadie ha dicho que sea "perfecto”. Esa Filosofía nos compete
continentalmente porque no se trata de una idea sólo venezolana, sino de un proyecto
de integración Socialista en el que es premisa de su ser el ser
internacionalista. He ahí uno de los mayores y mejores esplendores en la praxis
de TeleSur que Chávez anheló siempre y por eso fue, ni dudarlo, su mayor
promotor, seguidor y crítico constante.
La Filosofía de Hugo Chávez respecto a TeleSur
se inspira en contribuir al pensamiento y a la acción crítica, capaz de ampliar
las interpretaciones de los hechos, de las temáticas, de las causas y de los
movimientos sociales. Aproximadamente, el 80% de la programación de TeleSur se
basa en contenidos "informativos” y se completa con cine documental o programas
especiales que, generalmente, es imposible ver en otros canales de televisión.
"Nuestro Norte es el Sur”, es mucho más que un lema o una bandera que ondea
desde 2005, es una Revolución de la "mirada”, del informarse y del intervenir
críticamente gracias la integración expresada, desde Caracas, por los gobiernos
de Venezuela (el 51% de las participaciones), Cuba, Argentina, Bolivia, Ecuador
y Nicaragua. Y, especialmente, por la voluntad y claridad política de Hugo
Chávez que, desde el primer momento, soñó con una televisora que permitiera a
nuestros pueblos del Sur difundir sus realidades y valores, produciendo su
propia imagen, con sus ideas y problemáticas propias. Comunicación audiovisual
y libre y equitativa.
Hoy por hoy, TeleSur es una de las mejores
fuentes de información en todo el planeta. TeleSur supera crecientemente, según
algunas fuentes, una cobertura promedio de entre cinco y seis millones de
personas. TeleSur no es sólo una "buena idea” democrática de la televisión, es
una decisión política estratégica de envergadura trascendental en la ruta de
cambiar los paradigmas informativos que nuestros pueblos necesitan en la
construcción de su independencia y soberanía semántica y revolucionaria.
Tal como lo quería Hugo Chávez, TeleSur debe
avanzar en la transformación de la televisión que informa no sólo en términos
de estética, narrativa, ritmo y estilo… sino en la elección misma del contenido
y el enfoque de la información. No es una aventura ingenua, es un proyecto
dinámico que entiende los rasgos y los ritmos de una televisora cuya
complejidad de objetivos debe avanzar en terrenos muy ásperos y no pocas veces
inéditos. Hay que informar sobre las luchas de los pueblos sus avances y sus
desafíos.
En un continente secuestrado por las cadenas
mediáticas de la oligarquía, país por país, nada fácil es ser herramienta al
servicio del ideal de integración latinoamericana y caribeña, es decir, una
televisión para la integración y como usina informativa que no requiere
competir con los monopolios privados, y su lastre ideológico burgués, sino
hacer visibles todas las tesis revolucionarias en el ámbito social, científico,
académico, artístico y de la comunicación. Hugo Chávez, exigente como debía
serlo siempre, quería una TeleSur libre que, en sus palabras, "mantendrá su
independencia. No depende TeleSur de ningún gobierno, de ninguna línea
prefijada, sino que Telesur es libre para navegar en las aguas de la verdad”.
El propio líder de la Revolución venezolana
quería a TeleSur en vigilia permanente para, facilitar nuestra visibilidad
sobre la lucha de los pueblos. Quería que se convirtiera en bandera
comunicacional de la rebeldía informativa y también en gran escuela hacia la
formación de nuevos profesionales de la comunicación emancipadora. Hugo Chávez
insistía en llamarnos a ver TeleSur y a impulsarlo para enriquecer la
producción y recepción de los relatos informativos nuestros como una vanguardia
responsable de hacer visibles a los protagonistas revolucionarios de nuestro
tiempo.
En su lógica, y sus estética de la información,
Chávez reflexionó mil veces sobre cómo mejorar siempre a TeleSur, cómo
convertirla en palanca clave para la construcción de nuestras nuevas
identidades revolucionarias en sincronía con los desafíos informativos
mundiales más complejos, rompiendo los cercos mediáticos más tozudos y
penetrado los territorios informativos más inhóspitos y riesgosos. En suma,
desde su Filosofía de la Comunicación, el comandante Chávez quería que TeleSur
fuese un espejo continental invaluable para mirar nuestros logros y nuestras
debilidades más significativos. Sin pasar por el discurso del imperio. Y,
además de espejo, quería de TeleSur una herramienta de intervención política,
sobre la realidad, por la vía de la información liberada de la dictadura de la
mercancía.
Contra toda maquinaria de mentiras burguesas,
contra la deformación "noticiosa” de las conciencias, contra la vorágine de los
aparatos para la desestabilización, los magnicidios y los golpes de estado...
TeleSur tiene la responsabilidad de ser una televisión inteligente, enemiga del
tedio, poderosa y revolucionaria del dicho al hecho, desde los conceptos y
hasta las formas. Campeona de una lucha semiótica contra los conceptos o
significados hegemónicos, y contra a la "Guerra de IV Generación”.
TeleSURtv es una "espada de Bolívar, que camina
y que camina por América Latina.” Una lucha semiótica, estética y dialéctica
que mira futuro y siembra libertad expresiva socialista con los vientos de la
revolución que vibran desde las fábricas hasta las conciencias. Hugo Chávez,
como pocos líderes, mantuvo viva su pertinaz preocupación por las tareas
comunicacionales y depositó en TeleSur algunas de sus mejores ideas,
estrategias y esperanzas animadas por todas las tradiciones de lucha
emancipadora al servicio de la revolución, junto a la disciplina de la
organización y la unidad de los pueblos. No es poca cosa.
Para todo un continente es importante saber qué
representa TeleSur en el proceso de transformación de la comunicación misma,
pero eso no es todo, también es imperativo darnos cuenta de que con TeleSur se
cuenta con una defensa magnífica capaz de evitar la derrota de la fortaleza
emocional, de la cultura, de la tradición y de la voluntad democrática de los
pueblos. Eso debe estudiarse como un fenómeno social de comunicación nueva
resuelta a transformar la conciencia de los pueblos y a derrotar a la ideología
de la clase dominante.
Hugo Chávez apostó, con TeleSur, a romper con
toda actitud permisiva frente a los poderes mediáticos acostumbrados a mentir.
Eso desagradaba enormemente a un Presidente que, además de su liderazgo
político, latinoamericano y mundial, también se convirtió en líder comunicacional
de la "Patria Grande” capaz de hacer funcionar un sueño añejo, y de muchos, al
servicio de todos. Tenía en claro que una de las maneras de transformar el
discurso "informativo” consistía en cambiar a los actores del discurso y hacer
visibles y audibles a quienes protagonizan la lucha contra las tiranías, contra
la explotación, contra la depredación del planeta… Chávez habló, e insistió
siempre, sobre la renovación del relato informativo, sobre el problema
estético, el tipo de "tomas”, el tipo de música, la modulación, las inflexiones
de voz, los acentos, las modalidades… sin esos intermediarios que nos expliquen
cómo es la realidad y, a cambio, dejar que sea la realidad misma la que nos
hable.
TeleSur es una herramienta de integración cuyo "norte es el sur” y cuyo
norte también es el socialismo, línea estratégica fundamental que ha generado
solidaridad con la revolución y, además, va generando un modelo de televisión
para cambiar las formas de hacer comunicación y de hacer conciencia con los medios.
Su "norte” es, también, la verdad.
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