Revancha histórica o simple casualidad, el castigo o el perdón del magnate y jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, quien será procesado el 6 de abril por el delito de prostitución de menor y abuso de función, recaerá en tres mujeres magistradas.
“La sentencia ahora está en las manos de tres señoras. Inmediatamente viene a la mente (la diosa) Némesis: Tu, Berlusconi, te has servido de las mujeres, y mal, ellas te juzgarán” , sostiene el semanario católico Famiglia Cristiana en un editorial.
La intervención imaginaria de la diosa de la mitología griega, encargada de la venganza y la fortuna, que medía la felicidad y la desdicha de los mortales y castigaba a los hombres por la desmesura, se ajusta como un guante al caso.
“Es simbólico que resbale por las mujeres, cruz y delicia de su vida desde que era cantante en los cruceros” , escribió en un editorial el diario de izquierda Il Manifesto.
Mientras el multimillonario político, de 74 años, pregona su inocencia y la oposición exige su renuncia, la lista de mujeres involucradas en el caso se amplía, tanto la de las “amigas” y defensoras, como la de acusadoras, juezas y fustigadoras.
“El moralismo es el asunto” , sostiene en una charla con la AFP la filósofa Roberta De Monticelli, autora de varios ensayos sobre la cuestión moral y “el berlusconismo” .
En efecto las mujeres constituyen el mayor problema del político mujeriego.
Una mujer, la “roja” fiscal de Milán Ilda Bocassini, llamada así por sus cabellos rojos y no por sus tendencia política, célebre por haber pertenecido al equipo antimafia que llevó al banquillo de los acusados a los autores de los asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, es una de los autores que elaboró la montaña de actas y pruebas presentadas para pedir el juicio inmediato del primer ministro por prostitución de menor.
Otra mujer, la despampanante joven marroquí “Ruby robacorazones” , fugada de un centro de menores y contratada para las fiestas privadas de Berlusconi, cuyo verdadero nombre es Karima El Mahroug, de 18 años, es la pieza clave del proceso.
Si es verdad, como sostiene la prensa, que Berlusconi sabía que era menor de edad cuando la contrató para sus veladas sexuales, el “premier” podría ser condenado a una pena de 6 meses a 3 años de cárcel.
“Las mujeres que han tenido que ver de una manera u otra con el Sultán, sean famosas o desconocidas, enemigas o amigas, célebres o anónimas, han decretado su fin” , sostiene a la AFP la feminista italiana Ida Dominjanni.
El hombre que domina la política italiana desde hace 17 años y acusó de “neopuritanismo” al medio millón de manifestantes que marcharon el domingo pasado contra su visión de la mujer, será juzgado por tres magistradas.
Giulia Turri (48 años) , Carmen DElia (44 años) y Orsola De Cristofaro de la cuarta sección del tribunal penal de Milán, reconocidas profesionales, expertas y preparadas, las cuales fueron seleccionadas por un sistema computerizado.
Fue también una mujer jueza, Cristina di Censo, la encargada de la instrucción preliminar del caso y que determinó que estaba justificado un proceso rápido contra el mediático primer ministro.
Si bien no se sabe aún si los defensores de Il Cavaliere lograrán recusar a las juezas o inclusive al mismo tribunal y preparan la batalla judicial que se avecina también por otros tres procesos por corrupción y evasión fiscal, las mujeres afilan sus armas ante el mes decisivo para el futuro del líder indiscutible de la derecha italiana.
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