A poco menos de un mes de la fecha fijada por el Consejo Supremo Electoral para la inscripción de las alianzas electorales, todavia no se sabe a ciencia cierta cuántas y cuáles serán las formaciones opositoras que concurrirán a las elecciones generales y quienes serán sus candidatos a presidente y vicepresidente de la República.
Sobre lo que nadie parece tener dudas es que en la cita de noviembre los candidatos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) enfrentarán en las urnas a rivales de más de una formación opositora.
El expresidente y líder el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Arnoldo Alemán, no ha mostrado hasta el momento la más mínima intención de desistir de sus aspiraciones de volver a encabezar el gobierno, a pesar de los numerosos llamados en ese sentido de otras figuras de la oposición.
En la competencia se mantiene también el octogenario empresario radial Fabio Gadea, quien es el candidato a la presidencia por la denominada Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), una agrupación sin personalidad jurídica y que todavía carece incluso de casilla por la que presentarse a los comicios.
Hasta el momento todos los intentos por fusionar esas dos formaciones han fracasado, pues tanto Alemán como Gadea quieren ser presidentes y ninguno se ha mostrado dispuesto a ceder en favor del otro.
Entre esas dos agrupaciones aparece la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), un partido con representación parlamentaria y casilla electoral que se debate ahora entre concurrir solo a los comicios o aliarse con la UNE o con el PLC, en dependencia de cual de los dos le haga más concesiones.
Todo parece indicar que ALN finalmente cederá su casilla a la UNE, lo que permitirá formalizar la candidatura de Gadea, pero probablemente a cambio de garantizar para sí un buen número de candidatos a diputados en la Asamblea Nacional.
En medio de todo este trajín negociador tampoco parecen existir dudas de que sin unidad opositora, el FSLN emergerá vencedor en las elecciones de noviembre y continuará al frente del gobierno por otros cinco años
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